En relación a las posibles plagas y enfermedades que se pueden presentar en el cultivo del girasol, estas últimas son las que más suelen preocupar. Por una parte porque suelen ser más difíciles de identificar y por otra que una vez detectadas, su control es más complejo.

En un anterior artículo ya se trataron las plagas del girasol más habituales que se pueden dar. En este, nos vamos a centrar en las enfermedades, en las que incluiremos una planta parásita como es el Japo.

En un huerto urbano no es habitual que se presenten excesivos tipos de enfermedades propias del girasol. Esto suele ocurrir con más frecuencia en los cultivos a gran escala por la intensificación del cultivo ya que por una parte se realizan de forma extensiva y por otras suelen realizarse cultivos sobre el mismo terreno de forma más o menos periódica, con lo que las esporas y bacterias de las diferentes enfermedades quedan en el terreno esperando a futuras plantaciones para su infección y desarrollo.

En un huerto urbano, la prevención de enfermedades del girasol es fundamental. Ante la pregunta de ¿Cómo podemos evitarlas o disminuir el riesgo? La respuesta contempla diferentes acciones como por ejemplo:

  • Comprar y sembrar variedades de semilla limpias de enfermedades.
  • Retirar o quemar las plantas infectadas.
  • Realizar el cultivo en su época natural.
  • Preparar el terreno adecuadamente antes de su siembra.
  • Regar y fertilizar adecuadamente.
  • No abusar de los fertilizantes nitrogenados.
  • Respetar el marco de plantación sin caer en cultivos muy densos.
  • Cultivarlos a pleno sol.
  • Rotar los cultivos año tras año…

Por otra parte debemos saber que existen enfermedades que atacan especialmente a distintas partes de la planta: sistema radicular, tallo y hojas, así como a la inflorescencia.

Enfermedades del girasol

Enfermedades del Helianthus annuus – Girasol

Entre las diferentes enfermedades del Helianthus annuus o girasol que se pueden presentar durante su cultivo destacamos:

» Plasmopara helianthi, el término Mildiu del girasol. Este aparece en condiciones de humedad relativa elevada entorno al 90 – 100% y cuando la temperatura se sitúa entre los 12 y 22ºC. En estas condiciones sus esporas comienzan a germinar e invadir los diferentes órganos de la planta. El riesgo es alto ya que podemos decir casi con total seguridad que la planta tiene muchas posibilidades de tener esporas de esta enfermedad sobre ella ya que estas se diseminan fácilmente por el viento.

Sus síntomas se manifiestan mediante un enanismo de la planta de girasol, en el que sus hojas se tornan de un verde pálido desde la base hasta el ápice de las hojas y a medida que la enfermedad avanza, las esporas del mildiu crecen formando una masa algodonosa.

» Macrophomina phaseolina, conocida popularmente como podredumbre carbonosa de raíz y tallo. Se trata de un hongo polífago y termófilo, siendo necesario para que aparezca de forma virulenta que el girasol padezca estrés hídrico. Esta enfermedad suele atacar preferentemente a las plantas adultas y en estado de maduración, produciéndoles la muerte prematura y el ennegrecimiento de sus órganos afectados.

» Verticilium dahliae llamada Verticilosis. Este hongo vive en el suelo y afecta a los vasos conductores desde la base del tallo de la planta. Sus esporas sobreviven hasta siete o nueve años tanto en el terreno como sobre los restos de plantas atacadas. En las plantas afectadas produce necrosis en los tallos y hojas desde abajo hacia arriba y al enfermar la flor sus semillas no serán aptas para su utilización. Puede ocasionar el marchitamiento de toda la planta.

Enfermedades del girasol

» Botrytis cinerea o podredumbre gris, un hongo que constituye una amenaza permanente en el cultivo del girasol. Esta enfermedad inicia su ciclo de vida a principios de primavera apareciendo en los residuos vegetales existentes en el suelo.

