El cultivo de los llamados frutos rojos en un huerto urbano es toda una experiencia y para que además sea un éxito, conviene saber lo mejor posible cuáles son sus necesidades edafológicas (composición y naturaleza del suelo en su relación con las plantas y el entorno que le rodea). A continuación nos centramos en el cultivo del arándano en el que además de destacar sus factores limitantes desarrollaremos de forma esquemática su técnica de cultivo, sabiendo que esta cambia en función del juego varietal, zona y profesional que la lleva a cabo.

En términos generales, los principales factores limitantes para su cultivo se encuentran que el suelo sea ligeramente ácido estando su pH entre 4,3 y 5, que la zona esté ausente de fuertes vientos para evitar tanto la caída de frutos como el ocasionarles daños por arañazos, evitar zonas libres de heladas durante la época de floración.

Con respecto a la temperatura hay que tener muy en cuenta ya que el arándano requiere un determinado número de horas-frío que empiezan a contar a partir de temperaturas inferiores a 7ºC para salir de la latencia, cuyo valor depende de la especie cultivada. Al margen de ello, el rango óptimo de temperatura para el correcto desarrollo de su cultivo se sitúa entre los 16 y 25ºC. Por encima de los 30ºC la planta comienza a resentirse y por debajo de los -5ºC aparecerán daños en los frutos.

La humedad en el cultivo del arándano también es muy importante, requiriendo una humedad relativa más bien alta. En el suelo la humedad debe ser constante sin llegar al encharcamiento ya que su sistema radicular es sensible tanto a asfixia radicular como a la sequía. Esto también nos indica que el sustrato o terreno de cultivo debe ser de estructura ligera con buena capacidad de drenaje y alto contenido en materia orgánica.

Frutos de arándano

Técnica de cultivo del arándano

PH del suelo. Su rango óptimo está comprendido entre 4,3 y 5. Por encima de 5 el arándano puede comenzar a manifestar un desarrollo deficiente y con brotación clorótica. Por debajo de 4 se suelen dar toxicidades provocadas por el manganeso.

Así, en suelos calizos desestimaremos su cultivo o habrá que mejorarlo mediante una corrección para su acidificación, si puede ser comenzar al menos 6 meses antes de la plantación. Entre las técnicas empleadas está la aportación de abonos de reacción ácida que mezclaremos en una franja de unos 20 centímetros de profundidad.

Si cultivamos el arándano en contenedor en un huerto urbano de terraza o balcón, el problema del suelo se minimiza ya que podemos utilizar un sustrato especial preparado para hortensias o plantas acidofolias cuyo pH ya viene corregido a un rango más ácido.

Preparación del terreno. En huertos urbanos de campo o jardín es recomendable antes de la plantación el realizar una labor de subsolado hasta una profundidad de medio metro para conseguir airear el suelo y aumentar el drenaje. Seguidamente procederemos a un pase de motoazada o motocultor para remover el terreno, momento que aprovecharemos para realizar un abonado de fondo entre el que se encuentra el aporte de materia orgánica, cuyo valor debe situarse en torno al 2 ó 3%.

Acaballonado. Si no cultivamos en contenedor o bolsa de cultivo, en campo o jardín es importante realizar caballones sobre los que se plantarán los arándanos, con el fin de favorecer el drenaje y la aireación. Sus características irán en función de la variedad y técnica de cultivo empleada. Como cifras orientativas serán de unos 70 a 100 centímetros de ancho con una altura de entre 30 y 40 centímetros.

Sistema de riego. El sistema de riego más adecuado es el localizado ya que además nos permitirá acidificar el agua con relativa facilidad colocando un dosificador en la red de riego que inyecte el producto acidificante (ácido nítrico por ejemplo).

Los riegos serán más intensos durante los meses de primavera y verano. Los primeros porque coinciden con la fase de engrosamiento y maduración del fruto, los otros porque se produce mayor evapotranspiración.

Acolchado. Es recomendable utilizar la técnica del acolchado en el cultivo del arándano, sobre todo en huertos urbanos de campo y jardín. Con él mantendremos la humedad en el suelo y evitaremos el crecimiento de malas hierbas. Este se pondrá momentos antes de su plantación y colocación del riego localizado.

El acolchado puede ser orgánico o sintético. En el acolchado orgánico se puede emplea materiales como por ejemplo corteza de pino, serrín de conífera, paja o turba. Este tiene la ventaja de que con el tiempo incorpora materia orgánica al suelo y mejora su estructura. El acolchado sintético consta de un geotextil que se extiende y grapa o sujeta al suelo para que el viento no lo desplace.

Si optamos por un cultivo ecológico y respetuoso con el medio ambiente en nuestro huerto de campo o jardín, recomendamos mantener las calles de cultivo con vegetación para evitar la erosión del viento y la lluvia.

Plantación. La época de plantación más adecuada se sitúa durante el periodo de finales de otoño y principios de invierno, mientras la planta se encuentra en reposo vegetativo. Si es sobre los caballones en campo, realizaremos un pequeño hoyo donde colocaremos el plantón de arándano con sus raíces desarrolladas en el pequeño cepellón, compactaremos ligeramente el terreno y procedemos a su acolchado. A raíz desnuda, si no se hace bien, sus raíces se pueden dañar con facilidad.

Si lo plantamos en contenedor, este debe ser grande, sobre más de 30 centímetros de diámetro para que la planta vegete adecuadamente. El sustrato empleado es como hemos avanzado del tipo especial para plantas acidofolias. En ambos casos tras la plantación daremos un primer riego copioso.

Frutos de arándano

Marco de plantación. El marco de plantación varía según las técnicas de cultivo empleadas y las variedades de arándano cultivadas. Cifras razonables es crear líneas con una separación de 2 a 3 metros entre estas y de 1 a 1,5 metros entre plantas.

Podas. Las podas pueden ser de formación, cultivo y rejuvenecimiento. En el caso del arándano la formación y cultivo van parejas. La poda se realiza tras su plantación aprovechando la parada vegetativa, eliminando tanto la primera mitad de las ramas como aquellas que estén dañadas. Las siguientes van orientadas a conseguir una estructura equilibrada dejando entre ocho y diez ramas principales que den lugar a una producción regular y a un fácil manejo durante la recolección en el caso de tener una gran cantidad de plantas en campo. Ojo, el arándano fructifica sobre los brotes del año, por lo que si conseguimos brotes nuevos y vigorosos,… garantizaremos una buena producción.

Con el tiempo,… sobre el cuarto o quinto año, se recomienda realizar la primera poda de rejuvenecimiento. Esta consiste en eliminar cada año un tercio de las ramas envejecidas. Con ello conseguimos en tres años mantener la planta rejuvenecida.

Polinización. Si bien existen en el mercado variedades de arándano autocompatibles, la verdad es que obtiene una producción mayor con una polinización cruzada y para conseguirlo debemos alternar filas de dos variedades compatibles entre sí y coincidentes en su floración.

Fertilización. Al margen de abonado de fondo, la fertilización del arándano durante el cultivo no es muy complicado ya que es una planta que no es muy exigente en fertilizantes e incluso se muestra sensible al exceso de sales.

El programa de abonado del arándano será cambiante según su estado fenológico:

  • Mayor proporción de nitrógeno durante la etapa de crecimiento vegetativo.
  • Mayor proporción de fósforo el potasio en la fase de engrosamiento del fruto.
  • Incorporación en abonado aminoácidos, hormonas de crecimiento y vitaminas en función de las necesidades de la planta.