Una de las plantas cultivadas en un huerto urbano es la marihuana. En anteriores artículos ya hemos tratado aspectos como por ejemplo ‘las semillas de marihuana en España’, ‘el cultivo de la marihuana en maceta’, ‘el cultivo de la marihuana en huerto’ o ‘cómo sembrar marihuana con éxito’. En esta ocasión vamos a tratar el tema de las tierras y sustratos, ya que son muchas las consultas que llegan a nuestra redacción sobre este tema.

Siempre hacemos hincapié en que en la mayoría de los casos, la calidad de los sustratos viene dada por su forma de manejo. Todos los sustratos poseen unas características físicas y químicas y conocerlas nos permite incidir en el riego y la fertilización de modo que le saquemos sus máximas prestaciones.

Como reflexión, sabemos que se puede cultivar la marihuana en hidroponía, por ejemplo sobre lana de roca. ¿Habrá algo más inerte en el mundo de los sustratos? Y sin embargo con un buen manejo de la fertirrigación y control climático permite cultivar marihuana con éxito sobre él.

Tierras para el cultivo de marihuana

Cuando nos referimos a tierras para el cultivo de marihuana, en la mayoría de casos hablamos de plantas cultivadas sobre el terreno, sobre la propia tierra de campo del huerto o jardín. En estos casos, lo recomendable es ver y analizar las características de esta tierra y si vemos que no es la adecuada, mejorarla con la mezcla de una serie de materias primas que den como resultado una tierra más adecuada para su cultivo.

Otro aspecto a tener en cuenta es que cuando cultivamos sobre la tierra se suele hacer también al aire libre y no bajo invernadero. Es estos casos es vital que elijamos la época adecuada para su cultivo, de forma que la climatología juegue a favor de este. Para ello, según dónde nos encontremos, comenzaremos su siembra o plantación sobre el terreno a finales de invierno o principio de primavera, una vez no tengamos riesgo de heladas: La marihuana se cultiva al aire libre durante la época cálida del año.

Por suerte para sus cultivadores, la marihuana tienen una gran capacidad adaptativa al medio donde se encuentren. Es una planta muy rústica, salvo determinados híbridos cuyas características genéticas tienen mermadas algunas cualidades como por ejemplo su sistema radicular o debilidad ante determinadas enfermedades. Como contrapartida suelen ser más floríferas o producir más THC por ejemplo.

Así, para comenzar correctamente el cultivo de marihuana sobre tierra de campo o jardín, elegiremos una zona soleada y estableceremos su cultivo durante la época cálida del año. En cuanto al terreno nos preocuparemos de que sea del tipo franco, que no sea ni excesivamente arcilloso ni arenoso.

La tierra no debe estar apelmazada por lo que la trabajaremos para airearla y expandirla, aprovechando esta labor cultural para añadirle un fertilizante de fondo y aquellas materias primas que nos ayuden a mejorar las características físicas de este terreno. Un terreno franco se considera que tiene un 40% de arena, un 40% de limo y un 20% de arcilla. Pero esta proporción no es del todo válida si no se analiza en su contexto global, en el que en un volumen de tierra debe haber:

  • Un 45% de materia mineral.
  • Un 5% de materia orgánica.
  • Un 25% de aire.
  • Un 25% de agua.

A partir de aquí, si el terreno es arcillosos añadiremos arena y si es al contrario… arcilla, además de aportar materia orgánica bien descompuesta si vemos que carece de ella. Con respecto a la materia orgánica, puede ser del tipo estiércol ya fermentado, compost o humus por ejemplo, en todos los casos estamos hablando de enmiendas orgánicas.

Sustratos para plantas de marihuana

Por el contrario, cuando estamos hablando del cultivo de la marihuana en maceta, estamos pensando en un sustrato prefabricado, del que podemos encontrar en centros de jardinería, floristerías y demás puntos de venta especializados ya sean físicos u online.

Hay fabricantes de sustratos que formulan sustratos especiales para marihuana. En tal caso el problema está resuelto. Si no es así, podemos recurrir a un sustrato universal, sustrato para plantas de interior o un sustrato para plantas de exterior por ejemplo. Todos son válidos y lo recomendable en este caso es que tengamos mucho cuidado con el riego y la fertilización.

Un sustrato para plantas de interior tendrá en su composición más turba rubia que un sustrato universal, por lo que lo regaremos menos ya que retiene proporcionalmente más humedad. En este mismo sentido, estos sustratos ya se comercializan con un determinado grado de fertilización de fondo, por lo que comenzaremos a abonar al mes de su plantación y a las dosis más bajas recomendadas por el fabricante. El motivo es que como nos encontramos en épocas de calor, regamos y por lo tanto fertilizamos, con más frecuencia.

Lo dicho, si hacemos un buen uso del sustrato elegido para el cultivo de la marihuana, este se desarrollará con grandes posibilidades de éxito.