Uno de los objetivos perseguidos por todos aquellos que poseen un huerto urbano es conseguir las mejores cosechas posibles. En las hortalizas de hoja, flores, tubérculos y raíces la recolección se centra como su nombre invita a pensar en sus hojas como es el caso de las acelgas o espinacas, sus flores en coliflores o alcachofas, tubérculos en las patatas o el boniatos (batata),… y en el caso de raíces las zanahorias o rábanos por ejemplo. Pero en las hortalizas de fruto y los frutales, son sus frutos el objetivo del esfuerzo empleado: tomates, berenjenas, pimientos, calabacín,… y en el caso de frutales las peras, manzanas, melocotones, ciruelas, naranjas, limones, etc. son claros ejemplos de a qué nos referimos. En todos estos casos ya no solo la cantidad sino también la calidad son factores a tener muy en cuenta.

Para que exista un adecuado nivel de fructificación, el estado de la planta para que la cantidad y calidad de sus flores sean óptimos es fundamental y para ello las empresas fabricantes de fertilizantes y bioestimulantes agrícolas trabajan en conseguir formulados desarrollados especialmente para ello. Nos referimos a la fabricación de bioestimulantes agrícolas para la floración y el cuajado de frutos.

Estos productos bioestimulantes ya los podemos encontrar en los lineales de muchos almacenes de suministros agrícolas. Son fruto de investigación, desarrollo e innovación basados en grandes inversiones por parte de las empresas que los desarrollan. Para conocer mejor todo lo que hay detrás de este tipo de bioestimulantes agrícolas hemos entrevistado a Sandra Fresquet Corrales del Departamento I+D+i de la empresa Artal Agronutrientes. Esta empresa fue fundada en el año 1895 y está dedicada a la formulación, elaboración y comercialización de fertilizantes y productos agronutrientes, siendo la primera empresa española fabricante de fertilizantes líquidos. Artal Agronutrientes forma parte de la Asociación Española de Fabricantes de Agronutrientes (AEFA) además de ser empresa fundadora de la misma.

Sandra Fresquet Corrales

Destacar que Sandra Fresquet es Ingeniera Técnico Agrícola desde el 2008, Máster en Biotecnología Molecular y Celular de Plantas y Doctora en Biotecnología por la Universidad Politécnica de Valencia. Así como agradecerle su tiempo y atención mostrada para responder a nuestras preguntas.

Sandra, ¿los bioestimulantes para floración y cuajado de frutos a nivel profesional son los mismos que se pueden adquirir para huertos urbanos?

Sí claro. Aquí cada empresa fabricante debería responder por sí misma pero en síntesis deben ser los mismos. Solo cambiaría el formato de presentación, en este caso me refiero a la ‘paquetería’ ya que cuando un producto profesional se comercializa por un canal con destino al consumidor final cambia el envase, cantidad envasada por unidad de venta, imagen del mismo, etc. ya que en muchas ocasiones ‘la compra se realiza por impulso’ además de tener que aportar una información más ‘entendible por el consumidor’ ya que no siempre posee el grado de conocimiento técnico como sí lo tiene un profesional técnico o ingeniero agrícola que gestiona una explotación agrícola.

Estos profesionales también tienen entre sus objetivos el mejorar la productividad de los cultivos, en este caso en aquellos que basan su rentabilidad en el comercio de sus frutos ya sea para su venta en fresco o en transformado: todo tipo de cítricos, vid, manzana, melocotón, albaricoque, tomate, berenjena, melón, sandía, calabacín, pepino, granado, kiwi, etc. como digo es una de las exigencias y preocupación del agricultor.

Para dar respuesta a estas necesidades se debe buscar soluciones naturales en el ámbito de la agronutrición y de los bioestimulantes agrícolas y como consecuencia, las empresas fabricantes de insumos como somos las pertenecientes a AEFA ponemos nuestros departamentos de I+D+i a la búsqueda de la respuesta más eficiente.

¿Qué importancia tiene mejorar la floración y el cuajado de los frutos de forma natural?

Siempre debemos tener presente que lo ideal es desarrollar productos que actúen sobre la planta de la forma más natural posible. En este caso lo primero es tener presente que las plantas son organismos sésiles que al no disponer de la capacidad de desplazarse, han desarrollado una serie de mecanismos de respuesta a cambios ambientales basados en el desarrollo de vías alternativas para conseguir su principal objetivo: reproducirse, es decir, producir frutos con semillas. De este modo, un proceso reproductivo adecuado es fundamental para que se produzca una buena producción. Por ello, tanto en el ámbito hortofrutícola como ornamental, una de las demandas actuales más importantes de la fisiología vegetal es mejorar la floración y el cuajado de frutos de forma natural en especies vegetales de interés agronómico y económico.

