Los huertos urbanos forman parte de las diferentes formas de ocio por las que se pueden optar. Aunque bajo este nombre tendemos a pensar en un espacio donde poder cultivar, la realidad es que los hay de diferentes modalidades según donde se encuentren: hay huertos urbanos de jardín, de campo, de terraza o balcón,… sin olvidar los de carácter social orientados a la tercera edad, formativos en escuelas, etc. y cada modalidad marca en gran medida las posibilidades de su uso.

Son muchas las preguntas que nos llegan a la redacción sobre cómo instalar un huerto urbano, cuando y cuanto hay que regar, qué productos comprar, etc. Son muchas y difíciles de contestar con rigor ya que cada caso es único con soluciones concretas. En este post y a modo de generalidades, pretendemos resolver algunas de ellas.

En todos los caso hay que dejar claro que tanto el sentido común como el conocimiento sobre la especie a cultivar, contestan de forma eficaz la mayoría de preguntas. Las que no, tengamos la sana costumbre de preguntar a nuestro proveedor de productos ya que para ellos también es muy importante que nuestros cultivos tengan éxitos… un cliente contento es el cliente ideal.

¿Qué es lo primero en lo que hay que pensar para crear un huerto en casa?

Lo primero es ver y saber los condicionantes de la vivienda para adaptarlo a las posibilidades reales y poder sacarle el máximo partido. Las características de nuestra vivienda nos intuirá el tipo de huerto que podemos tener. Si tenemos jardín podremos reservar una zona para adecuarlo como huerto, plantando hortícolas, frutales, aromáticas e incluso algunas plantas ornamentales en función del espacio disponible. En este tipo de huerto, podremos plantar directamente sobre la tierra del jardín.

Si por el contrario vivimos en un edificio sólo tendremos la opción de la terraza o el balcón. Aquí, la orientación y dimensiones del mismo jugarán un papel muy importante. En estos casos cultivaremos en macetas y jardineras, así como en macetas colgantes si procede para el cultivo de fresas por ejemplo.

Otro punto muy importante de inicio es estudiar la zona geográfica en que vivimos. Esta nos marcará la climatología reinante, la duración de los periodos climatológicos ya que no dará lo mismo vivir en una zona centro de España con una climatología continental, que en la costa de Andalucía con un clima mediterráneo y en algunos puntos incluso subtropical.

¿Es posible tener un huerto urbano en todas las viviendas?

Inicialmente la respuesta es sí. Si tenemos espacio y recipientes donde cultivamos plantas ornamentales, estas pueden ser sustituidas parcial o totalmente por hortícolas, aromáticas e incluso algún frutal.

Gracias al esfuerzo de muchas empresas fabricantes de productos para la jardinería, han incluido en su catálogo productos adaptados para el huerto urbano. Ejemplos de ellos son las mesas de cultivo, sustratos especiales para hortícolas, herramientas de mano, fertilizantes especiales para frutales y hortícolas, etc.

Aun así, debemos tener en cuenta el espacio disponible, la orientación del balcón, cantidad de luz disponible a lo largo del día, etc. Por ejemplo, un balcón muy sombrío será ideal para cultivos como la acelga, lechuga, rúcula… y no tanto para tomates o berenjenas por ejemplo… y al contrario.

En todos los casos, debemos tener cuidado con el riego y las normativas del vecindario.

Frutos de berengena

¿Se puede cultivar de todo?

La respuesta es no. El espacio, ubicación y recipientes de cultivo son limitantes importantes en este aspecto. También el tiempo disponible para su cuidado ya que si tenemos largos periodos de ausencia dificulta enormemente su cuidado: son seres vivos con atenciones mínimas pero continuas.

Un buen consejo es pasear por los campos lindantes de la zona. Estos nos mostrarán las especies de hortícolas y frutales más apropiados ya que los agricultores cultivan aquellas especies que mejor se desarrollan en sus campos.

A partir de ahí, no está de más recurrir al asesoramientos de la floristería o el centro de jardinería más cercano. Estos a su vez nos pueden proveer de las semillas, planteles, sustratos, recipientes, etc. más adecuados según nuestras necesidades.

¿Se pueden conseguir productos como los que salen en el campo? ¿O plantar un huerto en casa es una imitación de mala calidad?

Podemos afirmar que bien cultivados, incluso mejor. Es una gozada comerse una fresa, un tomate o un rabanito recién recolectado.

Como en todo, cuando las cosas se hacen bien, los resultados también son buenos e incluso excelentes.

Juguemos a una reflexión bastante sencilla: una semilla es en realidad una ‘carga genética’ que si se rodea adecuadamente de aquellos factores como la temperatura, la humedad, el sustrato, el fertilizante, la luz… e incluso las labores propias de cultivo (siembra, trasplante, poda, tutorado, etc.), dará como resultado una planta vigorosa, sana y con una cosecha excelente. Para ello es necesario el compromiso del cultivador, ya sea profesional o aficionado. Conocer bien el cultivo y una buena actitud para aplicarlo es la clave del éxito.

Mesa de cultivo para huertos urbanos

En verano ¿Qué planta o plantas necesitan calor y crecen mejor en esta estación del año? ¿Por qué?

