El cultivo del kiwi sólo lo recomendamos en huertos urbanos de campo ya que en otras modalidades como son los de terrazas o balcones nos dará numerosas complicaciones: debemos tener un mínimo de dos plantas (macho y hembra) para una correcta polinización, es una trepadora de gran tamaño y necesitará de estructuras de apoyo especiales, etc.

Para el cultivo del kiwi en huertos urbanos de campo debemos tener en cuenta la necesidad de instalar una estructura que permita tutorar la planta de forma parecida a como lo haríamos con la parra. Además, es muy aconsejable disponer de una cubierta de monofilamento sobre la estructura para crearle un microclima que le ayude a vegetar mucho mejor.

Esta modalidad de cultivo, con estructura alzada y gran parte de la planta suspendida, ocupará bastante superficie, por lo que debemos evaluar el interés o no de su cultivo en función de una relación productiva ante otras muchas hortícolas y frutales que necesitan menos espacio.

También necesita de una humedad ambiente alta, por lo que desistiremos de su cultivo si nos encontramos en zonas muy secas y calurosas. También de aquellos que suelan estar expuestos a heladas, sobre todo entre las fechas comprendidas entre mediados de noviembre a mediados de abril.

El kiwi también requiere disponibilidad de agua, sobre todo en verano.

Variedades de kiwi

Las variedades de kiwi se encuentran injertadas sobre patrones procedentes de semilla de la planta de Hayward.

Frutos de kiwi amarillos

Las plantaciones realizadas en España son de Actinidia deliciosa, cuyo cultivar Hayward es el más difundido y considerado el prototipo del fruto conocido como ‘Kiwi’. Algunos cultivadores más curiosos comienzan a introducir algunos clones seleccionados en otros países como: ‘Hayward K’, ‘Hayward 8’ o ‘Top Star’, con las características que dan una vegetación más densa y sus frutos están desprovistos de vellosidades.

Las variedades de Kiwi (Actinidia deliciosa) más cultivadas en España se clasifican en variedades femeninas y variedades masculinas, utilizadas estas últimas exclusivamente como polinizadores.

Las variedades masculinas de kiwi más populares en España son: Matua, Tomuri y M-3, aunque últimamente se vienen introduciendo tras muchas como por ejemplo la M51, M52, M54, M56, Chieftain y Autari.

Las variedades productivas son las femeninas y las más populares en España son:

  • Abbott.- Con frutos de tamaño medio, pulpa de color verde pajizo brillante, con un sabor dulce y acidulado, de piel muy fina y perfumada.
  • Bruno.- Con frutos también de tamaño medio, forma uniforme, pulpa de color verde pajizo brillante, jugoso y de sabor algo ácido pero agradable.
  • Hayward.- De fruto de tamaño más grueso y uniforme. Su pulpa es de color verde pajizo claro brillante, con un sabor dulce y algo ácido muy agradable, equilibrado y con carne perfumada.
  • Monty.- Su fruto es de tamaño medio y no suele ser muy uniforme. Su pulpa es de color verde pajizo brillante, con sabor azucarado, ligeramente ácido y también perfumado.
  • Gracie.- De frutos con piel de color pardo-verdoso, cubierta de pelos largos fácilmente eliminables. Su pulpa es verde, perfumada y ligeramente ácida.
  • Jones.- De frutos de tamaño considerable y de forma oval, con una piel de color pardo oscura y pulpa verde brillante, azucarada, de acidez media y con un buen perfume.
  • Otras variedades: Elmwood (de frutos de tamaño más bien pequeño), Kramer, Greensil, Allison, Vicent, Blake y Tewi.

Cultivo del kiwi

Lo primero es nivelar correctamente el terreno. Con ello se eliminarán también las malas hierbas que afectan de forma negativa a su cultivo.

Aprovecharemos este momento para realizar un abonado de fondo para cubrir los niveles de nutrición adecuados tras su plantación. También es conveniente realizar un alto aporte de materia orgánica bien fermentada (estiércol), el más aconsejado es el estiércol de vaca bien fermentado. Con ello conseguiremos crear una estructura esponjosa al suelo lo que nos vendrá bien para asimilar los abonados inorgánicos que posteriormente se le suministren.

Seguidamente procederemos a crear la estructura de tutorado o soporte para su desarrollo vegetativo. El sistema más utilizado de conducción es el denominado » Sistema en T «, también llamado en cruceta. Consiste en utilizar unos postes en forma de T unidos unos con otros por tres o más alambres. Precisamente serán estos alambres sobre los que se apoyarán las ramas de los kiwis que plantaremos en cada poste.

Frutos de kiwi maduros

Después instalaremos el sistema de riego, preferiblemente la modalidad de riego por goteo.

Una vez finalizada la preparación del terreno, instalación de la estructura e implementación del riego, procederemos a la plantación de las plantas hembras y macho de kiwi.

