Ante un cambio de actitud sobre la fertilización mineral, estamos viviendo todo un boom de nuevos productos biofertilizantes en el mercado. Esto también implica un nuevo conocimiento respecto a la fertilidad del suelo, viéndolo y tratándolo como un elemento vivo y no solamente como soporte para la planta.

¿Qué son los biofertilizantes?

A la pregunta de ¿Qué son los biofertilizantes?, podemos especificar que los biofertilizantes en agricultura son formulados orgánicos que ayudan en el proceso natural de la nutrición vegetal, a la vez que contribuyen a regenerar el suelo del huerto o del campo, consiguiendo un entorno microbiológico de este, más óptimo y natural.

A partir de ahí y dado que cada día van a estar más presentes en los programas de abonado de las plantas, conviene conocerlos mejor para su correcta aplicación en los cultivos.

Beneficios de los biofertilizantes

Beneficios de los biofertilizantes agrícolas.

Beneficios de los biofertilizantes en agricultura son notables, a la vez que imprescindibles en la agricultura ecológica.

Estos, en su conjunto y de forma generalizada, ayudan a mejorar la producción agrícola sin dañar en ningún momento el medioambiente y como consecuencia, siguiendo respetuosos con el suelo, la naturaleza y el desarrollo sostenible.

Una relación de las ventajas del uso de biofertilizantes en el campo puede ser:

  • El aprovechamiento de los residuos orgánicos.
  • La mejora de la productividad de los cultivos.
  • Disminución de energía por la planta para su producción.
  • Contribuyen a una gestión sostenible de los recursos.
  • Ayudan a recuperar la materia orgánica del suelo.
  • Mejoran la fijación de carbono en el suelo, mejorando la capacidad de absorción del agua disponible.
  • En muchas ocasiones y en términos económicos, su costo es menor que el de los fertilizantes químicos.
  • Mejoran la textura del suelo.
  • Contribuyen a mantener en condiciones óptimas el terreno de cultivo.
  • Son una alternativa, cuando no, un sustituto a los fertilizantes químicos.
  • En ocasiones, también actúan como protección contra patógenos.

¿Cómo funcionan los biofertilizantes agrícolas?

Los biofertilizantes agrícolas están formulados partiendo como materias primas derivadas generalmente de bases de extractos vegetales, lixiviados de fermentación, bacterias, hongos y microorganismos. Además de sustancias estratégicas en el desarrollo de la planta, como giberelina, ácido indolacético, auxinas, etc. estos ‘actores en la biofertilización’, aportan elementos beneficiosos, principalmente nitrógeno y fósforo.

En estos últimos casos y como ejemplo, los microorganismos que los componen transforman el nitrógeno atmosférico en orgánico y lo entregan a las plantas. Un proceso natural en el que se extraen elementos del propio suelo y se devuelven a las plantas y a la propia tierra. Un ciclo cerrado en el que no participa ningún producto artificial ni perjudicial.

Según el tipo y especie, pueden entrar en simbiosis con el sistema radicular de una planta y trabajar a favor de optimizar la captura de agua y minerales del suelo.

Otros, en su propio proceso biológico, segregan sustancias que quedan a disposición de las plantas y son de gran interés en su nutrición. Y las hay puente de interés entre ellas y otros microorganismos, consiguiendo al final que la planta que vive cerca de estos ecosistemas, salga beneficiada nutricionalmente.

Biofertilizantes con lombrices

Bacterias, hongos y microorganismos como biofertilizantes.

Así, grupos de bacterias, hongos y microorganismos, son la ‘materia prima’ de los biofertilizantes agrícolas. A continuación, exponemos algunos ejemplos de bacterias con capacidad de fijar nitrógeno.

Bacterias de Rhizobium spp.

Las bacterias Rhizobium spp, tienen como hábitat el suelo, con la capacidad de colonizar las raíces de leguminosas. Estas fijan el nitrógeno atmosférico mediante simbiosis con la planta. Se puede ver su presencia mediante los nódulos creados en las raíces, y son uno de los biofertilizantes más eficientes por la cantidad de nitrógeno que fijan.

