Durante el verano estamos muy entretenidos recolectando Tomates, Pimientos, Berenjenas, Calabacines, Judías… y no nos acordamos que dentro de poco vendrán los fríos y con él otros cultivos. Es el momento de preparar mi huerto para el invierno.

Aunque aún nos quedan buenas temperaturas por delante, hay que tener en cuenta que para tener producto fresco en la huerta en los meses de invierno, debemos de planificar correctamente la plantación de nuestras verduras.

Hay quien planta todo para el verano y abandona la huerta en los meses de invierno, cosa que todo un error. Los meses fríos del año están llenos de sorpresas con productos de estación inmejorables.

¿Cómo puedo preparar mi huerto para el invierno?

Lo primero es ir retirando los cultivos veraniegos conforme se van agotando. Si no existe una opción mejor, es recomendable agotarlos al máximo, pero en este caso, es más interesante conseguir espacio para un siguiente cultico que en no más de mes y medio no puede dar una nueva producción.

Limpiaremos las líneas de plantación, removeremos la tierra… momento en el que aprovecharemos para añadirle un poco de mantillo o sustrato de plantación para enriquecerlo tanto de materia orgánica como de los nutrientes que estos productos llevan el ellos.

Una vez limpio de terreno, revisaremos el calendario de siembras y plantaciones, lo cotejaremos con nuestros gustos personales y elegiremos las hortalizas a sembrar o plantar.

Recordemos que hay hortalizas que sólo se pueden cultivar partiendo de la siembra (Zanahoria, Rabanito, Judías,…), mientras que otras podemos partir de plantel (Alcachofa, Cebolla,…) con lo que aceleraremos su cultivo alrededor de los dos meses.

Habas germinando

¿Qué puedo plantar para preparar mi huerto para el invierno?

Si estamos a mitad del verano, hay que aprovechar esa segunda primavera de los meses de septiembre, octubre y noviembre, sobre todo en las zonas de costa y cálidas mediterráneas para adelantar nuestras cosechas.

A partir del mes de septiembre, ya podemos encontrar planteles de Alcachofa, Coles, Coliflores, Romanesco, Coles de Bruselas y Lechugas de invierno por ejemplo.

También podemos sembrar variedades de semillas de hortícolas, como por ejemplo variedades de Habas extra tempranas, o Habas calientes, que incluso se pueden plantar a principios de agosto. De esta forma podemos comenzar a recolectarlas desde el mes de noviembre hasta antes de que llegue el frío de los meses de enero y febrero.

Otra opción es volver a repetir plantaciones de algunas variedades de Judías para comerlas tiernas antes de la llegada del invierno. Otras hortícolas que podemos sembrar son las Acelgas, Espinacas, Rábano, Zanahoria, Guisantes, etc.

Y no olvidemos las Cebollas tiernas. Son variedades que no pican, de buen sabor y tamaño grande, para empezar a recolectar durante el mes de febrero.

Concluyendo, debemos tener siempre nuestro huerto urbano preparado y activo, no dejándolo abandonado durante los meses de invierno, ya que estos cultivos son más fáciles y con menor mantenimiento que los de verano.

Por cierto, siempre aconsejamos realizar pequeñas plantaciones y repetidas cada varias semanas para obtener producciones escalonadas.