El huerto urbano en el balcón es una de las modalidades a las que más se asocia este concepto y como su expresión deja adivinar, se trata de cultivos realizados en los balcones de las casas. Precisamente las características de estos, junto con la geolocalización marcarán notablemente los diferentes tipos de especies con posibilidades de cultivo.

Los huertos urbanos de balcón deben partir de un conocimiento y consentimiento si procede de las normas del vecindario. Cada uno en el espacio de su vivienda tiene la libertad de gestionarlo a su gusto pero en ocasiones se da la circunstancia que existen unas normativas comunitarias que deben de respetarse y de ahí esta observación.

Poner un huerto urbano en el balcón nos ofrece muchas ventajas sin que la económica tenga que ser la principal. Nos permitirá darle un uso con plantas más allá de lo ornamental, nos permitirá potenciar la educación en la alimentación de los más pequeños, en caso de haber personas muy mayores se les ofrece una oportunidad de entretenimiento muy interesante, nos proporcionará alimentos sanos y la satisfacción de haberlos cultivado por nosotros mismos, y por qué no, también un motivo para comentarlo y disfrutarlos con familiares y amistades.

¿Qué hay que hacer antes de montar un huerto urbano en el balcón?

Común a todo tipo de huertos, antes de empezar es analizar y valorar un par de puntos en los que prácticamente no podemos intervenir y sin embargo nos marcará las condiciones de cultivo.

Un huerto de estas características es sinónimo de cultivo de plantas de temporada. Por lo tanto la ubicación geográfica donde vivimos lleva consigo un clima determinado. No da lo mismo vivir en un clima mediterráneo a nivel de costa con inviernos suaves que uno continental con inviernos más largos, fríos y con temperaturas más extremas.

El clima no impide cultivar pero sí tener muy en cuenta las fechas y especies para tener la garantía de que estos cultivos llegarán a buen término. Por ejemplo, mientras un cultivo de tomate en la costa del sur de España podrá dar cosechas hasta bien entrado el otoño, en el interior de la península no lo hará más allá de finales de verano.

Otro factor limitante será la orientación del mismo, así como la planta (nivel) del piso en el que se encuentre. Aquellos con pocas o ninguna hora de luz nos harán desestimar aquellos cultivos con altas necesidades de luz y temperatura como por ejemplo las berenjenas, pimientos y tomates. En cambio podremos cultivar plantas con menos necesidades como acelgas y aromáticas del tipo perejil o hierbabuena.

Mesas para huertos urbanos de balcón

Siempre habrá una posibilidad de cultivo si sabemos jugar de forma inteligente con los condicionantes que no podamos intervenir.

¿Cómo montar tu propio huerto en tu balcón?

Hay un condicionante que no hemos querido englobar en el capítulo anterior: el espacio disponible del balcón. El motivo es que en realidad sí podemos intervenir en él porque un balcón no solo tiene superficie, también tiene paredes, barandilla y techo y sobre ellos podemos poner cultivo. Un ejemplo son las macetas colgantes, jardineras adaptadas en sujeción sobre barandillas, mesas de cultivo para trabajar a diferentes alturas etc.

A partir de aquí hay tres capítulos para montar nuestro huerto urbano en el balcón:

Recipientes para un huerto urbano de balcón

Como hemos avanzado, a la hora de plantearse un huerto urbano en el balcón debemos plantearnos también los espacios disponibles y gestionarlos de forma óptima para aprovecharlos al máximo.

Por una parte tenemos las macetas y jardineras, estas últimas con posibilidad de sujetarlas a la barandilla y siempre orientadas al interior del balcón y nunca hacia la calle. Los tamaños también deben ser tenidos en cuenta. Si cultivamos especies de porte pequeño con relativas pocas necesidades de sustrato como rúcula, tomillo, lechugas, espinacas,… no hace falta grandes recipientes. Por el contrario, otras especies como calabazas, berenjenas, tomateras, pimientos, etc. recurriremos a contenedores de más volumen, igual que si cultivamos plantas de poco porte pero con necesidades especiales de profundidad de sustrato como es el caso de las zanahorias, nabos, etc.

Si optamos por frutales como vid, almendros, cítricos, etc., aquí sí debemos optar por contenedores de gran capacidad. Estos deben ubicarse en zonas que no necesiten moverlos y que a su vez no afecte a la movilidad en el balcón.

Los hay fabricados de muchos materiales. Todos pueden servir si bien los de barro mantendrán el sustrato más fresco en verano, sobre todo cuando les dé el sol directo.

Otra opción son las mesas de cultivo, normalmente fabricadas de madera, que permiten gestionar los cultivos de pie e incluso nos permite colocar algunas pequeñas macetas debajo de ella y así aumentar la superficie de cultivo. También son muy interesante para las personas mayores facilitándoles las labores de cultivo.

No debemos descartar las macetas colgantes, muy útiles para especies como las fresas. Estas pueden colgarse directamente del techo o sobre las paredes, si bien debemos evitarlas (o descolgarlas) en zonas con vientos por seguridad.

Asociado a las macetas colgantes, están los recipientes para jardines verticales que nos permiten adaptarlos a las paredes y cultivar en vertical. Son muy útiles para plantas de porte colgante o de pequeño tamaño.

Semillas horticolas y aromáticas

Sustratos para un huerto urbano de balcón

La correcta elección del sustrato es fundamental y aquí, conocer las necesidades de cada planta es fundamental. Los cultivos tradicionales de secano como las aromáticas del tipo tomillo, romero, lavándula, etc. requieren sustratos ligeros y que drenen bien. Por el contrario algunas especies son semiacuáticas como la hierbabuena y la mentha por lo que requieren sustratos más turbosos y húmedos.

En medio, tenemos las plantas de frutales y hortícolas, a los que les va bien los sustratos de tipo franco. Para ello y según la especie podemos partir de un sustrato universal al que le podemos añadir o no, otras materias primas como arcilla, tierra de campo, etc. para conseguir la estructura física adecuada.

Gracias a las empresas fabricantes de sustratos, a día de hoy podemos encontrar sustratos especiales para semilleros y diferentes tipos de plantas hortícolas.

Semillas y planteles para un huerto urbano de balcón

Por último, tenemos la oportunidad de elegir si partimos el cultivo vía semilla o plantel. Como es obvio el cultivo iniciado de semilla es más largo que si partimos de plantel.

Pero hay cultivos de ciclo rápido y fácil de realizar que siempre se recomienda partir de semilla, al igual que para todas las especies en las que su sistema radicular sea la cosecha, como por ejemplo los rabanitos o las zanahorias.

Los cultivos de porte medio a grande como coles, pimientos, calabacín, tomateras, alcachofas, etc. suelen ser muy interesantes partir de plantel. Es más, algunos planteles de alta gama son injertados y en estos casos sí o sí sólo pueden obtenerse de plantel.

Para aquellos que comienzan o les prima el tiempo de cultivo, están los planteles ya más avanzados en cultivo. En vez de presentarse en pequeños alvéolos lo están en macetas más o menos grandes. ¿Cuál es la mejor opción? Todas según la necesidad del momento.

En cuanto a los frutales se puede iniciar su cultivo de dos formas: una plantándolos a raíz desnuda durante el reposo invernal o trasplantándolos al contenedor definitivo partiendo de plantones cultivados en maceta, en este caso con la posibilidad de poderlo hacer durante cualquier época del año.