El almendro es uno de los primeros frutales en florecer. En un huerto urbano, verlo florecer trasmite una sensación de que está finalizando el invierno y el buen tiempo está a la vuelta de la esquina. Para todos es un placer el contemplar sus flores en días todavía de invierno. Lo mismo sucede cuando se visitan las zonas de cultivo, cada vez más en España, llegando a ser todo un espectáculo equivalente a las de otras especies como por ejemplo las del cerezo. Tal es el caso de que muchas ciudades y comarcas lo utilizan como reclamo turístico, especialmente para los amantes de la fotografía.

Prunus amygdalus

Para conocer un poco más esta especie de frutal, diremos que el almendro es originario de las regiones montañosas de Asia Central y que su cultivo en España data desde hace más de 2.000 años. Pertenece a la familia de las Rosaceae y su nombre botánico es Prunus amygdalus.

Morfológicamente, su sistema radicular en campo es de gran volumen y longitud, configurado por unas pocas raíces de gran diámetro que se desarrollan en amplitud y profundidad, saliendo de ellas sucesivas ramificaciones de menor grosor y longitud.

El tronco del almendro es liso en la juventud, pasando a ser de corteza agrietada con el tiempo. En cuanto al color de su madera, en el caso del árbol joven su corteza es de color verde… volviéndose marrón y grisácea conforme se hace adulto.

Técnicamente, el almendro tiene diferentes órganos fructíferos que se les denomina con nombres como ‘ramos mixtos‘, ‘las chifonas‘ y ‘los ramilletes de mayo‘, estos últimos son los más importantes ya que presentan yemas solitarias. El saber identificarlas es fundamental de cara a mantener una poda inteligente que garantice su productividad. Respetar estos órganos fructíferos y equilibrar el número de ellos tras cada poda invernal, permitirá regularizar su fructificación año tras año.

Sus hojas son de color verde intenso, con forma lanceolada, larga, estrecha y puntiaguda. Sus flores tienen cinco sépalos y cinco pétalos, estos con colores variables entre blanco y rosado según la variedad.

Árbol de almendro en flor

El almendro requiere polinización cruzada

Una vez fecundadas sus flores, producen el fruto llamado almendra. Este es técnicamente una drupa de cáscara dura, normalmente con una sola semilla, la cual es comestible y que posee dos tegumentos envolventes.

Es muy importante saber que si deseamos tener una buena cosecha de almendras en nuestro huerto urbano, tendremos que tener plantados como mínimo dos árboles de variedades distintas y compatibles desde el punto de vista de polinización. El motivo es que el almendro es una especie auto incompatible a nivel de autofecundación, por lo que requiere la polinización cruzada.

Dicho de otro modo, aunque cada una de sus flores contiene los dos sexos, estos maduran en fechas diferentes. Así, si tenemos dos variedades con fechas de floración ligeramente desplazadas en el tiempo, obtendremos en su conjunto una mayor cantidad de flores cuajadas.

Técnicamente se le llama a una de estas variedades polinizador y se cultiva dentro de la plantación en menor cantidad con respecto a la variedad principal que es la más comercial. Al margen de ello se busca que ambas variedades sean de interés para el comercio. Y no debemos de olvidar que el trabajo de las abejas también es fundamental.

Tabla de floración y maduración de almendros

Tabla de floración y maduración de almendros

Sí. No todas las variedades de almendros florecen a la vez y tampoco lo hacen en su maduración. Como ejemplo gráfico de ello mostramos esta gráfica en la que se comparan los períodos de floración y maduración entre distintas variedades de almendros. En concreto entre las variedades Desmayo largueta, Marcona, Marta, Antoñeta, Ferragnès, Penta y Tardona.

Estas fechas también varían notablemente cuando se altera su altitud y latitud ya que las condiciones climáticas les afectan directamente. Recordemos que para florecer, el almendro necesita determinadas horas frío y estas son propias de cada variedad. En referencia a la tabla mostrada, los datos están referidos a la zona geográfica de Baza (Granada – España) que posee una altitud de 850 metros sobre el nivel del mar.