El cultivo de la rúcula en un huerto urbano es muy fácil, siendo una de esas plantas que animan a quien las cultiva, ya que con muy pocos cuidados se consiguen grandes resultados.

La podemos cultivar sobre todo para el aprovechamiento de sus hojas ya que a nivel profesional tiene otras posibilidades como por ejemplo su cultivo para obtener sus flores y sus semillas. Así, nos centraremos en su cultivo para disfrutar de su característico sabor picante y algo amargo, aspectos que tanto se aprecia por parte del consumidor y la ‘alta cocina’.

Destacar que el cultivo de la rúcula al aire libre para la recolección mecanizada de sus hojas se realiza sobre tablas de cultivo planas y bien niveladas, con una mayor densidad de siembra (unos 5 cm entre plantas) de lo habitual y distribuida a voleo. Una vez germinadas y en estado de plantas jóvenes se les da varias siegas recolectando sus jóvenes y tiernas hojas. Estas hojas se utilizan tanto para configurar los sobres de ensaladas pre confeccionadas que encontramos en la sección de frutas y hortalizas de los supermercados, así como venta a restaurantes para que confeccionen aquellos platos de sus menús que la contemplen.

Sobres de semilla de rúcula

Salvo excepciones no hay disponibilidad de planteles de rúcula como sí lo hay en otras especies como por ejemplo acelgas, espinacas u otras especies hortícolas de hoja. Así que para su cultivo partiremos con la compra de sobres de semilla de rúcula que podemos encontrar fácilmente en floristerías, centros de jardinería, centros comerciales del bricolaje y demás puntos de venta especializados.

Con un sólo sobre tendremos de sobra para el consumo de una familia durante todo un año. Es una especie muy económica. Podemos encontrar diferentes tipos de sobres de semilla de rúcula:

  • Según el peso pueden ser normalmente de 5 y 10 gramos. Hay empresas que venden estos sobres a un precio muy económico en el que ajustan la cantidad de semilla al precio final de venta del sobre, siendo este el mismo para toda una gama de especies. Pero para que tengamos una idea hay unas 3.000 semillas aproximadamente en un sobre de 10 gramos.
  • Según el tipo puede ser estándar o ecológicas. La diferencia es que las llamadas semillas ecológicas son procedentes de ‘plantas madres’ cultivadas de forma ecológica.
  • Según la variedad, en este caso el catálogo de rúcula es muy reducido, centrándose básicamente en la llamada “Semillas rucula eruca sativa para ensaladas”.

En estos sobres de semilla de rúcula podemos encontrar la información necesaria mediante esquemas o pictogramas, además del nombre de la planta, del productor y una imagen identificativa de la planta.

Rúcula en siembra directa

Al comienzo indicábamos que no comercializan planteles de rúcula y por lo tanto no nos planteemos realizar un semillero previo. Lo mejor es realizar la siembre directa de esta planta. La siembra directa de la rúcula la podemos realizar sobre macetas, jardineras o directamente en campo.

Pero ¿qué podemos hacer si no tenemos espacio para su cultivo en ese momento y deseamos adelantarlo lo más posible? La respuesta es que en estos casos sí se justifica hacer un semillero previo. Para ello podemos recurrir a la técnica de sembrarla directamente sobre una bandeja de alvéolos con lo que conseguiremos iniciar su cultivo (germinación y brotación inicial). Así, cuando ya tengamos espacio libre, podemos trasplantar estas plantitas con un crecimiento avanzado y empezar a recolectar sus hojas poco tiempo después.

¿Cómo cultivar rúcula en nuestro huerto?

Para su cultivo partiremos como ya hemos avanzado con la compra de sobres de semilla de rúcula.

El cultivo de la rúcula al aire libre en clima mediterráneo, ya sea en huertos urbanos de campo o jardín, lo iniciaremos con su siembra directa durante las estaciones de primavera, verano y otoño, si bien la siembra óptima es a comienzo de primavera. La sembraremos a golpes con 2 ó 3 semillas en cada espacio enterrándolas a un centímetro de profundidad. El marco de siembra puede establecerse realizando golpes separados unos 15 ó 20 centímetros entre plantas y unos 30 entre hileras.

Cultivo de la rúcula en jardinera

Si la cultivamos en macetas o jardineras en huertos urbanos de terrazo o balcón la época es la misma, eso sí, tendremos la precaución de ubicar los recipientes en lugares soleados y a ser posible protegidos de los vientos fuertes. Recordemos que los edificios suelen estar más expuestos a los vientos.

El tamaño de las macetas no tiene porqué ser muy alto dado que el sistema radicular de la rúcula no es profundo. En cuanto al tipo de sustrato a utilizar puede ser uno del tipo sustrato de plantación al que añadiremos un 20% de tierra de campo y sobre un 10% de arcilla o tierra arcillosa.

Durante todo el período de germinación el sustrato debe de estar húmedo. Con una temperatura óptima del suelo superior a los 15ºC germinará sobre los 10 ó 14 días tras la siembra.

Una vez germinada iremos eliminando las posibles hierbas que germinen a su alrededor y mantendremos riegos regulares abonando cada 15 días con un fertilizante equilibrado con microelementos a la dosis recomendada por el fabricante.

Debemos huir de fertilizantes excesivamente ricos en nitrógeno ya que aunque debemos favorecer el desarrollo foliar debemos mantener también su turgencia para evitar problemas de enfermedades. Otra labor cultural a realizar es remover el terreno periódicamente para facilitar la aireación del mismo.

La temperatura ideal de cultivo se sitúa entre los 15 y 25ºC. y la duración del cultivo, comprendido desde la siembra hasta la recolección, es de unos cuatro meses si queremos agotarlo hasta el final.

Su recolección se realizar de forma manual con varios pases a lo largo de su cultivo según nuestras necesidades. La frescura de estas hojas no puede ser mayor y también su sabor.

Plagas y enfermedades de la rúcula

Si la ubicación del cultivo es la correcta, así como el riego, el abonado y la densidad de cultivo, las posibles plagas y enfermedades que se nos puede presentar en la rúcula son más bien escasas. Recordemos que su cultivo dura pocos meses y además es una planta muy rústica.

De aparecer algún problema fitosanitario la plaga más habitual es el pulgón y las enfermedades más comunes serán la roya y el oídio.

Sí pueden aparecer ciertos problemas que aunque no tiene relación directa con las plagas y enfermedades sí la tienen de forma indirecta. Nos referimos a la rotación o asociación de cultivos en un mismo terreno o sustrato. En el caso de su cultivo en campo deberemos evitar cultivarla en el mismo terreno con plantas de la misma familia como por ejemplo las coles, los nabos o los rábanos. En cambio le favorece su asociación con otros cultivos del tipo berenjenas, lechugas, tomates o pimientos por ejemplo.