La agricultura es todo un mundo donde se dan cabida una gran cantidad de variantes en un contexto de cómo abordarla, entre ellas la agricultura regenerativa. Agricultura integrada, agricultura tradicional, agricultura ecológica, permacultura, etc. junto con la agricultura regenerativa (AR), son modelos en los que su cultivo se realiza bajo determinadas normativas y procedimientos concretos, los cuales la definen como tal especialidad.

Estas diferentes vías hacen que las producciones obtenidas bajo cada una de estas opciones, conecten con mercados y consumidores que comulgan con ellas. En este artículo nos vamos a centrar en la agricultura regenerativa.

¿Qué es la agricultura regenerativa?

La agricultura regenerativa se puede definir como concepto, aquella que contempla un conjunto de prácticas agrícolas destinadas a proteger el suelo. Para ello se trabaja en su conservación, rehabilitación y mantenimiento, entendiendo la tierra de cultivo o sustrato como un suelo vivo.

Vinculada a la agricultura regenerativa, también está la ganadería regenerativa y la pesca regenerativa. Como vemos, tres focos sobre tres sectores primarios donde se asienta la supervivencia del ser humano.

Esta estrecha vinculación entre sectores primarios, especialmente entre el agrícola y el ganadero, hacen que gran parte de su recorrido vayan de la mano. Como ejemplo, una fertilidad del suelo es necesaria no únicamente para producir cultivos más productivos que satisfagan las necesidades humanas, preservando el suelo, sino también para proporcionar forraje para el ganado. Como consecuencia, cuanto más fértiles sean los pastizales, más alimento tendrán los animales.

Los que optan por la vía de una agricultura regenerativa, centran su esfuerzo en una rehabilitación constante del suelo para mantenerlo productivo el mayor tiempo posible, a la vez de evitar la expansión agresiva a nuevas áreas, por ejemplo, ganando terreno a los bosques.

También es interesante analizar la agricultura regenerativa no solo en el campo de la alimentación, ya sea con destino humano o ganadero. No podemos olvidar los jardines ya sean públicos o privados.

Por otra parte, este modo de agricultura se basa en gran medida en otras filosofías y conceptos como la permacultura, agroecología, agrofortal, ecología de restauración, diseño keyline y administración holística, por ejemplo.

Ganadería regenerativa

La preservación del suelo

Con la preservación del suelo tenemos ganado muchos aspectos que nos afectan de forma más o menos directa. Un buen suelo es rico en fauna y vegetales, siendo esto esencial para limitar la erosión, mejorar de manera autónoma la fertilidad y su biodiversidad.

Pero el suelo también es un elemento clave en aspectos como en la lucha contra el cambio climático, ya que los suelos vivos se convierten en verdaderos sumideros de carbono.

Él contribuye de modo eficiente en mejorar el ciclo de agua, aumentando la resiliencia al cambio climático, y fortaleciendo la salud y vitalidad de tierra agrícola.

¿Cuál es el origen de la agricultura regenerativa?

Según las fuentes consultadas, la introducción inicial del concepto de Agricultura Regenerativa (AR) viene de la mano del australiano Darren Doherty. Este lo introdujo en Iberia y en muchos otros lugares del mundo.

El nombre de Regenerativa proviene del latín regenerare, que significa dar nueva vida a algo que degeneró. Así que el concepto de agricultura regenerativa, nace del cambio total en la manera de ver la naturaleza. En este contexto, podemos observar como las empresas fabricantes de fertilizantes se encuentran en pleno cambio, avanzando en el mundo de la biofertilización.

Esta AR es una propuesta que armoniza la agricultura en la trama de la vida. Y para ello, se nutre de muchas fuentes, como por ejemplo:

  • La Línea Clave (Keyline Design).
  • La agricultura del carbono (Carbon Farming).
  • El Manejo Holístico (Holistic Management).
  • Planificación de pastoreo (Planned Grazing).
  • El cultivo de cereales en pastos perennes (Pasture Cropping).
  • Las Granjas Polifacéticas (Polyface Farms).
  • La Agricultura Orgánica (con la remineralización de suelos, la reproducción de microorganismos nativos, la producción de biofertilizantes y caldos minerales).
  • El Pastoreo Racional Voisin.
  • Etc.

Todos ellos y demás procesos, orientados a la regeneración y vitalización del suelo y con ello, el sistema interrelacionado e interdependiente compuesto por vegetales, animales y humanos.

Es interesante destacar que el concepto de Agricultura Regenerativa emana de la permacultura. Y a partir de aquí dos observaciones:

  • La permacultura se aplica a todos los niveles, desde pequeños huertos urbanos hasta grandes explotaciones, con personas comprometidas con mantener, cuando no recuperar, la conexión con el campo y la naturaleza.
  • La agricultura regenerativa está dirigida principalmente a profesionales del campo, técnicos agrícolas, etc., en calidad de responsables de abordar proyectos, muchos de ellos de gran extensión.

La economía y la agricultura regenerativa

Como hemos visto, este concepto AR tiene entre sus principios el de dejar de utilizar productos tóxicos y venenos en el campo no es suficiente, paralelamente hay que regenerar los suelos ya degradados y todo esto ofreciendo precios incluyentes, que permitan su viabilidad.

Así, esta forma de hacer AR debe tener entre sus principios el restaurar el potencial de los servicios ecosistémicos, la reducción drástica de los costes variables e incrementa los rendimientos, la creación de empleo y riqueza local que una a las personas en torno a esta visión.

Todo nuevo planteamiento debe contemplar una realidad social. Si no se hace, estos quedan es eso: planteamientos sin posibilidad de realización.

Como parte positiva, hemos avanzado que muchas empresas fabricantes de fertilizantes se encuentran ante un cambio estratégico a la hora de ver y abordar la nutrición vegetal. Están destinando grandes partidas económicas en sus departamentos de I+D+i con el objetivo de pasar de una fertilización tradicional basada en elementos minerales, a hacerlo con bioestimulantes agrícolas, biofertilizantes y microorganismos para las plantas. Un modo de entender el suelo como un espacio vivo.

Aun así, una economía con un componente destacado de globalización, en el que los precios son uno de los factores principales a la hora de la opción de compra por parte del consumidor a escala global, dificulta enormemente otras opciones que, aunque sean mejores para el planeta y nosotros mismos, no tengan el nivel de aceptación deseado.