En aquellos huertos urbanos de campo que se desee cultivar algunas plantas de kiwi, debemos tener presente que la climatología sea la adecuada para su buen desarrollo, tener un mínimo de estructura para su tutorado y una cuestión muy importante, por lo menos contar con una planta macho para que pueda polinizar a las plantas hembras, que son al fin y al cabo las que nos darán sus apreciados frutos.

Si llevamos adecuadamente las técnicas del cultivo del kiwi, debemos ser pacientes, ya que la producción del kiwi se desarrolla a partir del tercer año de plantación y con el tiempo, las mayores cosechas las obtendremos a partir del séptimo u octavo año de cultivo.

El kiwi es una planta vigorosa, por lo que aquellos huertos urbanos de campo pequeños, deberían optar por el cultivo de otras especies. En cambio y aunque parezca una contradición, hay huertos urbanos de terraza que los pueden cultivar en grandes contenedores. En tal caso es conveniente ubicar cada planta en zonas alejadas entre sí varios metros. En cuanto a la estructura de tutor podemos plantearla para que el desarrollo de la planta nos pueda crear también zonas agradables de sombra, similar a las que nos producirían las parras.

La recolección del Kiwi

¿Cuándo se recolectan los kiwis?

Los frutos del kiwi, en España y en cultivos profesionales, se recolecta entre mediados de octubre y principios de noviembre. El momento recomendado es cuando el fruto alcanza los 7 u 8 grados Brix. En este estado siguen estando un poco agrios y por lo tanto aun no son comestibles, por lo que hay que esperar a que en su tacto sea ligeramente blando. En cultivos en huertos urbanos podemos ir recolectándolos de forma escalonada según van madurando, ganando también en dulzor.

Si se recolectan en ese estado semimaduros, estos frutos se pueden almacenar en el frigorífico para su conservación e ir sacándolos para regular su maduración.

En el mercado es curioso que se encuentren frutos de kiwis en los lineales de los supermercados durante todo el año y en parte es porque se cultivan en muchos países repartidos por todo el mundo y por lo tanto hay producciones en distintas épocas: En España durante octubre y noviembre, en Nueva Zelanda desde finales de mayo a principios de noviembre y en otros países con también clima mediterráneos como Chile, California o Australia durante el resto del año.

¿Cómo se recolectan los kiwis?

Su recolección es muy sencilla. Cogeremos una cesta donde almacenarlos durante la recolección y quien lo desee puede utilizar guantes, preferiblemente de tela.

Como los frutos suelen estar suspendidos ya que la planta está cultivada como si de una parra se tratase, se puede dar el caso de que algunos de ellos estén a una altura que requiera de una escalera, por lo que disponer de ella es importante.

Para su arranque bastará con sujetar el fruto firmemente con la mano, girarlo levemente y tirar de él mediante un golpe seco en la dirección del pedúnculo para que se desprenda limpiamente. Los frutos lo dejaremos suavemente sobre la cesta según los recolectemos, evitando darles golpes innecesarios que los puedan dañar.

En cuanto a su forma, estamos acostumbrados a verlos en las tiendas con aspecto cilíndrico y prácticamente todos iguales como si fuesen producidos por máquinas. En la realidad los tendremos en la planta con diferentes diámetros e incluso formas. Todos son válidos y su forma no repercute en sus cualidades organolépticas.

El kiwi del amor

Es curioso verlos de forma acorazonada como si dos kiwis se hubiesen fusionado y en realidad así es. Si es para consumo personal, familiar y amigos, son perfectos e incluso hay quien juega con ellos llamándoles los “kiwis del amor”. Pero si son para venderlos, desgraciadamente el consumidor siempre opta por lo estándar,… por el aspecto aceptado comercialmente como el correcto y como consecuencia serán rechazados en muchos puntos de venta.

Conservación del kiwi

Como información más técnica, las empresas productoras y comercializadoras a gran escala, recolectan los frutos de kiwi en estas fechas e inmediatamente los almacenan en cámaras frigoríficas para su conservación hasta los meses de junio, para ir exportándolos principalmente a países de la unión europea.

El uso de la atmósfera controlada permite la conservación muchos meses. El fruto del kiwi necesita para su conservación un delicado punto previo a la congelación comprendido entre los –2ºC y –2,5ºC. Esta conservación tiene una limitación ya que si es excesivamente prolongada la pulpa del fruto puede llegar a sufrir un marchitamiento. Para reducir en cierta medida este riesgo la humedad relativa debe de mantenerse superior al 95%. En estas cámaras de conservación también se tiene en cuenta la composición de la atmósfera, manteniendo unos valores del dos al tres por ciento de oxígeno y del tres al seis de dióxido de carbono para mantener la turgencia del fruto. Si se eleva la concentración de dióxido de carbono empiezan a aparecer coloraciones amarillentas sobre la piel que van avanzando hasta la parte central, a la vez que comienza a desaparecer la coloración blanca de los radios parenquimáticos del mesocarpo.

El kiwi es un fruto climatérico, lo que significa que acelera su maduración junto a la presencia de etileno en el ambiente. Por lo tanto, si una vez recolectados no deseamos una maduración rápida debemos tener cuidado con la presencia de este gas en el ambiente ya que acelera la maduración. Este etileno puede provenir de los mismos frutos o de otras fuentes externas (el kiwi produce etileno a razón de 0,1 a 1,0 ml/kg/hora con unos 20ºC). Por el contrario, si deseamos acelerar su maduración, podemos poner los frutos de kiwi junto con otros del tipo manzanas o naranjas que producen etileno en cantidades superiores.

Pero los problemas de conservación, también llamados de postrecolección, pueden ser por el ataque de hongos como por ejemplo la podredumbre gris causada por el hongo Botrytis cinérea, de deshidratación ante la falta de humedad en el amiente que le provoca un notable arrugado daños por exceso de frío que produce alteraciones de su pulpa que adquiere un color verde oscuro traslúcido, consistencia blanda y el sabor tiende a dulzón poco agradable.

La recolección del Kiwi

El envasado del kiwi

Las grandes comercializadoras de kiwis utilizan diferentes tipos de envases para su transporte y presentación. Básicamente son los que hoy podemos encontrar en los lineales de supermercados y tiendas de frutas y hortalizas, sin contar aquellos envases que van con varias frutas mezcladas ya que obedecen a unidades de venta preparadas para un perfil de consumidor muy concreto.

Las empresas suelen utilizar para su transporte cajas de cartón con alveolos y recubierto con una lámina de polietileno con el objetivo de proteger a los frutos de la deshidratación, garantizar una maduración más uniforme y una mayor conservación cuando están expuestos para la venta. Una vez en los puntos de distribución y para su comercialización ya utilizan otros envases como cestas recubiertas de malla, mallas, etc.

Hay empresas especializadas de distribución del kiwi como por ejemplo Zespri, que incorporan elementos de merchandising con bandejas especiales, con kiwis de carne verde y amarilla juntos e incluso con una cucharita especial para comerlos.