Durante el mes de septiembre, en el hemisferio norte y en concreto en España, vemos como cada día es más corto, se nota sobre todo por las noches que son más frescas, hay más lluvias… síntomas de que estamos a punto de finalizar el verano y comenzar el otoño (el 21 de septiembre). Estamos ante un cambio notable de clima, una especie de ‘segunda primavera’ que agradecen nuestras plantas y frutales en el huerto urbano.

Es un mes idóneo para dar un cambio importante en muchos aspectos relacionados con nuestras hortícolas y frutales. Comenzaremos a planificar nuestro calendario de plantación de hortícolas de otoño e invierno y si tenemos idea de incorporar un frutal en el huerto urbano de campo (debe de estar enraizado en contenedor), es un gran momento para hacerlo con el objetivo de que brote con más fuerza una vez llegue el buen tiempo.

Algunas de las aromáticas, como es el caso de la hierbabuena y menta, comienzan a emitir sus tallos subterráneos y perder parte aérea para pasar mejor los meses más fríos del año. Otras, como el romero, la salvia, el tomillo o la lavanda por ejemplo, brotan con vigor antes de su parada vegetativa en invierno.

En los huertos urbanos de campo también comienza la germinación de muchas especies denominadas malas hierbas, sobre todo después de cada lluvia. No dejemos que arraiguen con fuerza y mantengamos el terreno limpio de ellas.

En un huerto urbano también podemos plantar algunas bulbosas para recolectar sus flores próximamente. Las especies recomendadas son las denominadas ‘bulbos de otoño’, porque se plantan en esta estación y sus flores se recolectan entre finales de invierno y primavera normalmente.

Alcachofas recien plantadas

Verduras y hortalizas en el huerto urbano en septiembre

Según las fechas de plantación, si fueron tardías y el clima es cálido, especies típicas de verano como son el tomate, la berenjena, el pimiento, la judía, el calabacín… aún pueden seguir dando sus frutos. Esto no quiere decir que con la llegada del frío y las lluvias estos no se pueden estropear. Por lo tanto, hay que controlarlos y si vemos que los fríos se adelantan hay que recolectarlos antes de que se dañen.

Podemos comenzar con planificar nuestras siembras y plantaciones de otros tipos de hortalizas más acordes con estas fechas como son las espinacas, los rábanos o rabanitos, lechugas de invierno, acelgas, coles, cebollas de primavera, habas, puerros, garras de espárrago, etc.

Hablar de coles en el huerto urbano es hablar de una gran familia de productos: la col de Bruselas, la coliflor, romanesco, el bróculi, repollo, col lombarda, etc.

Si tenemos alcachofas plantadas en el terreno varios años, es el momento de arrancarlas, dividir sus matas y plantarlas para que la próxima cosecha de invierno y primavera sea más espectacular y cuantiosa.

Aquellos cultivos hortícolas que vemos que ya están agotados, vale la pena arrancarlos y aprovechar el momento para trabajar el terreno y prepararlo para los siguientes cultivos. Es bueno que el terreno descanse unos meses.

Podemos jugar con nuestro calendario de producción plantando ahora plántulas ya crecidas a la vez que realizamos las siembras. Estas plantitas vegetarán rápido y tendremos cosechas antes. Seguidamente, vendrán las que hemos sembrado y plantando tras su nacencia.

Es el momento de comenzar con la recolección de las primeras calabazas y vendimiar si tenemos vides.

Para seguir con una correcta sanidad vegetal, es importante controlar plagas como las orugas, el trips, la araña roja y mosca blanca. Y enfermedades como la roya. Como siempre, controlarlas con tratamientos respetuosos con el medio ambiente y a ser posible, ecológicos y sin plazo de seguridad. Tratamos sobre plantas que estamos en plena recolección.

Abonaremos a las dosis más bajas y debemos ir pensando en utilizar abonos más ricos en potasa, principalmente que ayuden a fortalecerlas de cara al otoño e invierno.

Higos maduros

Frutales en el huerto urbano en septiembre

Los frutos de la higuera están en plena maduración por estas fechas. Recolectemos sus frutos según maduren, ya que tras un exceso de tiempo en el árbol se estropean e incluso caen con facilidad.

Los naranjos siguen engordando sus frutos, Si han sido podados correctamente no habrá problemas, pero si vemos que sus ramas inferiores ceden en exceso por el peso de los frutos y estos tocan el suelo, es importante sustentar estas ramas con ayuda de tutores de caña. Así evitaremos que se puedan pudrir los frutos en contacto con el suelo en un ambiente de humedad.

Es muy importante ir reduciendo los riegos en la medida que las precipitaciones se den.

Muchos de los frutales, en especial los de hoja caduca, no necesitan ningún cuidado en especial. Únicamente hay que ir vigilándolos y esperar a que sus hojas caigan tal y como le corresponden en otoño. Ya se podarán a finales de invierno.

Los frutales que nos dan su producción por estas fechas (varía según la variedad) son el almendro, el avellano, manzanos, membrillero, nogal, el granado, higuera y algunas variedades muy tardías de ciruelo, nectarina y peral.