¿Sólo para especies de interés agronómico?

En principio, las principales demandas que detectamos en el mundo agrario son como he dicho la de mejorar la floración y el cuajado de frutos, pero también es cierto que con la aplicación de estos productos en las plantas aumentamos la cantidad de flores, de polen,… y como consecuencia directa también se incide en el mundo de los insectos ya que por ejemplo las abejas obtienen más alimento durante su actividad de polinización. En el mercado ornamental también existen especies que se venden por sus frutos y por lo tanto también tienen su importancia estos productos. Concluyendo podemos afirmar que en todos aquellos cultivos en los que la cantidad de flores, sus frutos y calidad de los mismos tengan repercusión en sus respectivos negocios son destinatarios de estos bioestimulantes agrícolas desarrollados para mejorar la floración y el cuajado de frutos.

¿En qué consiste el cuajado y desarrollo del fruto?

La mayoría de las especies vegetales tienen flores, siendo la flor el órgano que emplean éstas para reproducirse, y donde ocurren los dos procesos necesarios: la polinización y la fecundación. Durante la polinización, el grano de polen es transportado desde la antera hasta el estigma, donde germina, formando el tubo polínico que desciende por el estilo, penetra en el ovario y llega hasta el óvulo que fecunda. Tras la fecundación, la flor se convierte en fruto, dando lugar al proceso conocido como cuajado del fruto.

Cuando comienza el desarrollo del fruto después de la fecundación se inicia un crecimiento rápido de los tejidos del ovario. Se aprecia una primera fase que se caracteriza por numerosas divisiones celulares. Cuando disminuye la división celular, el fruto continúa el crecimiento a través de la expansión celular hasta que alcanza el tamaño final. En esta etapa es cuando empieza a acumularse almidón, ácidos orgánicos y otras sustancias. Finalmente ocurre la maduración que se caracteriza por la generación de una elevada variedad de cambios químicos y estructurales que determinan el aroma, color, textura y composición bioquímica final de fruto: son las llamadas cualidades organolépticas de los frutos. Superada esta fase, el fruto pierde turgencia, aumenta su sensibilidad a las condiciones del medio, pierde el control metabólico e inicia su senescencia. Aunque sus semillas, si las posee, sobreviven y perpetúan la especie. Ésta es la misión última de los frutos.

Bioestimulantes para floración y cuajado de frutos

Para que se produzca el cuajado, ¿qué requisitos son necesarios?

Si durante la primera fase del crecimiento del fruto éste no se inicia, o una vez iniciado cesa, el ovario se desprende y, por lo tanto, no cuaja. Este caso, en el mundo de los huertos urbanos, preocupa especialmente ya se suelen tener pocas unidades de cada planta (un limonero, un ciruelo, unas cuantas tomateras, etc.) y por lo tanto la producción puede pasar de aceptable a nula fácilmente.

Por lo tanto, para que esto no ocurra son necesarios cuatro requisitos:

  • La existencia de yemas florales maduras, bien formadas y nutridas.
  • Una temperatura adecuada que asegure una buena polinización, el desarrollo del tubo polínico y la fecundación. Por eso la insistencia de cultivar productos de temporada.
  • Un aporte adecuado de elementos nutritivos para las plantas cuando el ovario inicie el desarrollo, ya que el desarrollo inicial de los frutos depende del aporte nutricional debido al gran gasto energético que se produce.
  • Y una correcta regulación hormonal ya que este proceso se realiza a través de un gran control multihormonal jerarquizado.

En caso de que alguno de estos requisitos no se cumpla, se produce como mecanismo natural de las plantas, la caída o abscisión de flores o frutos no cuajados. De este modo, las plantas seleccionan las mejores flores y posteriormente los mejores frutos para ser madurados.

En este punto, la aplicación de agronutrientes y biostimulantes desarrollados técnicamente para mejorar las condiciones de la planta en estos procesos, permiten según los formulados, favorecer la producción de polen, su germinación y el desarrollo del tubo polínico, predisponiendo a la planta para que la floración y el cuajado sean más favorables.

¿Puede producirse la caída de frutos a medida que avanza el crecimiento y desarrollo de estos?