Siempre hemos oído la frase de ‘comprar frutas y hortalizas de estación’. Esta expresión es clave cuando la aplicamos en el huerto urbano. En él no suele haber invernaderos por lo que debemos optar por aquellos cultivos propios de la estación del año que nos encontramos.

El clima es un factor que aliado nos evitará muchos problemas. Por ello, en verano evitaremos los cultivos propios de invierno como son la alcachofa, las coles, las habas,… y optaremos por los de clima cálido, que por otra parte componen el catálogo más grande: tomates, berenjenas, pimientos, pepinos, calabacín, fresas, rabanitos y cebollas por ejemplo.

Por otra parte, hablar de alguna especie es hablar de muchos tipos como por ejemplo en ‘rama’, ‘tipo pera’, ‘cherry’,… en tomates o ‘del piquillo’, ‘lamuyo’, ‘italiano’, ‘de padrón’,… en pimientos.

Si queremos tener algún frutal, al contrario que pasa con las hortícolas que suelen estar en el huerto unos cuatro meses como media, dará su cosecha en la época propia del frutal, pero este estará en huerto durante varios años.

¿Es fácil conseguir que la planta germine? ¿Cuánto tiempo requiere su cuidado?

Si tenemos experiencia, y esta se consigue insistiendo en el cultivo, conseguiremos que nuestros semilleros germinen con éxito.

Hay que conocer la variedad a sembrar y las condiciones propias de cada una de ellas. Estos datos vienen bastante bien indicados en el propio sobre de semilla.

En todos los casos es muy importante que una vez hemos realizado la siembra, no le falte humedad al sustrato hasta que la germinación esté completada y las plántulas tengan de dos a cuatro hojitas verdaderas (los cotiledones no cuentan).

¿Qué hay que hacer si nos queremos ir unos días de vacaciones?

Si nos vamos de vacaciones, el mejor consejo es esperar a la vuelta y en vez de partir de semilla, comprar plantones en un centro de jardinería. Con ello conseguiremos recuperar el tiempo perdido e incluso adelantar el cultivo.

¿Qué consejos nos pueden dar sobre el agua, la luz del sol, la tierra, los utensilios y demás factores que influyan en su crecimiento?

Todos estos factores son importantes, es más, casi todos ellos vitales para el buen crecimiento de cualquier planta.

Pero también es cierto que las necesidades de cada especie suele variar de unas a otras. Por lo tanto, dar un dato concreto y genérico es un error.

Por dar unos consejos, que en todo caso deben de entenderse como base orientativa, pueden ser:

  • Riego: Evitar el encharcamiento, riegos moderados para mantener el sustrato húmedo, sobre todo en las épocas de mayor calor y crecimiento de la planta.
  • Luz: Evitar tener las plantas apiñadas para que crezcan más compactas, bien aireadas y con ello conseguiremos además plantas más sanas porque las plagas y enfermedades tendrán peores condiciones para su desarrollo.
  • Tierra: Elegir normalmente los sustratos porosos y que drenen bien, adecuadamente fertilizados y sobre todo poner a disposición de la planta la cantidad suficiente.
  • Abonado: Frecuente y en dosis bajas. Como nosotros, las plantas también deben de comer cada día y nunca en cantidades excesivas.

Frutos de tomate verdes

¿Todos los productos que se venden para el cuidado de la planta son igual de buenos? ¿Podemos comprar en cualquier sitio?

Actualmente, casi todos aquellos productos de baja calidad han dejado de estar en el mercado. Aun así siempre hay calidades y quien mejor nos puede asesorar es el responsable del punto de venta.

Estos productos se pueden encontrar principalmente en centros de jardinería, grandes centros comerciales especializados y floristerías.

¿Es fácil que mueran pronto mis plantas? ¿Qué precauciones se deben tomar?

No. Cada especie tiene su ciclo de vida y si sucede dentro de la normalidad será propio de ‘ley de vida’.

Conocer lo mejor posible la especie cultivada no sólo nos ayudará a sacarle el máximo rendimiento, sino también a evitar frustraciones y contemplar su muerte no como un fracaso sino como parte del ciclo de lo que sucede en nuestro huerto urbano.

Hay plantas como los rabanitos que tienen un ciclo de apenas dos meses, las lechugas alrededor de los 90 días o los tomates que superan los 120 días. Hay aromáticas como la albahaca que tiene un ciclo de unos seis meses, mientras que un romero lo tiene de varios años. Y si hablamos de frutales, los años son sus unidades de vida. Cada planta es un mundo en sí misma.

Teniendo en cuenta que queremos comer sus frutos, ¿hay algún cuidado especial para que la fruta, la verdura, las hojas (dependiendo de la planta que se trate) salga bien de tamaño y en buenas condiciones?

Cada tipo de planta nos da unas características de cosecha. Las hortalizas de hoja, como su nombre indica, nos da sus hojas para recolectarlas. Lechugas, acelgas, espinacas, rúculas son un claro ejemplo. Las zanahorias, rábanos, apio, chirivía, ajos, patatas, cebollas son denominadas hortalizas de raíz. Y tomate, pimiento, pepino, berenjena, melón, calabacín… de fruto.

Como ya hemos avanzado, conocer las condiciones y necesidades de cultivo propias de cada especie, gestionar los condicionantes de ubicación de nuestro huerto urbano como ubicación, orientación, etc. son factores que bien llevados a la práctica son vitales para conseguir cosechas de forma exitosa.