La planta de pepino es frondosa con grandes hojas, puede estar tutorada en vertical o cultivada de forma rastrera y por lo tanto en contacto con el suelo. Es vigorosa y crece en ambientes cálidos. En definitiva, es una planta muy apetecible para diversas plagas y si además su cultivo no está en perfecto estado de aireación, nutricional y de humedad, también para un gran grupo de enfermedades.

Por supuesto, el riesgo de plagas y enfermedades que se pueden dar en el cultivo del pepino, también estarán vinculadas en mayor o menor medida en la calidad de las prácticas culturales aplicadas en cultivo (nutrición, riego, poda, ventilación, etc.), así como si se realiza al aire libre o bajo invernadero y tipo de cubierta (plástico o malla de monofilamento).

Destacar que los productos para tratamientos químicos no son mencionados en este artículo porque las legislaciones de los países no siempre coinciden en su legalidad, además de que ciertas materias activas pueden ser retiradas del mercado a lo largo del tiempo.

Plagas más importantes del pepino

Araña blanca

Se trata de la especie Polyphagotarsonemus latus. Si bien ataca principalmente a la planta de pimiento, también lo hace a la del tomate, berenjena, judía y por supuesto a la del pepino.

A diferencia el ataque de la araña roja, los síntomas en este caso aparecen con una coloración verde intensa de las plantas, acompañada de un enanismo de la misma y el rizado de los nervios en las hojas apicales y brotes. En cambio, como coincidencia se dispersa rápidamente en épocas calurosas y secas.

Araña roja

Realmente se pueden presentar diferentes especies, por ejemplo, aunque la más común sea Tetranychus urticae, Tetranychus turkestani o Tetranychus ludeni también se pueden presentar durante su cultivo, produciendo daños similares.

Todas ellas sitúan su ataque en el envés de las hojas, generando decoloraciones generales en la hoja con punteaduras blanquecinas, producto del vaciado de las células de las que se alimentan. Si su ataque es severo pueden llegar a producir la desecación o incluso defoliación total de la planta. Les favorece las temperaturas altas y escasa humedad relativa.

Como control preventivo conviene desinfectar las estructuras y suelo antes de la plantación si el lugar ya acogió problemas de araña roja, evitar las malas hierbas y restos de cultivo, así como controlar el abonado nitrogenado. El control biológico se basa en establecer especies de Amblyseius californicus, Phytoseiulus persimilis y Feltiella acarisuga.

Pulgones

Básicamente, las especies más comunes son Aphis gossypii y Myzus persicae. Su diferencia más relevante entre ellos son sus sifones ubicados en el abdomen. Mientras los del género Myzus son completamente verdes, los del Aphis son negros. Invaden principalmente las puntas de los tallos más jóvenes formado colonias que agotan a la planta, a la vez que pueden contribuir a la transmisión de ciertas virosis. Las formas aladas de estos pulgones se distribuyen principalmente en primavera y otoño.

El control preventivo es similar al descrito para la mosca blanca. En cuanto al control biológico, son adecuadas las especies Aphidoletes aphidimyza, Aphidius matricariae, Aphidius colemani y Lysiphlebus testaicepes.

Orugas

Son un grupo de lepidópteros compuesto por la Spodoptera exigua, Spodoptera litoralis, Heliothis armigera, Heliothis peltigera, Ostrinia nubilalis, Chrysodeisis chalcites y Autographa gamma principalmente. La biología entre todas ellas es similar, al igual que los daños ocasionados.

Todas ellas pasan de 5 a 6 estados larvarios tras eclosionar sus huevos, pasan su fase de pupa y de ahí a su fase adulta para proceder al apareamiento y nueva puesta de huevos.

Sus daños se centran en la alimentación de la planta, ya que tienen un aparato bucal masticador. Estos daños se ubican en la planta según el tipo de especie atacante:

  • En las hojas. Spodoptera exigua, Spodoptera litoralis, Autographa gamma y Chrysodeisis chalcites.
  • En los tallos. Spodoptera exigua, Spodoptera litoralis, Heliothis armígera y Heliothis peltigera.
  • En los frutos. Ostrinia nubilalis, Heliothis armígera y Heliothis peltigera.

Su control preventivo se basa en la colocación de mallas, eliminación de malas hierbas y restos de cultivo, colocación de trampas de feromonas y trampas de luz. El control biológico mediante sueltas de Apantelles plutellae.

