A la hora de cultivar espárragos en nuestro huerto urbano, suele surgir la duda de cuantos tipos de espárragos existen y en tal caso cuales podemos o no cultivar.

En un principio, podemos decir que al margen de variedades, existen diferentes especies que dan pie a varios tipos de espárragos. También es cierto que según se cultive, podemos obtener productos distintos.

Otro aspecto a tener en cuenta es que el cultivo del espárrago sólo está indicado para su cultivo en huerto urbano de campo, ya que por las técnicas empleadas, su cultivo en maceta o jardinera es mucho más complicado.

El Espárrago más cultivado para su consumo se llama científicamente Asparagus Officialis y es una hortaliza originaria Mesopotamia (Asia), región de Oriente Medio entre el Tigris y el Éufrates, que se corresponde en su mayor parte con el Iraq de hoy.

El Espárrago es el brote tierno de la esparraguera, denominado ‘Turión’, que es la parte que consumimos de esta planta. Esta parte de la planta se utiliza frecuentemente en preparaciones especiales de alta cocina y es una fuente primordial de compuestos que contribuyen a una adecuada circulación sanguínea.

¿Cuántos tipos de espárragos hay?

Como decimos, en realidad partimos de un mismo género, en el que la forma de su cultivo marca considerablemente el aspecto final del producto. Pero para situarnos, podemos hablar de varios tipos de espárragos según optemos por la especie, variedad y método de cultivo.

1.- Están los espárragos trigueros o silvestres, que crecen espontáneamente en el monte. Son de color verde y muy finito, con un sabor ligeramente amargo.

Su temporada es muy corta, de apenas dos meses durante la primavera. Esta especie la podemos cultivar en el huerto urbano de campo en los márgenes del mismo.

Para ello podemos replantarlos de los encontrados en el campo, procurando no esquilmarlos de su hábitat natural. Podemos reproducirlo fácilmente por división de mata.

No necesita enterrarlo en exceso y recolectaremos las puntas de sus brotes primaverales.

2.- El tipo de espárrago cultivado grueso y blanco. Es el que normalmente encontramos envasado. Para su cultivo, lo haremos en surcos y se entierran mediante el alzado exagerado de los caballones para preservar sus tallos de la luz, de esta manera conservan este aspecto albino.

En algunos casos, según la variedad, verdea la punta o toma irisaciones moradas. Su producción es exclusiva de la primavera y su piel es tersa y brillante.

Para recolectarlos, iremos viendo con precaución cuando intentan emerger dichos brotes del caballón, seguidamente lo descubriremos apartando la tierra de alrededor y los cortamos,

3.- También están los llamados espárragos de jardín o pericos. Estos son más gruesos que los espárragos trigueros o silvestres y su color es verde, adquiriendo a veces una tonalidad ligeramente violácea ya que se cultivan sin protección del sol.

Los plantaremos también en caballones pero sin aporcarlos en exceso, e iremos recolectando los tallos según broten, evitando que se hagan muy largos ya que se endurecen con extremada facilidad.

También, como en los casos anteriores, su producción es exclusiva de la primavera.

En todos los tipos de espárragos, una vez agotada la producción, dejaremos la planta a su libre crecimiento, para que adquiera fuerza y así la campaña próxima sea nuevamente muy prolífera en brotes.