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Todos ellos, tras su vida útil, están contemplados en el reciclado mediante la acción del SCRAP para la gestión de los envases agrarios y ganaderos, por lo que queda patente que el plástico no es un problema, como sí lo es un mal uso del mismo.
Entre los principales tipos de plásticos utilizados en agricultura, todos tiene sus características, aplicaciones y ventajas en su uso. Algunos ejemplos:
Se caracteriza por su alta flexibilidad y resistencia a la tracción. Su transparencia variable según el tipo: baja densidad – LDPE, alta densidad – HDPE.
El polietileno de baja densidad (LDPE) en agricultura se utiliza ampliamente en cubiertas de invernaderos debido a su transparencia, que permite la transmisión de luz solar esencial para el crecimiento de las plantas. Y el mulch plástico o acolchado, utilizado para cubrir el suelo y controlar las malas hierbas, conservar la humedad y mantener la temperatura del suelo.
Algunas de sus ventajas son su durabilidad y capacidad para resistir condiciones climáticas adversas, así como la mejora del microclima alrededor de las plantas.
Destaca por su alta resistencia mecánica y térmica, así como resistencia a productos químicos y a la degradación por radiación UV.
Los productos derivados de él, son las mallas de sombreo, utilizadas para proteger los cultivos del exceso de radiación solar y reducir la temperatura ambiente. Y los textiles agrícolas, que incluyen geotextiles para control de erosión y mantas térmicas para la protección contra heladas.
Ventajas como su larga vida útil debido a su resistencia al desgaste y su versatilidad en aplicaciones agrícolas diversas, lo hacen muy utilizado.
El cloruro de polivinilo goza, entre sus características, la de poseer una excelente resistencia química y a la intemperie. Un material capaz de tener una rigidez ajustable mediante plastificantes.
Este se utiliza en la fabricación de tuberías de riego, utilizadas en sistemas de riego por goteo y por aspersión debido a su durabilidad y resistencia a la corrosión. También en cubiertas de invernaderos, aunque en menor proporción que las provenientes del polietileno.
Su buena relación costo-beneficio, así como su menor necesidad de reemplazo frecuente comparado con otros materiales, se encuentran entre sus ventajas.
El polietileno de Baja densidad lineal (LLDPE) posee características como una mayor resistencia al impacto y al rasgado que el LDPE, así como una flexibilidad mejorada.
Se aplica en film de acolchado para cubrir el suelo y proteger los cultivos, ofreciendo beneficios similares al LDPE pero con mayor durabilidad. También como lámina para revestimientos de estanques, utilizadas en acuicultura y para balsas de almacenamiento de agua en agricultura.
Cuenta con ventajas como su alta eficiencia en la conservación de agua y control de malezas, así como su capacidad de adaptabilidad a diferentes condiciones climáticas y tipos de suelo.
El poliéster (PET) goza de alta resistencia a la tracción y a la humedad, además de una buena estabilidad dimensional. Con este tipo de plástico se fabrican redes para la recolección de frutas que evitan daños al producto, envases y embalajes agrícolas para el almacenamiento y transporte de productos agrícolas.
Posee la ventaja de su reciclabilidad, contribuyendo a prácticas agrícolas más sostenibles. Este tipo de envases son ligeros y resistentes, facilitando su manejo y reduciendo costos de transporte.
Como avanzamos al principio, aunque los plásticos agrícolas ofrecen numerosas ventajas, su uso plantea desafíos ambientales significativos, siendo la gestión adecuada de residuos plásticos crucial para minimizar el impacto ambiental.
Las iniciativas para el reciclaje de plásticos agrícolas, como la figura de los SCRAPs y el desarrollo de plásticos biodegradables, aportan soluciones para prácticas agrícolas más sostenibles.
Así, cubiertas de invernadero, acolchado, mallas o mantas térmicas, tuberías de riego, etiquetas, envases de transporte de frutas y hortalizas, envases para postcosecha, envases de fertilizantes, bioestimulantes agrícolas y fitosanitarios, bandejas, macetas y sustratos profesionales, etc. demuestran que los plásticos para la agricultura son a día de hoy uno de los materiales más utilizados.
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