El cultivo del eneldo en un huerto urbano es relativamente sencillo y se puede afirmar que no suele tener problemas fitosanitarios y de tenerlo, en la mayoría de casos es consecuencia de unas malas prácticas de cultivo como por ejemplo de las derivadas de una incorrecta fertilización, exceso en densidad de plantación, inadecuada exposición, etc.

Aunque con el eneldo estemos ante una planta rústica una técnica que nos evitará problemas, entre ellos fitosanitarios, será el renovar el sustrato para cada cultivo si este se realiza en maceta, jardinera o contenedor. En el caso de cultivarse sobre el terreno la estrategia será ir desplazando las plantaciones en zonas distintas, evitando plantarlo en el mismo sitio por lo menos con dos años de diferencia.

Otro tema es cuando el cultivo se realiza a nivel profesional. En este caso como en menor o mayor medida se le somete a un cultivo intensivo, si se suelen presentar estos problemas fitosanitario. Por ello a continuación vamos a exponer las plagas y enfermedades más probables que se puedan presentar en el eneldo.

Plagas del eneldo

En el caso de las plagas del eneldo, los que lo cultivan profesionalmente prestan especial interés a los caracoles y las babosas, especialmente en las primeras fases de cultivo, tras la germinación, cuyos tiernos brotes son muy apetecible para estas plagas.

Una práctica muy recurrida es la de esparcir un producto en cebo al inicio de la germinación para eliminar evitar la presencia de caracoles y las babosas en esta etapa. Una vez la planta ha adquirido tamaño, incluso la presencia de alguno de ellos no suponen riesgo para el cultivo del eneldo.

Enfermedades del eneldo

Algo similar sucede en el caso de las enfermedades del eneldo. Pero como en el caso anterior, las primeras fases de su cultivo son las más delicadas y para evitarlas suelen recurrir al recubrimiento de la semilla con algún producto fungicida ya sea orgánicos e inorgánicos, que contribuya a eliminar y/o prevenir el ataque de posibles hongos.

El eneldo, como hemos avanzado es una planta muy rústica, hasta el extremo que se le atribuyen a sus aceites esenciales una serie de cualidades inhibidoras del crecimiento de determinados hongos. Un ejemplo de ello sucede con la Rhizoctonia solani. Este hecho no es patrimonio del eneldo, también se ha observado en diferentes especies de Umbelíferas.

En esta línea, se documentan ensayos en laboratorio en los que se ha aplicado aceites esenciales sobre determinados hongos patógenos y se ha constatado esta propiedad inhibidora. Algunos de los hongos con los que se ha experimentado son Verticillium sp, Rhizoctonia solani, Pythium aphanidermatum, Pythium debaryanum, Pythium mastophorus, Fusarium moniliforme, Fusarium oxysporum, Fusarium circinalis, Fusarium udum, Colletotrichum sp, Alternaria alternata, y Alternaria solani.

En el caso de ataques de Alternaria sp, sobre todo por la Alternaria alternata, puede provocar importantes pérdidas económicas en cultivos extensivos en el caso de que la enfermedad se desarrolle con fuerza.

De aparecer el Pythium mastophorus ataca especialmente a las plántulas de eneldo durante el periodo de germinación, evolucionando hacia una típica podredumbre radicular terminando con muerte de plántulas.

En zonas de cultivo intensivas también se han encontrado problemas fitosanitarios provocados por virosis, pero son problemas muy esporádicos y que rara vez se nos puede presentar en cultivo en huertos urbanos.