¿Riegas con agua de calidad? Esta es una de las preguntas que nos podemos hacer mientras estamos regando nuestro huerto urbano o jardín y es porque un agua de buena calidad es la base de un cultivo exitoso. Un agua libre de sales minerales y productos químicos indeseados como el cloro, contribuirá de forma decisiva a que nuestras hortalizas, frutas y verduras tengan el sabor y la calidad que esperamos cuando las cultivamos en nuestro huerto.

Cuando decidimos crear un huerto en nuestro jardín, terraza o en un rinconcito de nuestro balcón, lo que esperamos es conseguir sabores auténticos, productos frescos y ecológicos, recolectados por nosotros mismos que irán directos del huerto al plato. Si el agua con la que vamos a regar no es de buena calidad ponemos en riesgo esa calidad del producto final, principal razón de nuestro pequeño huerto. Pero lo mismo sucede en nuestro jardín, que cuidamos y mimamos para que nuestras plantas ornamentales crezcan más sanas y fuertes. En este caso también la calidad del agua influye directamente en ello. El cloro y otros elementos no deseados, presentes en todas las aguas municipales, disminuyen la calidad del agua e incluso nos afecta a la respuesta y eficacia de los fertilizantes que vamos aplicando.

¿Qué es un agua de calidad?

Definir qué es un agua de buena calidad no es tan fácil ya que el primer condicionante para su definición es saber cuál va a ser su uso. En este contexto, por ejemplo no es lo mismo un agua destinada directamente al consumo humano que para su uso en agricultura. Incluso podemos decir que una determinada calidad de agua puede ser buena o no tanto según sea utilizada en una u otra especie en cultivo.

Los estándares más comunes utilizados para evaluar la calidad del agua se relacionan con la salud de los ecosistemas, seguridad de contacto humano y agua potable. Pero en este post nos referimos en concreto a una buena calidad de agua para el riego de nuestro huerto urbano o jardín y es aquí cuando debemos de saber que el agua potable… la llamada ‘agua del grifo’, no es la mejor para regar. Es un agua a la que se le ha añadido cloro y en muchas ocasiones contiene además niveles no deseados de sedimentos, tierra y óxido, sustancias que en el tiempo se acumulan en el sustrato y terminan por interferir en el correcto crecimiento y salud de nuestras plantas.

Riegos con agua de calidad

Es cierto que el cloro que contiene el ‘agua del grifo’ se utiliza para evitar la proliferación de bacterias y demás microrganismos en las redes de aguas municipales, pero sus efectos en las plantas son muy dañinos y a muy corto plazo. Por ejemplo:

  • Terminan dañando las raíces y por lo tanto no crecen ni florecen adecuadamente.
  • Los microorganismos beneficiosos existentes en la tierra mueren a causa del cloro, dejando de transformar nutrientes asimilables para las plantas.
  • También, el cloro interfiere sobre aspectos químicos del sustrato e interfiere con los nutrientes aportados en el abonado.
  • Las hojas de las plantas pueden sufrir quemaduras si se riegan directamente y de forma frecuente con agua clorada.

En otras ocasiones, las fuentes de suministro de agua para este uso pueden ser redes de regadío, balsas de riego o pozos propios. En estos casos, se pueden dar concentraciones de materiales en suspensión no deseados (arena, hojas, limos, algas, etc.) que también afectan negativamente a la calidad del agua de riego.

¿Qué podemos hacer ante estos casos para obtener un agua de riego de calidad? Por suerte existen empresas que diseñan y fabrican equipos para mejorar su calidad. Un ejemplo de ello son los equipos de filtración GrowMax Water, diseñados exclusivamente para la industria de la jardinería y la hidroponía. Su uso permite eliminar hasta el 99% del cloro del agua y limpiar los sedimentos superiores a 5 micras, ayudando a conseguir el sabor natural que esperamos de nuestros cultivos y contribuir decisivamente a disfrutar de unas plantas más sanas y bien cuidadas en nuestro huerto y jardín.

Cómo conseguir agua de calidad con filtros de agua

En cuanto a cómo funcionan estos equipos, por ejemplo los sistemas de filtración de agua GrowMax Water contienen un cartucho de sedimentos de 5 micras que retiene la tierra, óxidos y otros elementos en suspensión, y un cartucho de carbón activado en bloque de alta capacidad que elimina hasta el 99% del cloro, además de herbicidas, pesticidas y contaminantes orgánicos en suspensión, que en determinadas zonas rurales pueden estar presentes también en el agua.

El proceso de filtraje en estos equipos se compone de dos etapas. En la primera etapa el agua pasa por el filtro de sedimentos y los elementos en suspensión quedan retenidos mediante los microporos del cartucho de polipropileno. La segunda etapa y la más importante, es el filtro de carbón activado en bloque de alta capacidad, que eliminará hasta un 99% del cloro además de los componentes mencionados anteriormente.

Riegos con agua de calidad

Diferentes modelos de equipos de filtrado de agua

Existen huertos urbanos de diferentes dimensiones al igual que sucede con los jardines y como respuesta a ello también existen diferentes modelos de equipos de filtrado de agua para dar respuesta a cada necesidad. Lo ideal es elegir entre una gama de filtros especialmente diseñados para su uso en hidroponía y jardinería.

Los diferentes equipos proporcionan diferentes caudales de agua, de acuerdo a las dimensiones de nuestro huerto urbano o jardín. Así, para los pequeños cultivos y jardines se recomienda utilizar los modelos Eco Grow con un caudal 240 L/h o el Garden Grow con un caudal de 480 L/h. Estos dos modelos incluyen un kit de instalación completo y conexiones para instalarlo en el interior o exterior, según nuestra necesidad.

Si tenemos un espacio de cultivo mayor y nuestras necesidades de riego son más grandes, los modelos Super Grow y Pro Grow suministran caudales de 800 L/h y 2.000 L/h respectivamente. Estos incluyen conexiones directas a la manguera de jardín haciendo más fácil su instalación y uso.

Por lo tanto, vemos que hay soluciones para mejorar la calidad de nuestra agua de riego, soluciones cómodas y seguras para conseguir unos tomates y lechugas más sabrosas y saludables, fresas más jugosas y ricas o unas flores más vistosas. Porque conseguir buenos resultados en el cultivo está en nuestras manos gracias a mejorar la calidad del agua. Si nosotros mismos descartamos beber agua del grifo por su sabor y olor a cloro, ahora que conocemos sus efectos sobre las plantas ¿por qué seguir regando con esa misma agua nuestro huerto y jardín?