Bacterias de Azotobacter spp.

Hay diferentes especies de Azotobacter spp, como la Azotobacter chroococcum, una bacteria rizosférica que ha sido utilizada durante décadas como estimulador del crecimiento vegetal, Estas pueden pasar a ser la dominante en los suelos herbáceos, capaces de fijar nitrógeno, además de contribuir en la creación de abundante limo que ayuda en la agregación del suelo.

Bacterias de Azospirillum spp.

La bacteria Azospirillum brasilense es una gramnegativa alfa-proteobacteria y la Azospirillum lipoferum, ambas especies con capacidad de fijar nitrógeno. Actualmente, demuestran su capacidad para mejorar ciertos cultivos agrícolas como el maíz, el arroz y el trigo.

Tipos de biofertilizantes agrícolas.

Hemos mencionado que hay ciertos tipos de bacterias, hongos y microorganismos que pueden considerarse como ‘materias primas’ para la elaboración de biofertilizantes.

Pero a la hora de establecer diferentes tipos de biofertilizantes, debemos incluir, además, productos elaborados a base de la transformación de materia orgánica. Por ejemplo.

Los extractos vegetales.

Los extractos vegetales son aquellos que se obtienen del compostaje o maceración de plantas. Estos materiales vegetales, por lo general, contienen nutrientes naturales que pueden liberarse rápidamente.

Los lixiviados de fermentación.

Los lixiviados de fermentación son los obtenidos después o durante la fermentación de algunos abonos orgánicos, generación de compost o creación de humus de lombriz, por ejemplo.

Procesos de micorrización.

En sí es un sistema o técnica natural de fertilización. Se trata de incorporar una serie de hongos con capacidad de micorrización a una determinada planta. Esta asociación entre el hongo y la raíz de esta planta, concluye beneficio mutuo.

Por un lado, las hifas de estos hongos, al envolver y estar en contacto con las raíces de la planta, reciben azúcares de estas. A cambio, este hongo metaboliza el nitrógeno de la atmósfera para transferirlo a la planta como nutriente.

Además, las hifas del hongo son capaces de explorar el sustrato o tierra mucho más allá de lo que puede hacer la planta, consiguiendo acceder a un mayor potencial de agua.

Abonados en verde.

Se basa en la incorporación a la tierra de cultivo, plantas cultivadas expresamente para ello y como resultado, enriquecer la textura del terreno y aportar materia orgánica y nutrientes. Los microorganismos existentes en ese terreno, serán los encargados de transformar los elementos en humos y nutrientes.

Fabricando biofertilizantes

Clasificación de los biofertilizantes.

En todo este contexto, vemos que los biofertilizantes pueden ser clasificados en función de diversos criterios. Ya hemos expuesto algunos ejemplos de ello. Aun así, exponemos uno más: fijadores de nitrógeno, solubilizadores de fósforo, captadores de fósforo y promotores del crecimiento vegetal.

Biofertilizantes fijadores de nitrógeno.

Son aquellos biofertilizantes basados, principalmente, en bacterias fijadoras de nitrógeno, que de forma natural se desarrollan en el suelo. Estas, a su vez, se pueden clasificar en dos grupos:

  • Las simbióticas (como Rhizobium spp, asociadas a las leguminosas).
  • Y las libres (como Azotobacter spp y Azospirillum spp que viven en el suelo y no necesitan a la planta para su reproducción).

Biofertilizantes solubilizadores de fósforo.

Están formulados a base de microorganismos que contribuyen a pasar el fósforo de formas orgánicas a inorgánicas, de formas insolubles a solubles. Algunas de ellas, ayudan a la quelatización de ciertos microlelementos.

Biofertilizantes captadores de fósforo.

Son biofertilizantes basados en micorrizas que actúan como captadoras de fósforo. Este elemento tiene escasa movilidad en el suelo y gracias a la presencia es estas micorrizas, ayudan a su absorción.

Biofertilizantes promotores de crecimiento vegetal.

Estos biofertilizantes incorporan microorganismos que, durante su actividad metabólica, son capaces de producir y liberar sustancias reguladoras de crecimiento para las plantas.

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