Su ataque puede aparecer en todas las fases de la planta. Cuando lo hace las plántulas se decoloran, las hojas pierden su turgencia y se retuercen, ablandan y pudren ya que destruye los vasos conductores de la savia. Si las condiciones climáticas le favorecen, las plantas se cubren de un característico polvo gris: son los conidióforos y conidios del hongo con los que se reproduce.

» Sclerotinia sclerotiorum o podredumbre blanca. Este hongo ataca al girasol en todas sus fases de desarrollo, si bien las más susceptibles son en la fase de germinación y en la de formación del capítulo. Su micelio se puede desarrollar tanto en la superficie como en el interior de los órganos atacados.

Sus primeros síntomas suelen aparecer sobre la base del tallo y forman manchas de color amarillo-castaño, que conforme avanza el ataque pueden extenderse por todo el tallo. Le llaman podredumbre blanda porque los tejidos invadidos se vuelven blancos y se pudren.

» Puccinia helianthi o roya del girasol, una enfermedad que se manifiesta a finales del cultivo, haciéndolo sobre todos los órganos aéreos del girasol, en especial sobre las hojas jóvenes y el capítulo. Comienza por las hojas de abajo de la planta y paulatinamente se extiende en sentido ascendente.

La presencia de esta enfermedad es fácilmente reconocible ya que crea unas pústulas pulverulentas de color castaño-rojizas de pequeño tamaño sobre las hojas, rodeadas por un halo amarillento que las delimita.

» Albugo tragopogi y Albugo phylliodes, conocidas como pústula blanca. Son muy parecidas al Mildiu, diferenciándose en la esporulación ya que ésta ocurre en el interior de los soros (una agrupación de esporangios localizado en los bordes o enveses de una fronda fértil) que deben escindirse para que los esporangios (estructura de las plantas, hongos o algas que produce y contiene las esporas) puedan dispersarse aéreamente a otras hojas desde donde inician nuevas infecciones.

Los síntomas de la enfermedad se manifiestan mediante manchas amarillas de aspecto redondeado, abultadas y presentes sobre cualquier parte de las hojas, que en su evolución se aprecian manchas de color pardo en el envés.

» Phoma oleracea, conocida como manchado negro del girasol. Es un hongo que cuando ataca en el momento de la germinación produce una merma en la nascencia. Cuando lo hace sobre las partes aéreas, sobre todo en la zona de inserción del capítulo, estos se ablandan y se pudren.

» Podredumbre bacteriana. Es una enfermedad producida por bacterias que provoca una podredumbre acuosa en el interior del tallo. A medida que la enfermedad avanza el tallo se debilita, se quiebra y la planta muere. Como todas las enfermedades ocasionadas por bacterias debemos eliminar las plantas afectadas y destruirlas… y si se queman mejor.

» Orobanche cumanam, planta parásita (que obtiene su alimento a partir del que elaboran otras plantas) conocida como Jopo. Esta planta de Jopo florece y madura a la misma vez que lo hace el girasol y también ataca a otros cultivos como por ejemplo las habas. Esta planta parásita carece de clorofila y sus semillas, tras germinar en el suelo en respuesta a los exudados radicales del girasol, sus tubos germinativos penetran en el córtex del girasol estableciendo conexiones vasculares, que permiten la alimentación y desarrollo de los bulbos de Jopo. Si el ataque es muy intenso, las plantas parasitadas se marchitan ya que se incrementa la transpiración.

El Jopo crece cerca de la planta parasitada y alcanza una altura variable en su único tallo con escamas y brácteas en cuyas axilas se forman sus coloreadas flores. Cuando son fecundadas dan lugar a cápsulas que al madurar liberan miles de pequeñas semillas.

Como ya hemos adelantado, es muy importante realizar los adecuados trabajos culturales para disminuir al máximo la aparición de enfermedades en el cultivo del girasol en nuestro huerto urbano.