En efecto, a medida que el fruto crece, comienzan a aparecer fenómenos de competencia por los fotoasimilados entre los frutos y con las partes vegetativas en crecimiento, por lo que también se puede producir una caída de frutos. Todo lo anterior dará lugar a un bajo porcentaje de cuajado de frutos que varía en cada especie. Por ejemplo, mientras que en mango cuaja solo el 0,1% del total de flores, en naranjo el 0,5%, en aguacate el 1%, en manzano de 2 a 8%, en pera de 3 a 11%, en melocotonero de 15 a 20%, en papayo 33% y en cerezo de 20 a 60%.

Al igual que en el caso anterior, cuando la caída de frutos no corresponde a su naturaleza, el aporte de estos bioestimulantes especiales puede paliar este problema.

Bioestimulantes para floración y cuajado de frutos

¿Hay otros factores que inciden en el cuajado de frutos?

Claro que sí y como ejemplo más claro está la conveniencia de existencia de las llamadas plantas polinizadoras, así como fauna polinizadora. En el primer caso hay especies que requieren polinizadores ya sea porque se tratan de plantas macho y plantas hembras en el caso de kiwi, o bien porque sean plantas que una teniendo los dos sexos en sus flores pueden poseer cierto nivel de autofecundación como ocurre con algunas variedades de manzanos, perales, cerezos, etc. Y como no, si no hay abejas u otros insectos el nivel de polinización baja notablemente ya que el viento tiene sus grandes limitaciones.

El uso de Bioestimulantes para floración y cuajado de frutos mejora las condiciones de la planta para ello, pero no sustituyen condicionantes como los expuestos.

¿Existe alguna práctica agrícola que disminuya la competencia de nutrientes entre los frutos? ¿Qué beneficios tiene?

Cuando se da un exceso de producción y en busca del interés por obtener una cantidad adecuada de frutos de calidad, una técnica que se utiliza con la finalidad de disminuir la competencia entre los frutos es el aclareo. Esta técnica consiste en eliminar algunos de los frutos durante su desarrollo, y así favorecer el crecimiento del fruto generando frutos de mayor tamaño y calidad.

En caso contrario, para disminuir una excesiva caída de frutos no deseada, es cuando la aplicación de estos productos juega un papel vital en la rentabilidad de la producción.

El profesional tiene muy claro el equilibrio entre cantidad y calidad de frutos ya que ambos aspectos redundan directamente en la rentabilidad del cultivo. En cambio, el aficionado tiende a pensar que cuantos más frutos mejor y no tiene en cuenta que el vigor de la planta tiene sus limitaciones. Además hay otro factor a tener en cuenta y es que hay frutales como el melocotonero o el ciruelo que cuando produce en exceso un año, este queda tan agotado que hay muchas posibilidades que al año siguiente tienda a vegetar más y producir menos… es lo que se conoce popularmente como ‘vecero’ o ‘añero’ que consiste en mayores producciones en años alternos. Para evitarlo se gestiona tanto mediante la poda como con el aclareo y este puede ser tanto manual como químico ya que existen productos que provocan la caída de flores.

Observando este porcentaje tan bajo del cuajado de frutos, nos hace pensar que el programa de fertilización tradicional mediante los NPK no es suficiente, ¿verdad?

Los fertilizantes complejos NPK son productos que contienen dos o tres nutrientes primarios: nitrógeno, fósforo y potasio y, además pueden contener nutrientes secundarios y micronutrientes. Estos elementos también están involucrados en mejorar el cuajado de frutos, sin embargo, no se logra un alto porcentaje. Es muy importante poder lograr un mayor rendimiento de este proceso fisiológico. Para ello, conocer los diferentes eventos fisiológicos y ambientales que inducen, retardan o inhiben el cuajado de frutos es fundamental, y de este modo, poder realizar nuevos formulados para este fin.

¿Hay campos de investigación para el desarrollo de estos formulados?

Efectivamente, los esfuerzos constantes en I+D+i en el sector agrícola permiten descubrir nuevas aplicaciones y nuevas materias activas, invirtiéndose cada vez más en investigar sus efectos. Así es como los bioestimulantes han cogido fuerza, mediante su exhaustivo estudio para conocer en que funciones fisiológicas participan cada uno de ellos y cómo lo hace de manera específica cada uno de sus componentes; además, pudiendo conocer cuáles son sus efectos beneficiosos.

Por otra parte, muchas de las empresas asociadas en AEFA, además de los trabajos de investigación desarrollados en nuestras propias empresas, establecemos cada vez más colaboraciones con empresas privadas, universidades y centros de investigación para la investigación y desarrollo de productos en esta línea.

Bioestimulantes para floración y cuajado de frutos

Si son productos nuevos ¿cómo sabemos que existen y su forma de aplicación?

