Si nos planteamos cómo germinar las semillas de rúcula o cómo recolectarla pueden parecer preguntas sencillas pero para sacarle el máximo partido debemos tener unos conceptos claros.

Un aspecto a destacar es que las podemos cultivar en cualquier tipo de huerto urbano, pero también de cocina en pequeñas bandejas con lo que podemos ir sembrándolas periódicamente y recolectándolas de forma escalonada. Es más, podemos también tener dos o tres juegos de bandejas de siembra e ir combinando su estancia entre la cocina y el balcón para que estas germinen y crezcan con más vigor.

La rúcula es una especie que nos permite ciclos de cultivo muy rápidos si recolectamos sus jóvenes hojas. Es más, las podemos sembrar y recolectar directamente en unas bandejas de alvéolos de no más de 7 u 8 centímetros. Podemos decir que las recolectamos directamente desde el mismo semillero y podemos recolectar de una misma partida/siembra hasta 3 o 4 veces antes de desechar el cultivo.

Cómo germinar las semillas de rúcula con éxito

Los beneficios de las propiedades de la rúcula como germinado están comprobadas tanto desde el punto de vista nutritivo como diurético, por lo que muchos optan por germinar sus semillas en pequeños recipientes. A continuación os indicamos unos pequeños pasos para germinar semillas de rúcula con éxito:

  • Cogemos una pequeña cantidad de semilla ya que es una semilla muy fina por lo que en poco peso contienen muchas unidades.
  • Las pondremos en remojo durante 5 ó 6 minutos en un vaso de agua mineral libre de cloro.
  • Por otra parte preparamos un recipiente germinador incorporando el agua, también mineral para su correcto funcionamiento. Cada fabricante indica los pasos a seguir para su utilización.
  • Una vez listo el germinador distribuimos en él las semillas húmedas sobre la rejilla y los tapamos.
  • A partir es fácil, tan solo iremos pulverizando con agua mineral una o varias veces al día hasta su germinación.
  • En estas condiciones, las semillas de rúcula comenzarán a germinar a los cinco o seis días y cuando adquieran el tamaño deseado procederemos a su recolección.

Si hemos puesto demasiadas semillas a germinar y brotan demasiadas a la vez, aunque lo ideal es comerlas al momento, los brotes ya cortados los podemos mantener hasta diez días en la nevera.

Rúcula sativa

Cómo recolectar la rúcula

La recolección de la rúcula puede realizarse de forma manual cuando la cultivamos en nuestro huerto urbano o mecanizada cuando se cultiva a nivel industrial. Estas empresas mecanizan todo el proceso de forma industrial para preparar las ensaladas envasadas.

Siguiendo con la recolección de la rúcula a nivel profesional lo habitual es realizar la cosecha de sus hojas antes de que se desarrolle el tallo floral ya que tienen mejor sabor. El propósito es utilizar sólo las hojas más jóvenes y para ello se realizan pases periódicos aprovechando cada momento de sus brotaciones. Los cortes se realizan a nivel del suelo y se hacen entre 5 y 7 cortes al año por cultivo.

Si se cortan de forma mecanizada sus hojas, lo normal es que sea para embolsado, pero también está la modalidad de manojo del mismo modo que se realiza con la espinaca. En estos casos se arrancan las plantas, se lavan sus raíces y se atan varias plantitas conformando manojos.

Siempre podemos dejar algunas plantas… si no son híbridas, para la recolección de sus semillas. En tal caso debemos tener la precaución de hacerlo poco antes de que maduren para que no se abran los frutos y se dispersen.

En el cultivo de la rúcula en bandejas de alvéolos en la cocina o balcón, el tamaño de las hojas puede ser más pequeño, pero lo más común es recolectar las hojas cuando estas adquieren un tamaño comprendido entre los 8 y 10 centímetros de largo y por supuesto frescas.

Si tenemos más de las que podemos consumir en el momento siempre podemos mantenerla durante varios días en el frigorífico y para ello se recomienda su conservación en frío a unos 0ºC y con un 95 a 100% de humedad relativa.