El cebollino está incluido en el grupo de finas hierbas y es ideal para cultivarlo en cualquier tipo de huerto urbano ya sea ecológico o no. En los de campo y jardín pueden estar formando borduras o líneas sobre las que iremos recolectando sus finas hojas. En los de terraza o balcón pueden cultivarse en maceta o jardineras fácilmente y también en la cocina, ya que vegeta bien en una pequeña maceta bajo la iluminación natural de una ventana.

Además de sus hojas, sus flores son comestibles y se pueden disfrutar desde finales de primavera a bien entrado el verano. Hojas y flores, dos productos gourmet al alcance de todos como planta aromática y culinaria.

Allium schoenoprasum

El cebollino no debe confundirse con la cebolleta (Allium fistulosum) que es otro producto e incluso otra especie. Centrados en el cebollino, también se le conoce con nombres populares como ajo de puerto, ciboulette, puerro-junco, cebolla de verdeo, cebolla china, cebollino francés, cebolo, ajo pardo, cebolinha, ceboliño, ajo morisco, ajo de España, cebollí, ajo moruno, etc. siendo su nombre científico Allium schoenoprasum, pertenece a la familia Liliaceae (Liliáceas) y tiene su origen en las regiones frescas de partes de Canadá y Siberia. Con el tiempo ha ido entrando en Europa como planta aromática y culinaria y en algunas zonas de campo y jardín ha llegado a naturalizarse. Así, es fácil que se pueda llegar a encontrar por las orillas de caminos, si bien quizás estemos ante el Allium schoenoprasum var. Sibiricum, una variedad de mayor tamaño y rusticidad.

Esta planta es una hierba perenne crece a partir de un bulbo de donde salen numerosas hojas cilíndricas y huecas formando matas con un cierto atractivo ornamental. Este bulbo puede ser de 1,5 a unos 4 milímetros de diámetro, fusiforme con un rizoma muy corto. Su túnica es lisa de color grisácea y algo coriácea.

Sus hojas pueden medir desde los 10 a algo más de 40 centímetros de longitud. Son en forma tubular, fistulosas, de margen liso, de color verde oscuro brillante que en su conjunto aportan un aspecto de hierba.

Según la zona comienza su floración con la llegada de la época más calurosa del año. Como referencia, en el hemisferio norte, puede florecer durante uno o dos meses, pudiendo comenzar desde finales de primavera y terminar sobre mitad de verano.

Sus flores, además de comestibles, aportan un toque ornamental allá donde se cultiva. Por ello, aunque con pocas matas tenemos suficientes para su consumo gastronómico, se pueden plantar en mayor cantidad y disfrutar de su atractiva floración.

Cebollino

Estas crecen en inflorescencias densas que llegan a poder contener hasta 50 flores o más, formando cabezuelas de aspecto esférico con un diámetro de 3 a 4 centímetros, de color lila oscuro, rosa e incluso morado en función del cultivar.

Tras su fecundación su fruto es una cápsula de unos tres milímetros que contienen una o dos semillas más o menos irregularmente de aspecto ovado angulosas. Estas semillas podemos recolectarlas para su reproducción porque al no ser híbridas se mantiene sus características vegetales.

Usos culinarios del cebollino

Durante su época de floración, el cebollino (Allium schoenoprasum) ofrece unas preciosas y aromáticas flores comestibles, que bien utilizadas en gastronomía proporcionan un característico pero suave sabor a cebolla fresca a la vez que sirven de elemento decorativo en los platos.

Pero el uso más habitual del cebollino es en fresco, mediante el picado de sus hojas. Si no tenemos plantado en nuestro huerto, se encuentra con facilidad en la zona de frutas y hortalizas de los supermercados junto a otros productos refrigerados como las ensaladas cuarta gama. Se presentan en manojos de hierba envasadas. Otra forma de presentación en el comercio es liofilizado o seco, aunque en estos casos pierde parte de su sabor y aroma.

Al ser de la misma familia que las cebollas, su sabor es suave y delicado. Sus tallos pueden recolectarse directamente de la planta, según se necesite, desde finales de invierno hasta principios de otoño. Cortados finamente se pueden utilizar en la elaboración de numerosos platos, como por ejemplo en ensaladas, huevos rellenos, sopas, ensaladas, tortillas, salsas, yogures, cremas, etc. Este aportará sabor y estética.

Propiedades del cebollino (Allium schoenoprasum)

Como hemos adelantado, el cebollino es una planta aromática y culinaria. Estos ya eran cultivados hace más de 5.000 años por la cultura tradicional china, utilizándolo no solo para cocinar, sino también por sus cualidades como antídoto para venenos y remedio para hemorragias.

Con tan solo unas 30 kcal por 100 gramos, el cebollino es una planta muy baja en calorías pero que nos aporta fibra, agua (100 gramos contienen 90,6 gr de agua), vitaminas (C, A y K) y minerales (potasio, calcio y fósforo) y antioxidantes.

Entre sus propiedades, está la de aportar importantes beneficios al cuerpo. Según estudios consultados, gracias a su contenido en antioxidantes, el cebollino puede disminuir los niveles de colesterol en sangre. Derivado de ello mejora la circulación e incluso ayuda a disminuir la presión arterial porque algunas de sus sustancias liberan ácido nítrico. Destacar que estos antioxidantes también participan como un perfecto aliado contra el envejecimiento celular.

Sus vitaminas C y K ayudan al organismo a protegerse de las infecciones y a fortalecer los huesos respectivamente.

También se hace referencia a que contribuye a mejorar la digestión y estreñimiento gracias a la fibra que contiene.

Por último, se recomienda no cocinarlo porque perdería sus vitaminas y sabor.