Trips

Se trata de la especie Frankliniella occidentalis. Sus daños, como en algunas otras plagas pueden ser directos e indirectos. En estos últimos, como trasmisor del virus del bronceado del tomate (TSWV), que además de esta planta también afecta al pepino, pimiento, berenjena y judía.

Sus daños directos son fruto de la alimentación tanto de sus larvas como de sus adultos. Sus picaduras dejan un aspecto plateado de las hojas atacadas. Estos ataques se centran en el envés de las hojas. También atacan a las flores. Las puestas las realiza dentro de los tejidos vegetales de las hojas, frutos flores.

Su control preventivo es similar al de la mosca blanca o pulgones. Y el control biológico mediante los depredadores Amblyseius barkeri, Aeolothrips spp. y Orius spp.

Mosca blanca

Bajo este nombre se engloba a la Trialeurodes vaporariorum y la Bemisia tabaci. Los dos géneros colonizan las partes más jóvenes de la planta, realizando sus puestas en el envés de las hojas. Su estado larvario consta de tres fases y son móviles, el siguiente es el de pupa, de donde emerge el adulto en forma de mosca alada.

Sus daños directos ocasionan el amarillamiento y debilitamiento de la planta como consecuencia de la alimentación (absorción de la savia de las hojas), tanto de las larvas como de los adultos. Indirectos, por una parte está la aparición de la negrilla que se asienta sobre la melaza emitida por el insecto, por otra la transmisión de virus. En este último caso, la Trialeurodes vaporariorun es transmisora del virus del amarillamiento en cucurbitáceas y la Bemisia tabaci, aunque de muchos, posee especial relevancia el virus del rizado amarillo de tomate (TYLCV), también conocido como “virus de la cuchara”.

Su control preventivo se centra en la colocación de mallas de monofilamento en las zonas abiertas del invernadero (puertas y ventanas), mallas cromáticas, limpieza de malas hierbas y restos de cultivos. En cuanto a su control biológico los enemigos naturales según el tipo de mosca blanca son:

  • Trialeurodes vaporariorum. Encarsia formosa, Encarsia transvena, Encarsia lutea, Encarsia tricolor, Cyrtopeltis tenuis, Eretmocerus californicus
  • Bemisia tabaci. Eretmocerus mundus, Encarsia transvena, Encarsia lutea, Cyrtopeltis tenuis, Eretmocerus californicus, Eretmocerus sineatis.

Minadores de hoja

Básicamente le atacan las tres especies Liriomyza trifolii, Liriomyza strigata y Liriomyza huidobrensis. En estado adulto, sus hembras inyectan sus huevos dentro del tejido de las hojas jóvenes. Nada más eclosionar, sus larvas se alimentan del interior de dichas hojas, ocasionando las típicas galerías con forma errática que recorren la hoja afectada. Finalizada la fase larvaria, estas salen de las hojas para pupar ya sea según la especie en el suelo o en las hojas, dando lugar a la eclosión de los adultos.

El control preventivo es similar al de la mosca blanca, trips o pulgones. El control biológico mediante sus depredadores Diglyphus isaea, Diglyphus minoeus, Diglyphus crassinervis, Chrysonotomyia Formosa y Hemiptarsenus zihalisebessi.

Nematodos

Incluimos en plagas del pepino los nematodos Meloidogyne javanica, Meloidogyne javanica, Meloidogyne arenaria y Meloidogyne incognita. Estos atacan a casi todos los cultivos hortícolas a nivel radicular, ocasionándoles en sus raíces los característicos nódulos.

Los daños son como consecuencia de la obstrucción de vasos que impiden la absorción por las raíces, así por la alimentación de los nemátodos que debilitan la planta. Estos penetran en las raíces desde el suelo y las hembras fecundadas, junto con la hipertrofia que producen en los tejidos afectados de las raíces, forman estos nódulos, que cuando se producen varios a lo largo de las raíces crean los típicos “rosarios”.

Las plantas afectadas mantienen un menor desarrollo e incluso enanismo y aparecen síntomas de marchitez en las hojas durante las horas de más calor, a la vez de clorosis que avanza según pasa el tiempo. Además, son vectores de virus y con sus heridas facilitan la entrada de hongos y bacterias.

Los nematodos se transmiten por cualquier método con relación al suelo: riego, calzado y herramientas que tengan contacto con la tierra.

El control preventivo se basa en utilizar planteles exentos de nematodos y desinfección del suelo si ha habido ataques anteriores, en este caso mediante esterilización con vapor o solarización. Para su control biológico, se suelen utilizar preparados a base del hongo Arthrobotrys irregularis.