La variedad de uva Pansa blanca tiene su posible origen en Cataluña, siendo la tercera uva básica en la elaboración de los cavas junto a las variedades Parellada y Macabeo. En estos cavas, la variedad de uva Pansa blanca aporta al cava cuerpo y estructura.

Con nombres como Cartoixá, Cartuja blanca, Cartuxa, Pansá, Pansá Rosa, Pansal, Pansalet, Pensal Blanco, Viñate, Xarel-ló, Xarelo, Xarelo Blanco, Xarello, Premsal Blanc, Premsal moll, Pansa valenciana, Panser, Palop, Cartoixa, Planta valenciana, Planta Bona en el Levante, … se denomina, según lugares, a la variedad de uva Pansa blanca.

Como curiosidad, es Xarel·lo el nombre con el que se denomina a esta variedad de uva blanca en la Denominación de Origen Vinos de Alella. Si bien, en esta región se la considera una variedad autóctona, hoy en día, también es una variedad extensamente cultivada en la Denominación de Origen de Penedès y en el Campo de Tarragona.

Así y en general, entre las zonas donde se cultiva la variedad de uva Pansa blanca están las de Alella, Costers del Segre, L’Empordá-Costa Brava, Penedés, Pla del Bages, Priorato y Tarragona.

Racimo de la variedad Pansa blanca

Las viñas de uva Pansa blanca.

La variedad Pansa blanca es poco exigente con la composición del suelo, aunque los prefiere poco compactos y se adapta perfectamente a los microclimas de esta cuenca mediterránea.

Esta presenta pámpanos erguidos y de brotación lenta, lo que la hace más resistente a las heladas tardías de primavera. En cultivo, prefiere la técnica de apoyo en espaldera.

Sus viñas producen racimos de tamaño medianos pero densos, siendo sus bayas compactas, esféricas y dulces, de color amarillo ámbar y hollejo grueso.

La maduración de sus uvas, en la Denominación de Origen Vinos de Alella, se sitúa sobre la última quincena del mes de septiembre.

En cuanto a su producción, es bastante irregular, ya que es muy sensible a las heladas y a las enfermedades como el mildiu.

Vinos con uva Pansa blanca.

Esta variedad es una de las uvas blancas con mayor calidad y personalidad, produciendo vinos equilibrados, consistentes, aromáticos y de elevada acidez, con aromas frescos y frutales (manzana).

Destacar que, como vino, puede seguir madurando en botella durante muchos años, así como es utilizada para ir complementando a otras variedades.

El coupage, mezcla de diferentes tipos de uva en una misma botella, buscando un resultado diferente en la composición del mosto, de la Pansa blanca, junto con la Parellada y Macabeo, ha sido la combinación clásica que tradicionalmente se han empleado para la elaboración del cava.

Racimo de uva madura de la variedad Pansa blanca

Vinos de Pansa blanca de Alella.

Una tendencia que se lleva haciendo durante estas últimas décadas por los viticultores, entre otros lugares como los de la zona vitícola de Alella, es la recuperación de cepas viejas para elaborar vinos 100% de la variedad Pansa blanca. El resultado son vinos de crianza, de estructura corporal, secos, con una acidez que les imprime frescura y de aromas complejos. Destacar que también son populares en esta zona vinícola las variedades de una Garnacha blanca y Picapoll blanca, por ejemplo.

Estos vinos aportan diferentes matices según el método de crianza:

  • Criados en barrica: Aportan unos característicos aromas a manzana cocida al horno.
  • En maceraciones peliculares: El hollejo transmite al vino un color amarillo brillante, a la vez que aporta unos aromas mucho más complejos, con notas de melocotón de viña y albaricoque.
  • En elaboraciones en acero inoxidable: El vino blanco posee aromas a frutas blancas, manzana fresca y pera.

Independientemente del método elegido, en boca, los vinos elaborados con Pansa blanca tienen un final característico e identificativo: el amargo-cítrico muy elegante del almendruco verde.