Últimamente, vemos con frecuencia en las noticias cómo se nos alarma con la presencia de una nueva amenaza fitosanitaria para muchos cultivos, sobre todo para el olivo y el almendro: nos referimos a la Xylella fastidiosa. Precisamente estas dos especies de frutales son muy frecuentes en los huertos urbanos y por ello vamos a dar información concreta sobre esta bacteria que puede acabar en poco tiempo con ellos.

Aunque hemos destacado que la Xylella fastidiosa ocasiona graves daños a estas dos especies de frutales, la realidad es que estamos ante una bacteria muy polífaga y por lo tanto que ataca a más grupos de plantas, como por ejemplo a cítricos, vid, diversos frutales de hueso, café, etc. sin olvidar las incluidas en el mundo de las ornamentales.

Ante esta nueva amenaza, consideramos que debemos informar sobre ella ya que conocerla es el primer paso para controlarla. A continuación daremos respuestas que esperamos sean de gran interés para nuestro lectores.

¿Qué es la Xylella fastidiosa?

Lo primero es saber que la Xylella fastidiosa es una bacteria Gram negativa, que ataca de forma crónica al sistema vascular y está limitada al xilema (tejido vegetal formado por células muertas, rígidas y lignificadas que conducen la savia y sostienen la planta). Esta especie bacteriana posee un gran poder infeccioso sobre un buen número de especies, lo que facilita su dispersión ya que puede establecerse sobre numerosos tipos de planta huésped.

Esta presenta una gran diversidad de genotipos y fenotipos, por lo que no en todas las plantas en las que está presente manifiesta sus síntomas de igual forma. Esta particularidad dificulta su identificación. En la actualidad hay cuatro subespecies bien identificadas de la especie Xylella fastidiosa: Xylella fastidiosa subespecie Fastidiosa, Xylella fastidiosa subespecie Pauca, Xylella fastidiosa subespecie Multiplex y Xylella fastidiosa subespecie Sandyi.

Xylella fastidiosa

¿De dónde viene la Xylella fastidiosa?

Su origen la sitúa (identificada por primera vez) en California en el año 1892. Con el tiempo se ha ido extendiendo y por lo tanto detectada en un gran número de áreas del continente americano: Estados Unidos, México, Costa Rica, Venezuela, Brasil, Paraguay, etc. También es cierto que su distribución no es homogénea por todo el continente.

De América pasó a Taiwan causando graves problemas principalmente en perales y viñas. Al continente europeo entró por Salento (Región de Apulia al sur de Italia) en 2013, afectando principalmente a olivos, además de adelfas y almendros próximos a los cultivos de los olivos afectados. De Italia ha pasado a España y actualmente ya se encuentra establecida en algunas regiones, sobre todo el arco mediterráneo.

En cuanto a la temperatura óptima para su desarrollo oscila entre los 25 y los 28ºC., rango de temperaturas muy propicias para su asentamiento en zonas con clima de inviernos suaves como es el caso del arco mediterráneo y por consiguiente en zonas productoras de vid, almendro y cítricos, principalmente en la Península Ibérica, Italia y Grecia.

¿A qué especies ataca principalmente la Xylella fastidiosa?

Como hemos avanzado, la Xylella fastidiosa se hospeda en un gran número de especies, notificando algunos estudios sobre más de 300 plantas tanto en grupos de monocotiledóneas como de dicotiledóneas.

Entre las especies huésped que destacan la presencia de Xylella fastidiosa se encuentran:

  • Especies frutales: higuera, cítricos, vid, almendro, cerezo, peral, ciruelo, aguacate, arándanos, café, etc.
  • Especies forestales: arce, acacia, eucalipto, roble, ginkgo, etc.
  • Plantas y árboles ornamentales: adelfas, hibiscus, mirto, polygala, robles, olmos, arces, liquidámbar, plátano de sombra, etc.
  • Especies herbáceas: avena, girasol, coles, correhuela, grama, cebadilla, hiedra, raigrás, malva, ortiga, romero, etc.

¿Qué daños ocasiona esta bacteria?

Los primeros daños ocasionados por la Xylella fastidiosa es el decaimiento rápido y generalizado de la planta, que en breve tiempo se traduce en el desecado total de las hojas, ramas y finalmente la muerte de toda la planta.

Como ejemplo de su virulencia también se la denomina ‘quick decline syndrome of olive’ o ‘síndrome del decaimiento rápido del olivo’ ya que en menos de tres años ha sido capaz de dejar improductivos a más de 300.000 olivos en una sola área afectada, en este caso en Italia.

En cómo actúa, la Xylella fastidiosa afecta al xilema de la planta impidiendo el paso de la savia y de ahí los síntomas de marchitez y posterior secado de hojas, ramas y muerte de la planta. En casos menos agresivos sus daños ocasionan deficiencias de minerales en la planta y por lo tanto se manifiesta como clorosis internervial o simplemente moteados en las hojas.

En el caso de ataque en olivos se presenta desecando inicialmente hojas y ramas secas, incluso los frutos que quedan como pasificados.

Xylella fastidiosa
Philaenus spumarius

¿Cómo se trasmite la Xylella fastidiosa?

La Xylella fastidiosa se trasmite básicamente mediante la picadura de insectos hemípteros que se alimentan del xilema. Estos son principalmente cicadélidos y cercópidos, de las familias Cicadellidae, Cercopidae, Aphrophoridae y Cicadidae. Con su picadura durante su proceso de alimentación inoculan la bacteria de una planta afectada a una sana.

Actualmente hay identificadas casi un centenar de especies de insectos como potenciales vectores de la Xylella fastidiosa, de las cuales 41 están presentes en España. En este contexto el vector más eficaz en la infección de esta bacteria en el olivo es el insecto Philaenus spumarius. Otros insectos con moderado o alto potencial vector son la Aphrophora alni, Aphrophora salicina, Cercopis vulnerata o la Cicadella viridis.

Destacar que es muy importante controlar también las malas hierbas de alrededor de nuestros huertos urbanos ya que muchos de estos insectos pueden pasar el invierno hospedados en ellas, e incluso en la madera de árboles adyacentes a los cultivos.

Xylella fastidiosa

¿Cómo controlar la Xylella fastidiosa?

Como en los casos de todos los problemas bacterianos, la medida más eficiente para su control es la prevención. Así, debemos asegurarnos que si compramos alguna pequeña planta o frutal tengamos la certeza de que no están infectadas, información que puede corroborar el centro de jardinería o vivero donde se compran ya que las plantas deben poseer su correspondiente ‘pasaporte fitosanitario’.

En este sentido la UE ya tiene puesta en marcha medidas restrictivas y de control para evitar la entrada y propagación de Xylella fastidiosa, sobre todo de material susceptible de estar infectado a través de la Decisión de Ejecución (UE) 2015/789 de la Comisión de 18 de mayo de 2015 sobre medidas para evitar la introducción y propagación dentro de la Unión de Xylella fastidiosa.

Una vez detectado un foco en la planta o árbol, es importante saber que los tratamientos químicos contra esta bacteria ya no son suficientemente efectivos. Tras su presencia es necesario la eliminación del frutal o planta afectada. También es muy recomendable tratar con insecticidas los árboles y vegetación cultivada o silvestre circundante, para eliminar los posibles insectos vectores, así como establecer un programa de vigilancia en años sucesivos para intentar evitar el rebrote de la enfermedad.

Descarga en PDF del listado de plantas que deben acompañar el pasaporte fitosanitario con respecto al control de la Xylella fastidiosa elaborado por la Comisión y que procedan de la UE a fecha 20 de julio de 2017.