Siempre es importante saber los requerimientos edafoclimáticos del almendro para saber si en nuestra zona podemos cultivarlos con cierta garantía de éxito. Las características tanto del terreno como de las condiciones climáticas propias de la zona nos marcarán decisivamente el desarrollo del cultivo del almendro. La elección de la variedad, la poda, el abonado, el control fitosanitario y demás técnicas nos ayudarán a aumentar su producción pero si el suelo y el clima no acompañan es preferible optar por otro cultivo.

Partimos de la base de que el almendro es una especie muy rústica y por lo tanto puede sobrevivir en condiciones muy complicadas aunque con la contrapartida de una disminución de su producción y por lo tanto de su rentabilidad. Esto quiere decir que si se atienden y mejoran sus condiciones crecerá mucho más rápido y su productividad será mucho mejor.

Requisitos climáticos para el cultivo del almendro

El almendro es un frutal de zonas cálidas y poco tolerante al frío, requiriendo unas escasas horas-frío. Este factor es propio de la variedad y en su conjunto se mueven en una horquilla entre las 200 y 400 horas frío aproximadamente. De ahí que florezcan muy temprano y corran el riesgo de una helada de su floración en zonas en las que sean frecuentes las llamadas ‘heladas tardías’. Si la zona tiene este riesgo es recomendable plantar variedades de floración lo más tardía posible. Su cosecha también será más tardía pero evitaremos perderla porque sus flores sean dañadas por el frío. Si aun así persiste el riesgo, insistimos que debemos plantearnos la conveniencia de su plantación y plantearse alternativas.

Con respecto a las necesidades de horas frío ya hemos avanzado que no todas las variedades necesitan el mismo número. Así y por poner ejemplos podemos establecer estos apartados:

  • Variedades de almendro muy poco exigentes en horas frío: Pou Felanitx, D’ en Torres, Verdereta, D’ en Pons, Lluch,…
  • Variedades de almendro poco exigentes en horas frío: Amargo, Rotjet, Chine, Desmayo, Jordi, Duran, Nec Plus Ultra, Vivot, Marcona, Desmayo Rojo, Princesa, Rof, Non Pareil, Andréu, Fourcouronne, Poteta, D’ en Totsol, Sicilia, Tamarite-2, Drake, Fournat, Verdiere, Ai,…
  • Variedades de almendro con exigencias medias en horas frío: Trell, Texas, Rachele, Morskoi,…
  • Variedades de almendro con altas exigencias en horas frío: Alcina, Vinagrilla, Filippo Ceo,…
  • Variedades de almendro con muy altas exigencias en horas frío: Miagkoskolunem, Yaltano, Picantili,…

En este contexto ya que es un cultivo al aire libre y con floración muy temprana, para que se lleve a cabo una adecuada polinización se tienen que tener en cuenta los factores como el frío, las heladas, la lluvia, etc. factores que afectan directamente a la actividad de las abejas.

Almendros en cultivo

Requisitos de riego para el cultivo del almendro

A la pregunta de ¿cuál es el mínimo de pluviometría para su cultivo? la respuesta está sobre los 300 mm en secano, si bien para asegurarnos una rentabilidad aceptable esta se situar a partir de los 600 mm.

Como vemos también es muy tolerante a la sequía. Aun así existen cada día más cultivos en los que se implanta el riego localizado. Ya no tanto para mantenerlo en cultivo de regadío tal y como se entiende, sino para cubrir sus necesidades hídricas en casos extremos y de necesidad. Al margen de evitar su estrés hídrico, nos permitirá realizar planes de abonado vía fertirrigación que incidirán notablemente en una mejor sanidad del árbol y mayor productividad.

Un factor asociado al riego es su peculiaridad, que desde la fecundación de sus flores hasta su recolección necesita entre ocho y nueve meses. En consecuencia necesita un largo período para la maduración del fruto y este se asienta durante los meses más cálidos del año.

Requisitos del terreno para el cultivo del almendro

En cuanto a las características del terreno prefiere los suelos sueltos y arenosos con buena aireación, aunque vegetan muy bien en suelos francos. Por el contrario le afectan mucho a su sistema radicular los suelos que se encharcan con facilidad, arcillosos y pesados. Las consecuencias derivan en una asfixia radicular y ataques de enfermedades radiculares como la Armillaria sp y Phytophthora sp.

Si se cultiva en huertos urbanos de terraza y balcón, se plantarán en contenedores y maceteros del mayor tamaño posible. En tal caso el sustrato debe responder a las características ya mencionadas. Si partimos de uno prefabricado tipo sustrato universal, este debe ser mejorado con aportes de perlita, arcilla expandida, arena de sílice, poliestireno expandido (EPS), grava,… en definitiva materiales que ayuden a favorecer la aireación y drenaje del mismo.