Las empresas que los desarrollamos establecemos programas de transferencia tecnológica tanto a empresas productoras, almacenes de suministro como a técnicos que operan en el mercado mediante conferencias técnicas, artículos técnicos, etc. Por ello es importante pedir asesoramiento a los responsables de los puntos de venta ya que en cierta medida es su responsabilidad saber las características de los productos que comercializan.

También plataformas especializadas como Elhuertourbano.net juegan un papel importantísimo para la transferencia de esta tecnología ya sea dando a conocer estos productos como aclarar que se trata de productos respetuosos para el medioambiente y que incluso benefician a la fauna como es el caso de las abejas, tan amenazadas en estos momentos y que la humanidad depende de ellas.

¿Cuáles son las bases de estos productos?

Podemos encontrar innovaciones en cuanto a los productos bioestimulantes enfocados a estimular y fortalecer la floración y el cuajado de frutos. Por ejemplo, el uso de una combinación de distintos monómeros que actúan como precursores hormonales naturales para aumentar la producción endógena de determinadas hormonas, realizando un papel específico para promover la floración y el cuajado de frutos.

Es importante destacar que las plantas sintetizan este tipo de monómeros, de este modo, los efectos que producen esta combinación son similares o afines a los que desarrollan y efectúan de forma natural estos mismos monómeros en la fisiología vegetal, sin generar ningún tipo de estrés ni fitotoxicidad. Además, la adición de los elementos involucrados en dichos procesos fisiológicos anteriormente mencionados da lugar a un producto con un gran incremento en la producción de frutos. Es decir, aumenta el porcentaje de frutos cuajados.

Siempre hablamos de sustancias naturales que ponemos a disposición de la planta para evitar carencias de las mismas en momentos clave.

¿Están teniendo un buen recibimiento estos productos por parte de los agricultores?

Cada vez son considerados más imprescindibles en la agricultura actual, debido a la demostración contrastada de su gran eficacia. Estos productos han demostrado mejorar la producción, la recolección y el beneficio obtenido, fundamentales para el logro de una buena calidad y rentabilidad para el agricultor.

En el caso de los huertos urbanos, además tienen como consecuencia indirecta un estímulo positivo en el cultivador ya que cuanto mejor es la producción alcanzada de sus cultivos mayor es la gratificación y satisfacción personal percibida. Y esto en el no profesional tiene un valor mayor.

Bioestimulantes para floración y cuajado de frutos

¿Esta innovación en productos bioestimulantes está pensada para la agricultura española?

Esta innovación va mucho más allá. Las empresas que formamos AEFA tenemos gran parte de nuestro mercado a nivel internacional y contamos con un merecido reconocimiento mundial por innovación y por calidad; por ello, los productos que desarrollamos son exportados con éxito a cualquier parte del mundo.

Recordemos que nos encontramos en un entorno globalizado en el que gran parte de las frutas y hortalizas que consumimos están disponibles los 365 días del año en cualquier punto del planeta y que cada día hay nuevas variedades a disposición del cliente, con lo que se enriquece el catálogo vegetal ofrecido al consumidor. En este contexto, nuestras empresas también se ven obligadas a ampliar sus esfuerzos en I+D+i sobre todo tipo de cultivo.

Por otra parte, cada día es más común encontrar cultivos como papayas, aguacates, chirimoyas, etc. en los huertos urbanos. Especies exóticas aquí en España pero normales en países de origen y para las que también se encuentran desarrollados estos productos.

¿Y por qué ahora una mayor demanda de estos productos bioestimulantes agrícolas?

Son muchos los factores que darían respuesta a esta pregunta, como por ejemplo la industrialización de la agricultura con la aplicación de nuevas técnicas productivas, pero manteniendo una producción sana y natural; o el cambio climático que hace más extremas las condiciones de cultivo en lugares tradicionalmente productores y la consecuente necesidad de “ayudar a la planta” a mantener e incluso mejorar su rentabilidad para el agricultor. Por otro lado, se habilitan nuevas zonas geográficas de producción en el mundo que, con la disponibilidad de estas especialidades, permiten crear riqueza a una sociedad que de otra forma lo tendría mucho más difícil.

Y en el caso de huertos urbanos, asegurar o mejorar la producción ya que se suelen tener pocas variedades de cada planta cultivada y en el caso de huertos urbanos de terraza y balcón, al ser cultivados en macetas, contenedores o mesas de cultivo con sustratos prefabricados, asegura mediante la aplicación de bioestimulantes para floración y cuajado de frutos que la planta disponga de estas sustancias.

Más información: www.aefa-agronutrientes.org