Aunque el cultivo del rábano y rabanito sea sencillo, es conveniente saber algunos de sus requerimientos edafoclimáticos particulares para garantizar su éxito.

El rábano o rabanito, según su tamaño, prefiere los climas templados, por lo que deberemos tener en cuenta que hay que protegerlo durante las épocas, tanto de frio como temperaturas extremas.

Su ciclo de cultivo va a depender en gran medida de factores como la variedad, condiciones climáticas y desarrollo de las técnicas culturales que se empleen. Estas influyen de tal manera que su periodo de cultivo puede oscilar desde 20 a más de 70 días.

Por ejemplo, si nos referimos exclusivamente a la incidencia de las temperaturas, a -2ºC se producen heladas que pueden acabar con el cultivo, a menos de 6ºC detiene su desarrollo y si sobre pasan los 30ºC vegetan peor. El rango de temperatura óptima para su cultivo se enmarca dentro de la horquilla de entre 18-22ºC. Eso sí, la temperatura óptima de germinación se sitúa entre los 20 y 25ºC.

En cuanto a suelo, el rábano se adapta a cualquier tipo aunque prefiere los terrenos profundos, arcillosos y neutros. En huertos urbanos de terraza, elegiremos bancadas, jardineras o macetas con una profundidad de sustrato no inferior a los 30 centímetros, si bien, las variedades de rabanito pequeño pueden cultivarse sin problemas en capas de sustrato de unos 20 centímetros e incluso menos.

Su pH ideal debe oscilar entre 5,5 y 6,8. Casi todos los sustratos prefabricados están situados entre estos valores. También hay que saber que no tolera la salinidad, por lo que deberemos ser muy cuidadosos con no abonar en exceso.

El cultivo del rábano

Cultivo del rábano o rabanito

Comenzaremos con la preparación del terreno. Si el cultivo lo realizamos en un huerto urbano de campo o jardín, lo primero será realizar una labor profunda con volteo de la tierra, momento que aprovecharemos para aportar el abonado de fondo. Unta vez trabajado el terreno procederemos a realizar unos caballones los más anchos posibles. Estos caballones serán aplanados para crear una especie de meseta sobre la que realizaremos la siembra. A nivel profesional, estas bancadas miden aproximadamente 1,80 metros de ancho.

En un huerto urbano de terraza o balcón, elegiremos macetas o jardineras que permitan tener una capa de sustratos superior a los 25 centímetros. Este sustrato puede ser de tipo ‘sustrato de plantación’ o ‘sustrato para plantas de exterior’. Si le podemos añadir un poco de tierra arcillosa de campo mucho mejor ya que mejoraremos su estructura.

En cuanto a la siembra, debemos saber que con uno o dos sobres de semilla tendremos para una familia durante todo el año. Pero como existen diversas variedades y todas ellas a cual más interesante, según nuestros gustos podemos comprar varios sobres distintos para no solo tener rabanitos de diferentes formas y colores, sino también para tener variedades que se adapten mejor al cultivo según las diferentes épocas del año.

Las semillas de rábanos y rabanitos si son conservadas en buenas condiciones mantienen su viabilidad durante seis años.

La siembra la realizaremos en la modalidad de asiento y no mediante semillero previo. La podemos hacer durante las estaciones de otoño, primavera e invierno, teniendo especial cuidado en verano si las temperaturas son muy extremas.

Un exceso de densidad de siembra nos obligará a aclarar
Un exceso de densidad de siembra nos obligará a aclarar

Esparciremos la semilla de rábano o rabanito a voleo sobre el terreno. Procuraremos que esta quede lo suficientemente espaciada entre sí, teniendo en cuenta las características de cada variedad. Un exceso de densidad de siembra nos obligará a aclarar ya que el poder germinativo es muy alto.

Las variedades de rabanito las enterraremos escasamente, mientras que la de los rábanos… de raíz más grande, podemos enterrarlas unos dos centímetros.

Ya que estamos ante una planta de rápido crecimiento, por una parte podemos programar su cultivo con siembras cada 15 o 20 días. Por otra, podemos intercalar su cultivo con el de otras hortalizas de ciclo más largo, como por ejemplo la zanahoria, remolacha, col de Bruselas, romanesco, guisantes, etc.

Durante el cultivo, tras su germinación realizaremos un aclareo (a los 15 ó 20 días de la siembra) eliminando el crecimiento de plantitas muy juntas. Procuraremos dejar los rabanitos distanciados a 5 centímetros y unos diez los rábanos. También se realizarán de una a dos escardas para eliminar las malas hierbas y que estas no compitan por la humedad y el abono.

Para el abonado ya en cultivo del rábano y rabanito, podemos aportar un tipo de fertilizante 4-8-12, que equivale a un equilibrio 1-2-3. Este debe de llevar también microelementos, en especial el boro (B) ya que estamos ante una planta muy exigente en este elemento.