En el grupo de setas comestibles que podemos cultivar en casa en el marco del huerto urbano, está la seta de cardo. Es un placer recolectarlas directamente y percibir su sabor una vez cocinadas.

Cómo cultivar setas de cardo es sencillo si se tiene un mínimo de cuidados. Recordar que es muy recomendable adquirir las balas ya precultivadas. Por una parte nos aseguramos la primera cosecha y además ya tenemos orientado su cultivo correctamente.

Antes de ver cómo cultivar setas de cardo, lo primero es conocerla un poco. Si bien también se le conoce popularmente con otros nombres como Gírgola de Panical en Cataluña y Orejua en el País Vasco, su nombre científico es Pleurotus eryngii y es una de las setas más sabrosas y apropiadas para todo tipo de platos.

Cómo es la Seta de cardo – Pleurotus eryngii

La carne Seta de cardo (Pleurotus eryngii) es esponjosa y elástica, de olor suave, su sabor es dulce y un poco fúngico. El color es muy variable ya que va de blanco crema con cierta tonalidad marrón, llegando a marrón muy oscuro en invierno, pasando por todas las tonalidades intermedias y a veces con reflejos azulados.

Estamos ante una seta pequeña con sombrero liso, convexo y con el borde enrollado con forma de ostra, que mide de 5 a 15 centímetros de diámetro, aunque puede alcanzar dimensiones mucho mayor. Las láminas son apretadas y delgadas desiguales, de color blanco que varía a crema cuando los ejemplares son maduros.

Cómo cultivar setas de cardo (Pleurotus eryngii

Entrando ya en el capítulo de cómo cultivar setas de cardo, recordamos que lo ideal es comprar las balas ya pregerminadas, asegurándonos así la primera producción.

Una vez adquirida, normalmente en centros de jardinería, su cultivo es muy fácil.

Primero elegiremos el lugar de ubicación. Este puede ser una habitación no utilizada o el garaje si se dispone de él. Meteremos la bala dentro de una caja de cartón con una cubierta de plástico y la cubriremos para proporcinarle la menor iluminación posible.

Cuidaremos la humedad ambiental del interior de la caja. Esta debe de ser sobre el 80%. Antes dotaremos a la caja de una cierta ventilación y para ello bastará con hacerle unas pequeñas aberturas a la propia caja.

En cuanto a la temperatura, para obtener buenos resultados, su máxima no debería superar los 18ºC.

Si bien es difícil influir sobre estos parámetros, sí es importante saber en qué niveles se mueven para, o bien influir en la medida de lo posible sobre ellos, o ser conscientes de en qué situaciones se encuentra este cultivo y sacar conclusiones correctas sobre la marcha del mismo. Para ello recomendamos tener una mini estación meteorológica que nos de dicha información. Son económicas y fáciles de conseguir por ejemplo en tiendas multi-precio.

De vez en cuando conviene regar. Evitaremos el rociar las setas directamente. Es mejor regar la bala sobre las zonas que no hay setas. Por las características de la misma, la humedad se distribuirá por toda ella.

En cuanto al agua utilizada, es conveniente que sea procedente de lluvia o en todo caso, sin cloro. Si utilizamos agua potable de casa, es interesante llenar un cubo y dejarlo reposar un mínimo de 12 horas. Durante este tiempo se eliminará el cloro que suele llevar.

Durante la recolección de las setas de cardo (Pleurotus eryngii), nunca las cortaremos, sino que las arrancaremos girando el racimo.

Si compramos balas pre-cultivadas, estas suelen ir protegidas por un film de plástico negro, creciendo las setas de cardo por los agujeros realizados para tal fin.

Conforme se arrancan los racimos, se pueden practicar nuevos agujeros para favorecer la aparición de nuevos racimos de setas.

Una vez agotada la bala de cultivo, esta se puede reciclar en el jardín o en huertos urbanos de campo, pues su composición es a base de materiales orgánicos como paja, turba, etc.

Tras cada recolección, cuando tenemos las setas en la cocina, las lavaremos y cortaremos al gusto.

Como vemos, cómo cultivar setas de cardo (Pleurotus eryngii), no sólo es fácil, sino que sale muy económico dada la rentabilidad de su producción.