Uno de los materiales utilizados en el cultivo hidropónico es la lana de roca, un material inerte y que compite en el mercado del cultivo sin suelo con otros sustratos puros como la fibra de coco, la perlita, la arcilla expandida, e incluso, con la grava volcánica.

¿Qué es la lana de roca?

Lo primero es definir qué es la lana de roca. Esta se produce a partir de minerales naturales, como basalto o diabasa, que se funden a altas temperaturas y luego se hilan en fibras finas.

La lana de roca fue desarrollada por la compañía danesa Rockwool en la década de 1930, con el propósito inicial de utilizarla como material aislante en la construcción. Posteriormente, en las décadas de 1960 y 1970, se exploraron sus aplicaciones en la agricultura, especialmente en la horticultura y la agricultura hidropónica.

Centrado en el uso de la lana de roca para cultivo, su composición fibrosa y porosa, la convierte en un sustrato inerte y estéril, significando que no contiene microorganismos patógenos ni nutrientes.

Respecto a sus propiedades físicas y estructurales, la lana de roca tiene una excelente capacidad de retención de agua y aire, lo que facilita un equilibrio óptimo para el desarrollo de las raíces de las plantas.

Estas propiedades, también le permite un control preciso de los nutrientes y el riego, ya que no contiene nutrientes propios y se puede administrar mediante una solución nutriente específica (fertirrigación).

Cultivo hidropónico en lana de roca

¿Cómo se comercializa la lana de roca para su uso agrícola?

La lana de roca destinada a uso agrícola se comercializa de diversas formas, adaptadas a diferentes necesidades y sistemas de cultivo. Algunas de las formas más comunes en las que se comercializa para uso agrícola son:

Bloques de lana de roca. Se presentan en unidades compactas que proporcionan un medio de cultivo tridimensional para las plantas. Estos bloques pueden tener diferentes tamaños y formas y son ideales para sistemas de cultivo en macetas o contenedores.

En planchas o tablas (slabs). Son planchas más grandes y delgadas de lana de roca que se utilizan comúnmente en sistemas de cultivo hidropónicos. Estas planchas pueden tener orificios preperforados para facilitar la colocación de las plantas y permitir el drenaje. Las hay de diferentes longitudes, alturas y anchura, estando previstas según sus dimensiones para distintos cultivos en función de la especie.

En granulado. También se comercializa en forma de pequeños gránulos. Este tipo de presentación es versátil y puede utilizarse en combinación con otros sustratos o en sistemas de cultivo donde se busca una mayor aireación.

En mantas o rollos. Algunos productores pueden optar por mantas o rollos de lana de roca que permiten una mayor flexibilidad en la disposición del sustrato. Estas formas son adecuadas para sistemas de cultivo que requieren un manejo más personalizado del medio de cultivo.

En bolsas o sacos. La lana de roca también puede estar disponible en bolsas o sacos, especialmente en forma de pequeños bloques preenvasados. Estos son convenientes para aplicaciones de jardinería en casa o pequeños proyectos agrícolas.

Productos o envases especiales. Algunos fabricantes ofrecen productos específicos de lana de roca diseñados para ciertos cultivos o etapas de crecimiento. Estos pueden incluir soluciones premezcladas con otros sustratos o nutrientes para satisfacer necesidades particulares.

A la hora de comprar lana de roca, los agricultores suelen considerar factores como la densidad, la capacidad de retención de agua, y la estructura física del sustrato para asegurarse de que sea adecuado para sus cultivos y sistemas de cultivo particulares.

¿Qué países consumen más lana de roca como cultivo hidropónico?

Hay países que históricamente han tenido y tienen una presencia significativa en la agricultura hidropónica, por lo que consumen cantidades considerables de lana de roca.

En este sentido, los Países Bajos son conocidos por su liderazgo en la agricultura protegida, en invernaderos de alto rendimiento, y han sido pioneros en la implementación de sistemas hidropónicos avanzados.

Le sigue España. Las provincias como Almería, Murcia y Granada, son conocidas por su extenso uso de invernaderos y tecnologías hidropónicas.

En los Estados Unidos, especialmente en estados como California, donde la agricultura es una industria importante, la adopción de la hidroponía también posee un peso destacado en el mundo de la lana de roca para cultivo.

Canadá, con su clima diverso y extensas áreas de agricultura bajo invernadero, también ha sido un participante significativo en la adopción de la hidroponía.

Sin olvidar a China, la cual viene experimentado un rápido crecimiento en la agricultura protegida y ha adoptado tecnologías avanzadas, incluida la hidroponía, en diversas regiones del país.

Cultivo de tomate en lana de roca

¿Cómo se fabrica la lana de roca?

Como hemos avanzado, la fabricación de lana de roca es un proceso industrial que implica la transformación de minerales naturales.

Como materia prima, el principal componente de la lana de roca es la roca basáltica o diabasa, que son tipos de rocas ígneas. Estas rocas contienen minerales como silicatos de calcio, magnesio y hierro, entre otros.

Estas rocas se someten a un proceso de fusión a temperaturas extremadamente altas, aproximadamente sobre los 1.600 °C. Este proceso convierte las rocas en un estado fundido.

La roca fundida se extruye a través de pequeños orificios en un dispositivo llamado «spinner» o hilador, formando fibras extremadamente finas y continuas.

Estas fibras, recién formadas, se enfrían rápidamente mediante la exposición a corrientes de aire o mediante la aplicación de un agente de enfriamiento.

Seguidamente, las fibras enfriadas se combinan y entrelazan para formar una matriz coherente. En este punto, pueden agregarse pequeñas cantidades de aglutinantes o adhesivos para mejorar la cohesión del material.

Finalmente, la lana de roca en bruto se corta en bloques, slabs, rollos u otras formas según la aplicación prevista. Estos productos finales pueden variar en tamaño y densidad.

Dependiendo de la aplicación final, los productos de lana de roca pueden someterse a tratamientos adicionales, como recubrimientos protectores o procesos de impermeabilización.

Y para su venta, los productos terminados se empaquetan y distribuyen para su uso en aplicaciones específicas, como la construcción (aislamiento térmico) o la agricultura (sustrato para cultivo).

¿Es reciclable la lana de roca?

Sí, la lana de roca es reciclable, y su reciclaje puede contribuir a prácticas más sostenibles en la agricultura y otras aplicaciones.

La utilizada en cultivos agrícolas, en sistemas hidropónicos, pueden ser recolectadas y recicladas. El proceso de reciclaje implica generalmente la recogida y la posterior limpieza del material para eliminar cualquier residuo de raíces, sustratos añadidos o nutrientes. Seguidamente, se somete a procesos industriales para desinfectar y preparar el material reciclado para su reutilización.

El material reciclado puede tener varios usos. Entre ellos está como participar en nuevos sustratos agrícolas porque puede mezclarse con otros materiales para crear nuevos medios de cultivo.

Otro uso, en aplicaciones no agrícolas, es el ser utilizada como material aislante térmico en construcción.

Con el reciclaje de la lana de roca reduce la cantidad de desechos y ayuda a cerrar el ciclo de vida del material, promoviendo prácticas agrícolas más sostenibles y respetuosas con el medioambiente.

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