¿Qué es un fertilizante foliar?

Son varias las técnicas de aplicación de un fertilizante, entre ellas, el abonado foliar. Se entiende como abonos foliares, todos aquellos de gran solubilidad, cuyos elementos nutritivos pueden ser aplicados, normalmente, mediante la técnica de pulverización y directamente sobre el follaje de una planta en cultivo.

Estos abonos, muy solubles y con escasez de sales no deseadas, se disuelven a las dosis determinadas según su riqueza y necesidades técnicas de aplicación, y se aplican a través de soluciones acuosas, con o sin mojante, en función de la característica de humectación de la hoja.

¿Cuándo se aplican los abonos foliares?

Los fertilizantes foliares se aplican evitando las horas de más calor y siempre y cuando no amenace lluvia, para que estos permanezcan durante el mayor tiempo sobre la superficie foliar de la planta.

Tampoco es conveniente aplicarlos a últimas horas del día para evitar que la planta pase mojada gran parte de la noche, evitando así que esa humedad favorezca el ataque de hongos.

Esto en cuanto al momento. Respecto a su justificación, los abonados foliares son aplicados como complemento de la fertilización en el suelo, cuando se detecta una baja reserva de nutrientes o una carencia evidente en la planta.

Según el caso, se opta por una formulación determinada. Puede ser un fertilizante bien equilibrado NPK, más oligoelementos, combinación de microelementos en mayor o menor número de ellos, o combinaciones concretas en función del estado fenológico de la planta.

Estos abonos foliares permiten el corregir problemas inmediatos de elementos nutricionales poco móviles, como suele ocurrir en el caso del calcio, así como carencias de oligoelementos como el cobre, zinc, hierro, manganeso, boro, molibdeno, etc.

Cada vez es más habitual, en utilizar también los llamados bioestimulantes agrícolas, orientados todos ellos (bioestimulantes y abonos más tradicionales), mediante su aplicación foliar, a cubrir etapas específicas del cultivo. Estas etapas fenológicas se centran especialmente en las correspondientes al enraizado, brotación, floración, cuajado, engorde y maduración.

¿Cómo actúan los nutrientes aplicados por vía foliar?

Un aspecto a tener en cuenta es que la aplicación foliar del fertilizante, debe cubrir al máximo la superficie foliar hasta el punto de goteo. Por eso, como hemos avanzado, si la hoja es muy cerosa, debe acompañar la solución con un mojante para romper la tensión superficial de la gota y esta se adhiera bien a la superficie de la hoja.

Tras la aplicación mediante pulverización, con los nutrientes sobre la superficie foliar, estos deben permanecer varias horas con el objetivo de asegurar su máxima absorción.

Durante ese periodo, estos atraviesan la epidermis de la hoja y pasan a la corriente de savia, distribuyéndose los distintos órganos de la planta donde son necesarios.

Con respecto a la epidermis, esta se muestra como una barrera natural, siendo distintas en cuanto a grosor y resistencia según la especie e incluso, estado de cultivo. Esta epidermis es (capa exterior que cubre las hojas), puede tener una o varias capas de células según la especie. No tienen cloroplastos y tampoco fotosintetizan.

Abonado foliar en almendros

Características de un fertilizante para su aplicación foliar.

Entre las características que debe tener un abono para que pueda aplicarse mediante pulverización sobre el follaje, está que sea altamente soluble y sin sales no deseadas, en definitiva, ricos en los elementos necesarios para cada caso.

Al hablar de fertilizantes, o incluso bioestimulantes agrícolas, debemos hacer hincapié en que se tratan de un catálogo de formulaciones específicas para casos concretos. Nunca deben ser vistos como único sistema de nutrición vegetal.

En el caso de los oligoelementos, según cada caso, pueden ser complejados, quelatados, quelados o no. En cada caso, su grado de eficacia puede ser diferente según las circunstancias que se estén dando en el cultivo.

También deben ser estables antes diferentes cambios climáticos. Aun así, hay que evitar aplicarlos en días de lluvia o de sol intenso.

El abonado foliar en olivar, cítricos y hortícolas.

Para mejorar el concepto de fertilización foliar, a continuación, nos centramos, a modo de ejemplo, en el abonado foliar de varios cultivos.

El abonado foliar del olivar.

En el abonado foliar, en el olivar, suelen ser ricos en nitrógeno o aminoácidos, siendo una época adecuada para ello durante los meses de marzo y abril, momento del inicio su inicio vegetativo.

Otro momento es durante su floración mediante microelementos para actuar como potenciador y mejorar el cuajado de frutos.

Una siguiente etapa es durante el engorde de aceituna, resultado adecuado el calcio para potenciar la división celular, el crecimiento y el incremento de tamaño de los frutos.

Y en la etapa de maduración para la concentración de grasa (aceite), mediante formulados ricos en potasio y aminoácidos.

El abonado foliar para cítricos.

Volvemos al momento de la brotación, para mejorarla con formulados ricos en nitrógeno combinado con correctores de microelementos.

Durante la fase de floración y cuajado de frutos, en el que el aporte de calcio es fundamental. Y durante el engorde de frutos, que además favorecerá su color, contemplando la gran importancia el potasio.

El abonado foliar para cultivos hortícolas.

Mediante los abonados foliares, se pueden aplicar activadores que gestionan la energía y el equilibrio fisiológico del cultivo, o prevenir la carencia de calcio (Blossom end rot) en el caso de las lechugas o el tomate.

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