Cuando nos referimos a las moscas de las cebollas lo hacemos sobre un pequeño insecto que ataca a todo el grupo de cebollas causando grandes daños si no se controla. Cebollino, cebolla seca, cebolla tierna, cebolla en bulbillo, calçots, … No importa la modalidad de cultivo ni la especie o variedad, todas ellas están expuestas a su ataque durante su cultivo. Sus daños son producidos en su estado larvario.

Delia antiqua o Phorbia antiqua

También, cuando se habla de la mosca de las cebollas, en realidad se está refiriendo a diferentes especies de dípteros, si bien una de las principales especies es la Delia antiqua (Meigen) o Phorbia antiqua, un pequeño insecto cuyo adulto se parece mucho a la mosca doméstica, aunque de color gris amarillento y con los ojos rojos.

Existen otras especies que también se les conoce como mosca de la cebolla, si bien no son específicas, conociéndose más popularmente como ‘Moscas de los sembrados’. Nos referimos en este caso a las especies Delia platura (Phorbia platura) que tiene una línea dorsal marrón característica, Delia florilega (Phorbia florilega) y Delia radicum (Phorbia radicum) que presenta 3 líneas más oscuras en el abdomen.

Cultivo de cebollas

Volviendo a Delia antiqua o Phorbia antiqua es un díptero cuyo adulto mide entre los 5 y 7 milímetros de longitud y son de color gris amarillento y con los ojos rojos como ya hemos avanzado. Las moscas hembras realizan las puestas preferentemente a la altura del cuello de las plantas o en el suelo, aunque se pueden ver excepcionalmente puestas en sus hojas.

Cada puesta consta de unos 100 a 200 huevos y estos tienen forma cilíndrica y color blanco brillante.

A los pocos días comienzan a eclosionar las larvas que son de color blanquecino e inmediatamente penetran en el tejido vegetal, alimentándose del bulbo (Delia antiqua), de las raíces (Delia radicum), o de las semillas en germinación (Delia platura). Estas larvas son ápodas y alcanzan una longitud de un centímetro más o menos.

Tras completar su desarrollo larvario pupan en el suelo, a una profundidad inferior a los 15 centímetros, aunque también es cierto que de forma ocasional pueden llegar a pupar en el interior de la galería alimenticia de la misma planta. La pupa tiene forma ovoide y es de color marrón. De estas pupas emergerán nuevas moscas para repetir el ciclo. En un año se pueden dar hasta tres generaciones, si bien, llegando el invierno detiene su evolución y ya lo pasan en forma de pupa hasta la próxima primavera, de la que saldrá el adulto, normalmente cuando la temperatura del suelo llegue cerca de los 10ºC.

Larvas de phorbia antiqua

Daños de la mosca de la cebolla

La mosca de la cebolla es una plaga ampliamente extendida y sus larvas se alimentan principalmente de las plantas de cebolla, creando galerías en cuello y bulbo, pudiendo llegar a producirles la muerte. Su virulencia se ve favorecida por los otoños cálidos e inviernos con temperaturas suaves, que les permite completar o alargar sus últimas generaciones.

En el ciclo del cultivo de la cebolla, los daños de estas larvas comienzan destruyendo las semillas y pequeñas plántulas, siendo los daños más graves cuanto más joven son las plantas. Si atacan en el inicio de cultivo, producen fallos en la nascencia o muerte de las plántulas si el cultivo está recién instalado. Daños que, en caso de no producir la muerte de la planta, sí le afectará un debilitamiento acusado en estados vegetativos más avanzados. En todos los casos, las cebollas afectadas muestran síntomas de una pérdida de turgencia de la planta, un color amarillento de su follaje y un retraso en el crecimiento.

Ya adulta la planta, la mosca de la cebolla deprecia comercialmente el bulbo al practicar galerías en su interior. Además, por estas heridas es por donde pueden penetrar hongos y bacterias que provocarán su pudrición.

Para identificar que hay un ataque de mosca de la cebolla, debemos arrancar las plantas que presenten síntomas. Vista de cerca se puede observar un orificio de entrada o un reblandecimiento de los tejidos. Si es así la podemos abrir con una navaja y en su interior podremos encontrar sus larvas.

Control de la mosca de la cebolla

La mosca de la cebolla es una plaga que tiene difícil control, sobre todo cuando afecta al cultivo ya establecido. Esta plaga, al encontrarse en el suelo es complicado llegar a ella. De forma indirecta, es importante conocer el histórico de la parcela y si ha estado afectada en campañas anteriores, que en tal caso ya podemos plantearnos el realizar un tratamiento preventivo, actuando antes de que las larvas se establezcan en el interior de los tejidos.

Adulto de Delia antiqua

En este artículo, como en otros publicados en Elhuertourbano.net sobre plagas, en este caso no mencionaremos productos fitosanitarios para el control químico de la mosca de la cebolla. El motivo es el vigor legal de materias activas en función de las diferentes legislaciones según países. Seguro que, con la consulta adecuada al responsable de un almacén de suministros agrícolas, se nos asesorará del producto más eficaz y legal para su tratamiento.

Con el producto adecuado, diferente según la fase para su control, inicialmente se pueden tratar las semillas antes de su plantación. Ya germinadas para su trasplante, se pueden tratar las plántulas o directamente el suelo en época de plantación. Y ya adulta realizar tratamientos procurando mojar bien el cuello de las plantas, dado que ahí es donde se concentran las puestas. También están los tratamientos mediante formulados granulados, similar a los utilizados para el control de caracoles y babosas, que se aplica esparciéndolos sobre el terreno. En este último caso, el tratamiento mediante cebo también es eficaz (dependiendo de la materia activa del formulado), para combatir otras plagas del suelo como gusanos blancos, grises, de alambre, etc.

Medidas culturales para el control de la mosca de la cebolla

La primera medida cultural para el control de la mosca de la cebolla es la colocación de trampas (mosqueros) para la detección precoz de adultos. Así sabremos si procede o no la realización de tratamientos, además de realizarlos en el momento adecuado.

Otras medidas culturales para el control de la mosca de la cebolla:

  • La rotación de cultivo de cebolla de dos o más años entre ellos.
  • La retirada y destrucción de los bulbos o cebollas afectadas.
  • Realizar un adecuado plan de abonado en el que se optimice el uso del nitrógeno.
  • Realizar labores al suelo previas a la plantación que permitan una alta mortandad de estas pupas.
  • Colocar una malla mosquitera en el suelo, sobre toda la superficie de cultivo.
  • Evitar aplicar materia orgánica fresca previa a la plantación. Las hembras de la mosca de la cebolla prefieren suelos con materia orgánica en descomposición para realizar la puesta.