Entre los diferentes fertilizantes que nos podemos encontrar para abonar nuestro huerto urbano están los denominados “abonos a base de extractos de algas”. Estos fertilizantes se presentan básicamente como formulado líquido que debemos diluir a las dosis aconsejadas por el fabricante para aplicarlo en riego localizado, diluido en el agua de riego e incluso aplicado foliarmente.

La utilización de estos fertilizantes a base de extractos de algas sobre nuestros cultivos, produce efectos bioestimulantes con resultados sorprendentes y efectivos.

Entendemos como un producto bioestimulante agrícola, aquel que sin tener en cuenta su aporte de nutrientes, contienen sustancias, compuestos o microorganismos, cuya función cuando se aplica en las plantas o en la rizosfera, mejoran el desarrollo del cultivo, su vigor, el rendimiento y/o de la calidad, normalmente mediante la estimulación de los procesos naturales que benefician el crecimiento y las respuestas al estrés abiótico.

Existen numerosos productos bioestimulantes, pero centrados en los derivados de extractos de algas, para quien no los conozcan, deben de saber que las algas han sido usadas desde siempre por el hombre como fertilizante, alimento para el ganado y sobre todo en las culturas orientales como alimentación humana.

Algas de Ascophyllum nodosum

Para comprender el sorprendente efecto que tienen las algas como bioestimulante, tenemos que observar el único e inhóspito hábitat donde crecen aquellas algas de donde se obtienen estos extractos. Normalmente crecen en las costas del Océano Atlántico situadas en latitudes frías y expuestas a las inundaciones periódicas de las mareas. Estas pasan una parte del tiempo inundadas bajo el agua y a las pocas horas quedan expuestas al sol en una pradera costera cuando se retira la marea. Para poder resistir en estas condiciones tan extremas, estas algas han desarrollado defensas naturales en forma de compuestos químicos hormonales y que son extractados en los procesos de obtención.

En definitiva, una fuente natural de sustancias químicas desarrolladas para soportar situaciones extremas y que las empresas fabricantes de estos productos, consiguen aislar y trasladar a sus fabricados para ser utilizados por otras plantas.

¿De qué algas se extraen estos extractos?

Se les llama de forma genérica algas pardas y entre las diferentes especies utilizadas, las más populares son la Ascophyllum nodosum, Laminaria sp., Fucus sp., Macrocystis pyrifera, Ecklonia maxima y Durvillea sp. por ejemplo.

¿Cómo se extraen los extractos de algas?

Para la obtención de estos extractos de algas se puede emplear dos técnicas muy distintas: técnicas químicas o físicas.

La forma de recolección en los dos casos es igual. Son cortadas en fresco sin arrancarlas de las praderas de algas costeras en bajamar, las algas son lavadas, cortadas, secadas y molidas para ser utilizadas en los procesos de extracción industriales. Por tanto son un recurso renovable ya que se cortan y ellas mismas rebrotan y continúan su crecimiento.

La diferencia comienza en la forma de extraer sus extractos. En el caso de utilizar un proceso químico, las algas son atacadas generalmente por una base fuerte y se extraen todos los componentes solubles en ese medio, es posible que en estos procesos se puedan perder algunas de las cualidades de las algas en fresco.

Praderas de Ascophyllum nodosum

En cuanto a los procesos de extracción físicos se realiza mediante extracciones acuosas al vacío, procesos de ruptura celular y micro-crioaplastamiento. En estos procesos no hay ataques químicos y con sus extractos son susceptibles de obtenerse posteriormente una mejor respuesta de la planta tras la aplicación del producto final.

¿Qué contienen estos extractos de algas?

Como hemos dicho al comienzo de este artículo, estos extractos de algas no contienen cantidades significativas de macro y microelementos, aunque si contienen de todos en trazas. Lo que los hace especiales es su riqueza en polisacáridos complejos (tipo laminarinas, fucoidanos y alginatos) que no están presentes en las plantas terrestres. Estos extractos han demostrado mediante bioensayos que pueden inducir la producción de auxinas y citoquininas naturales en las plantas sobre las que se aplican.

¿Cómo actúan los extractos de algas?

Si el producto ha sido fabricado de forma adecuada y los aplicamos correctamente, incidir sobre nuestras plantas consiguiendo un crecimiento más vigoroso, unas plantas más fuertes, una brotación natural más potente, una mejora en la absorción de los elementos minerales al suelo, una notable resistencia a los efectos adversos climáticos como heladas, fuerte calor, sequedad y en general, mayor resistencia a los ataques de las plagas. También tiene efectos positivos para superar la crisis del post-transplante y como resultado final, un aumento de la producción y de su calidad.

Ascophyllum nodosum

¿Son los extractos de algas respetuosos con el medio ambiente?

Todas las opiniones lo afirman. Las algas “son cultivadas” en su medio ambiente ya que son cortadas en su recolección de forma que brotan constantemente y por lo tanto generan masas vegetales renovables.

Dicho esto, nos podemos plantear si los productos derivados de los extractos de algas pueden ser utilizados en los cultivos ecológicos y la respuesta es que no todos. Para ello habrá que comprobar que el producto está certificado para ese fin por alguna entidad certificadora.

A la hora de fertilizar nuestras plantas en el huerto urbano con abonos a base de extractos de algas debemos ser muy estrictos con las dosis de aplicación. No por aportar más dosis de la recomendada por el fabricante obtendremos mejores resultados sino todo lo contrario o simplemente estaremos tirando el producto.

Como hemos dicho, es un bioestimulante y no un fertilizante clásico. Por ello, si deseamos además aportar nutrientes en mayor cantidad, debemos añadirlos mediante otros productos formulados para tal fin.