Hoy es domingo y me encuentro cuidando mis plantas del huerto urbano que tengo en mi terraza. Mientras las riego y abono, podo algunas de ellas, preparo una bandeja para realizar un semillero… miro como cuelgan de unas plantas de fresa sus primeros frutos de este año. Ya los había visto y he estado tentado de recolectarlos pero quiero esperarme a que estén un poco más rojos… más dulces.

Entro en casa para buscar unos sobres de semilla y cuando salgo veo a mi hijo con ‘cara de no haber roto un plato’.

  • Uy que mirada más delatora.
  • Papá, ¡qué buenas están las fresas!

Sí, las fresas es una de las frutas que más les gusta a los pequeños de la casa y recolectarlas directamente de la planta les encanta.

¿Todas las plantas de fresas son iguales?

Cuando hablamos de fresas hay que tener cuidado porque bajo este nombre genérico se engloban popularmente diferentes especies. Científicamente, tanto las fresas como los fresones pertenecen a la misma familia Rosaceae y género Fragaria sp. Pero las especies sí se diferencian notablemente entre sí, con características de vegetación y tipos de frutos muy distintos. Dentro de cada una de esas especies están las variedades y hay miles, por lo que es recomendable centrarnos ya no tanto en la variedad sino en el grupo a que pertenece.

En primer lugar está el grupo de las ‘fresas originales’, las silvestres que podemos encontrar en algunos bosques y de hecho hay quien las llama ‘fresitas del bosque’. Estas fresas silvestres tienen en común que son bastante florecientes, con frutos pequeños, muy aromáticos y de sabor algo ácido.

En su extremo opuesto estarían el de los fresones. Plantas muy compactas con hojas de mayor tamaño, floración y producción más concentrada en primavera que proporcionan frutos muy gruesos y espectaculares, siendo los que normalmente encontramos en los supermercados.

En medio, está el grupo con las variedades de fresas que más nos interesan para nuestro huerto urbano y son las que normalmente se venden cultivadas en maceta en centros de jardinería, floristerías y grandes superficies. Se las denomina ‘fresas cultivadas’ y suelen ser variedades ‘remontantes o de día neutro’, que tienen la ventaja de florecer y dar frutos durante casi todo el año.

Cultivo de fresas con éxito

¿Cómo iniciar su cultivo?

Las plantas de fresa se adaptan perfectamente a su cultivo en un huerto urbano de balcón o terraza. Por sus características de vegetación, podemos cultivarlas como plantas colgantes sobre las pareces o la propia barandilla, permitiéndonos dejar libre el espacio del suelo para otras plantas.

Si bien su cultivo podemos iniciarlo de semilla, lo más aconsejable es hacerlo partiendo de plantas cultivadas en maceta. Su ciclo es mucho más rápido y seguro, pudiendo recolectar sus primeros frutos inmediatamente y de hecho, las podemos comprar incluso con algunas flores y frutos.

Elegiremos plantas de fresa del tipo ‘remontantes o de día neutro’. Estas nos florecerán durante casi todo el año, dándonos fresas durante muchos meses e incluso durante el invierno alguna que otra si este no es muy frío.

¿Cuántas plantas de fresa necesitaríamos? Todo depende de las que deseemos comer, pero unas seis plantas nos asegurarán una buena producción y poder compartirla con nuestra familia y amigos. Por supuesto nunca habrá bastante… ¡todos querrán comerlas nada más verlas!

Las podemos plantar en macetas individuales y colgarlas en la barandilla o sobre la pared. Si utilizamos jardineras, podemos elegirlas de unos 50 centímetros de larga y plantar tres plantas en cada una de ella.

La fresa es una planta de tipo herbáceo y perenne, con un sistema radicular muy fasciculado compuesto por raíces y raicillas. Por ello tanto las macetas como jardineras no tienen por qué ser muy profundas, bastando tan solo unos 15 centímetros de profundidad.

El sustrato elegido puede de diferentes tipos, como por ejemplo el ‘sustrato plantación’ o ‘sustrato especial para plantas de exterior’. Este debe ser turboso y aireado para retener bien la humedad sin llegar al encharcado.

Las mejores épocas de plantación pueden ser durante la primavera y el otoño, aunque si las compramos en maceta las podemos plantar durante todo el año. Ahora bien, si las compramos en bolsitas a ‘raíz desnuda’, sólo las podremos plantar durante el invierno, momento en el que se encuentran en su reposo vegetativo.

A la hora de la plantación, cogeremos el recipiente y extenderemos en el fondo una pequeña capa de gravilla que nos sirva de drenaje. Seguidamente lo rellenaremos de sustrato y si las hemos comprado maceta, le haremos hueco para plantar cada una de ellas hasta dejarlas el mismo nivel de plantación que tenían. Podemos enterrarlas un poco más, pero no más de unos dos centímetros porque corremos el riego de que se pudra por la base de su cuello.

Una vez plantadas las regaremos abundantemente y directamente sobre el sustrato y no sobre las hojas. A partir de aquí, la frecuencia del riego será bajo el criterio de mantener el sustrato siempre húmedo sin llegar al encharcamiento. Las plantas de fresa requieren de mucha humedad en el suelo.

Cultivo de fresas con éxito

Su ubicación será en aquella zona más iluminada que dispongamos. Son plantas que vegetan perfectamente a pleno sol. Y ahora tan sólo nos queda ir regándolas y abonándolas con un fertilizante equilibrado, por ejemplo 15-15-15 ecológico una vez cada dos semanas a la dosis recomendada por el fabricante.

Para evitar que sus frutos se ensucien por el contacto con el sustrato, podemos colocar sobre él retales de saco o una pequeña capa de paja. De vez en cuando, recolocaremos sus flores para que queden bien visibles y puedan ser fecundadas por las abejas y asegurarnos mejor buenos frutos.

Ojo, las fresas no solo nos gustan a nosotros… ¡también a los pájaros! Si hay mucho riesgo de que las picoteen, las protegeremos colocando una fina red de malla por encima.

Las fresas son ricas en vitamina C, ácido fólico, potasio y fibra. Estas no contienen grasa. La vitamina C es un gran antioxidante e intensifica nuestro sistema inmunológico, el folato es importante para proteger contra las enfermedades cardiovasculares, la fibra protege de los trastornos del tubo digestivo y el potasio es bueno para los músculos y el sistema nervioso. Pero las fresas también contienen fitoquímicos, como los flavonoides, que según los estudios al respecto ayudan a disminuir el riesgo de contraer cáncer.

Para su recolección, que puede ser desde marzo a septiembre según el clima, las cortaremos con los dedos, por la mañana preferentemente porque están más turgentes y sabrosas, aunque la verdad… ver una fresa colgando de la planta, con su provocante color rojo y forma de corazón… simplemente hay que dejarse llevar y degustar este suculento fruto, sea la hora que sea. ¡Ah! Y si nuestros hijo se nos adelantan y se comen las fresas… no seamos egoístas y premiémosle con nuestra mejor sonrisa.