El eneldo es una planta aromática y condimentaria, a la que también le podemos añadir su valor decorativo. Es muy rústica y eso la hace muy apta para ser cultivada en cualquier modalidad de huerto urbano.

A nivel profesional se cultiva en países como Alemania, Hungría, Italia, Inglaterra, Holanda, India, Pakistán, Estados Unidos,… y su producción va destinada a mercados del sector farmacéutico, cosmético, alimentario y de los licores. Es fácil encontrar las semillas de eneldo en la sección de especias de los supermercados o en las herboristerías en las que se destaca sus propiedades carminativas, estimulantes, estomacales, digestivas, etc. y por supuesto en la sección de frutas y hortalizas en verde para condimentar con sus hojas ciertos platos gastronómicos.

Anethum graveolens

Su nombre científico es Anethum graveolens si bien es más conocida como eneldo o abesón y pertenece a la familia de las Umbelliferae. La describió Carlos Linneo publicándola en su Species Plantarum. El nombre Anethum proviene del griego anethon que significa precisamente eneldo y graveolens como epíteto latino que significa ‘con fuerte olor’.

Es una planta anual por lo que toda su vida en cultivo se desarrolla dentro del año. Su origen se sitúa en oriente y la zona de la cuenca del Mediterráneo. De hecho se puede encontrar de forma espontánea creciendo en muchas zonas de Europa y África lindantes al Mediterráneo, en la Rusia Meridional e incluso en zonas de Asia con clima similar.

Su raíz es pivotante, propia de muchas plantas nacidas de semilla y si se restriega o aplasta desprende un desagradable olor. Como planta anual de porte herbáceo alcanza una altura según las condiciones de campo y clima de entre 30 centímetros y el medio metro. Su tallo es frágil, estriado y hueco, mientras que sus hojas comestibles son tri tetra pinnatisectas finamente divididas, de color verde.

En cuanto a sus flores son de color amarillo que aparecen agrupadas en umbelas con una cantidad de radios que oscilan entre los 15 y 30 según el tamaño de la flor y condiciones de cultivo. Estos son desiguales y no contienen ni brácteas ni bractéolas. Estas flores carecen de cáliz y sus pétalos son amarillos, enteros oblongos con el ápice curvado hacia dentro. Cuando son fecundadas generan los frutos, también comestibles y muy aromáticos de sabor picante, con un tamaño medio de unos 5 milímetros, con forma oval-elípticos, fuertemente comprimidos por el dorso de color marrón oscuro, rodeados de un ala clara.

El eneldo es una hierba culinaria con una larga historia y actualmente una de las especias y condimento que no suele faltar en las cocinas, quizás porque su sabor no es igualado por ninguna otra hierba.

Si el propósito de su cultivo en nuestro huerto urbano es utilizar solo sus semillas, con una sola cosecha de unas dos tres plantas, tendremos más que suficiente para todo un año. Si queremos ir aprovechando sus hojas, igualmente necesitaremos dos o tres plantas pero manteniendo su cultivo mediante diferentes siembras, durante el mayor tiempo posible ya que el clima marca su periodo vegetativo.

Los antiguos textos egipcios ya mencionan el eneldo, así como los romanos y griegos que aconsejaban también su uso por los efectos beneficiosos de esta aromática. En España se viene usando en la elaboración de muchos platos, entre ellos en los guisos de pescado porque mejora su sabor y los hace más fáciles de digerir.