Normalmente, cuando aconsejamos cómo sembrar una determinada semilla, en la mayoría de casos recomendamos cubrirla ligeramente con el propio sustrato. El objetivo es que esta tenga oscuridad y sobre todo humedad por toda su superficie durante el tiempo que dure su germinación. Recordemos que una semilla es una ‘planta latente’ que en condiciones de humedad y temperatura adecuadas comienza su fase de germinación y si le falta humedad, paralizará su proceso de forma irreversible.

En este caso, si deseamos sembrar albahaca con éxito no es así. Es una de esas raras excepciones en las que una semilla necesita luz directa para su germinación.

Para iniciar el cultivo de la albahaca en nuestro huerto urbano compraremos si no tenemos guardada del año anterior, un sobre de semilla de la variedad elegida.

Las hay de hoja pequeña, grande e incluso con hojas de color morado y dentro de estos grupos, diferentes variedades. Bastará y sobrará un solo sobre de semilla para cualquier necesidad. Evidentemente podemos cultivar varias variedades, sobre todo incorporando la de la hoja morada para embellecer nuestro huerto urbano y en tal caso adquiriremos un sobre de cada una de las variedades elegidas.

La época de siembra se sitúa a finales de invierno o principios de primavera, no mucho más tarde para disfrutar de su cultivo y sus hojas durante el mayor tiempo posible. Es una planta anual y muere en otoño con la llegada de las bajas temperaturas.

Semillero de albahaca

Seremos comedidos en la siembra porque la albahaca germina muy bien y rápido, por lo que luego tendremos que regalar o deshacernos de muchas plantitas. Tan sólo necesitaremos unas dos o tres plantas por temporada y familia.

Cómo sembrar la albahaca

Para sembrar nuestra albahaca con éxito lo primero será preparar un semillero. Podemos sembrar directamente sobre una maceta, una jardinera o una bandeja de alvéolos. En tal caso, la maceta debería de ser de unos 12 centímetros de diámetro mínimo, para tener la suficiente superficie de siembra y que estas no germinasen muy juntas. Si lo hacemos sobre una bandeja de alvéolos, el tamaño mínimo de cada uno de estos debería ser de unos tres o cuatro centímetros.

El sustrato más indicado para la siembra de albahaca es el ‘sustrato para semilleros’ y en caso de no encontrarlo, podemos sustituirlo por un ‘sustrato para plantas de interior’. Con él llenaremos los recipientes sin apelmazarlo y regaremos abundantemente.

Una vez listo y como estamos ante un cultivo doméstico, el tiempo y la paciencia juegan a nuestro favor. Por lo tanto, podemos coger las semillas con unas pequeñas pinzas y distribuirlas de forma homogénea sobre la superficie del sustrato.

Albahaca en maceta

La distancia entre ellas puede ser de unos dos centímetros. Con ello nos aseguraremos que las plántulas crezcan sanas y fuertes al no entrar en competencia por la luz entre ellas. La siembra consiste en depositar las semillas sobre el sustrato y regar cuidadosamente con una regadera para evitar que, la fuerza del agua, las desplace o entierre. Posteriormente, la frecuencia de los riegos será la adecuada para mantener el sustrato siempre húmedo.

La ubicación del semillero será a plena luz del día, aunque protegida de las corrientes de aire.

Puede darse el caso de que en alguna zona si se siembra muy pronto aun haga frío. La temperatura de germinación no debe de ser inferior a los 15ºC. En tal caso, podemos hacerlo dentro de casa ubicando el semillero cerca de la ventana. Si disponemos de un pequeño invernadero con calefacción, podemos conectar la calefacción un día antes para que el sustrato adquiera la temperatura adecuada.

Manteniendo la humedad y temperatura mínima desde el momento de su siembra, veremos como la semilla se torna ligeramente azulada, comienza su germinación y en tan sólo unos días ya aparecen sus dos cotiledones y primeras hojas verdaderas.

Cuando estas tengan dos o tres pares (de hojas verdaderas), a los 20 o 30 días de su siembra, procederemos a su plantación en unas macetas de unos 10 centímetros de diámetro aproximadamente, si pretendemos plantarlas posteriormente en el huerto urbano de campo. Si por el contrario queremos tenerlas en la cocina o en macetas en la terraza, podemos plantarlas directamente en unas macetas algo mayores.

El trasplante se realizará con cuidado, arrancando las plántulas con el mayor cepellón posible y sin dañarlas entre sí. Podemos plantarlas individuales o en grupo de dos o tres plantas por golpe.

La profundidad de plantación será como referencia el nivel al que se encuentran sus cotiledones. En cuanto al sustrato elegido para su trasplante, en el caso de un huerto urbano de terraza o balcón, puede ser el ‘sustrato universal’ o ‘sustrato para plantas de exterior’ A estos, podemos mezclar sobre un 20% de tierra de jardín o un 10% de tierra de campo arcillosa para darle más frescura al sustrato.

El pH indicado puede ser ligeramente ácido, entre 5,7 y 6,2. Y su Ec (conductibilidad eléctrica del sustrato) deseada debe de situarse entre 2 y 2,5.

En estas condiciones, nuestra siembra de albahaca tiene muchas garantías de realizarse con éxito.