La época ideal de plantación se sitúa entre los meses de noviembre y febrero. El marco de plantación del kiwi viene a ser en tiras separadas unos cuatro o cinco metros (llamadas calles), con una distancia de árboles de entre tres a cinco metros dependiendo de la variedad. Cada kiwi se plantará pegado a un poste, sirviendo este como guía de tutorado.

Recordemos que debemos plantar árboles machos para conseguir una buena fecundación de las flores hembras. Para ello colocaremos sólo los indispensables, ya que no producen. Para ello colocaremos en filas alternas un kiwi macho cada cinco árboles hembras.

La poda del kiwi se realiza de tipo formativa en invierno, orientada a guiar la forma de la planta, desarrollo de su tronco principal y de los dos brazos laterales para que cubran por completo la distancia de los alambres.

Además de esta poda, se realizan otras dos de fructificación a lo largo del año: una en invierno y otra en verano.

La de invierno se deja unas tres ramas laterales bien desarrolladas con 20 a 23 yemas por cada metro de alambre.

En cambio, la poda que realizaremos en verano (también llamada poda en verde) la podemos repetir a su vez dos veces, una antes y otra después de la floración, en los meses de abril y junio. Estas las orientaremos a mejorar la ventilación e iluminación del kiwi. Consiste en eliminar los chupones y ramas mal orientadas, secas, dañadas, flores marchitadas, aclareo de frutos, etc. en definitiva es una poda de limpieza.

Con la técnica del aclareo mejoraremos la producción de forma notable. La podemos realizar en dos veces: una al inicio de la floración y otra después de la misma. Con el primer aclareo eliminaremos las flores marchitadas, deformes, haciendo una selección de los mejores cuajes florales. Con la segunda, justo después del cuaje de la flor, eliminaremos los frutos mal cuajados, mal polinizados, e incluso válidos si vemos que hay un exceso de producción.

Flores de kiwi Actinidia deliciosa

La polinización del kiwi es muy importante ya que además de producir los frutos tiene una gran incidencia en el tamaño de los mismos, pudiendo llegar hasta un 20%.

Si hay abejas, no tiene el por qué haber problemas. Si no es así, el realizar pases con equipos de tratamiento llamados atomizadores que creen corrientes de aire forzado es una buena práctica. Eso sí, encendidos y que sólo produzcan movimiento de aire, sin aportar humedad.

En cuanto a su fertilización, el kiwi es una planta muy exigente en cuanto a nutrientes. Los cultivos profesionales realizan previamente un análisis de suelos y otro foliar, para una mejor aportación de dosis de abonado. En el caso de su cultivo en huertos urbanos, esta práctica no se lleva a cabo ya que no se justifica la inversión.

El abonado debe de contemplar también los microelementos además de los básicos nitrógeno, fósforo y potasa. Inicialmente se pondrá especial énfasis en abonados ricos en nitrógeno hasta su entrada en producción, ya que el nitrógeno es el elemento que contribuye a un buen desarrollo vegetativo de la planta. Posteriormente, una vez alcanzada la plena producción, se aplican equilibrios más equilibrados e incluso con protagonismo del potasio.

Propiedades nutricionales del kiwi

Es rico en vitamina C y antioxidante. Los kiwis verdes contienen más vitamina C que una naranja y dos veces más que un limón y los kiwis amarillos hasta tres veces más que un limón. Recordemos que la vitamina C ayuda al normal funcionamiento del sistema inmunitario y también protegiendo a nuestras células de la oxidación. El consumo de dos kiwis medianos cubre las necesidades diarias para un adulto de vitamina C.

Kiwi en ensalada

El kiwi facilita la digestión. Al tener una gran cantidad de fibra, y además, ser la única fruta que contiene actinidina, una enzima proteica soluble, nos ayuda a diregir las proteínas de la carne, los lácteos y la soja, estimulando el proceso digestivo.

Es rico en fibra. El kiwi favorece el tránsito intestinal y se recomienda incluirlo en la dieta diaria.

El kiwi tiene pocas calorías. Es una fruta con un reducido aporte calórico, tan solo 57 Kcal/100 g. por eso es muy recomendable para todo tipo de dietas, por su gran cantidad de agua y ser bajo en grasas y grasas saturadas.

El kiwi es fuente natural de ácido fólico. Para las mujeres en su embarazo es muy recomendado porque esta vitamina B9 contribuye al crecimiento de los tejidos maternos durante el embarazo.

Tiene un bajo índice glucémico. Los kiwis tienen un bajo índice glucémico (IG), de esa manera el organismo no asimila tan deprisa los hidratos de carbono y la glucosa sólo se libera parcialmente en el flujo sanguíneo, reduciendo el riesgo de padecer diabetes y afecciones cardiacas.

Curiosidades del kiwi

A la hora de comer un kiwi, aunque su forma más común es cortarlo por la mitad para comerlo con cuchara, también se puede pelar y cortar en rodajas, o a trocitos para mezclarlo con otras frutas, con yogur o con ensaladas. Pero igual no sabías que puede comerse entero, sí, junto con su piel, con lo que nos aportará más fibra. Solamente hay que eliminar el fino vello con un cepillo y lavarlo.