Mantener nuestros frutales, plantas hortícolas, aromáticas y condimentarias de nuestro huerto urbano en un perfecto estado de sanidad es una necesidad. Por una parte obtendremos sus mejores cosechas y por otras será un indicador de que estaremos llevando su cultivo en correctas condiciones.

Pero no nos engañemos, tampoco debemos obsesionarnos porque si tenemos un huerto ecológico, será muy normal el que tengamos una cierta fauna constante que ayuda a mantener ‘el equilibrio de la vida’ en él.

En el caso del cultivo del Arbutus unedo, al ser un frutal prácticamente silvestre, no suele tener problemas fitosanitarios. En la mayoría de casos, cuando aparecen suelen ser consecuencias de una mala práctica en su cultivo: una exposición inadecuada, abonado desequilibrado, mal riego, etc. Para atajar o prevenir muchos de estos problemas, recomendamos consultar el artículo ‘el cultivo del madroño’.

En cualquier caso, a continuación describiremos algunas de las plagas y enfermedades que se pueden presentar durante el cultivo del Arbutus unedo.

Plagas que afectan al Arbutus unedo

Se puede afirmar que prácticamente carecen de plagas. De darse algunas suelen ser por pulgones y mosca blanca, siendo ambas fáciles de controlar y hay muchos insecticidas que las eliminarán con eficacia.

Estas también se detectan fácilmente y debemos tratarlas tras ver los primeros síntomas, con el objetivo de evitar que se afiance la plaga en cuestión. Los tratamientos serán de aplicación foliar y deberemos mojar toda la masa foliar, tanto por el haz como por el envés. Los pulgones centrarán su localización en los extremos más tiernos de sus ramas, mientras que la mosca blanca lo hará por debajo de las hojas.

Recordemos que sus frutos, los madroños, son la parte comestible del frutal, por lo que si tanto la plaga como la enfermedad aparecen en momentos cercanos a la recolección, lo más indicado es no realizar ningún tratamiento. Tampoco si se encuentra en periodo de floración para no matar a las preciadas abejas.

Enfermedades que afectan al Arbutus unedo

En el caso de enfermedades, la situación es muy distinta porque el Arbutus unedo es sensible al ataque de hongos, sobre todo si hay un exceso de humedad, poca luz o si la planta tiene carencias de nutrientes. Estas circunstancias son más habituales cuando es cultivado en maceta y no tanto cuando están plantados en pleno campo.

Entre las enfermedades más frecuentes están:
Phytophthora spp. Un hongo que afecta principalmente a las raíces del madroño provocando la pudrición de sus raíces. Esta enfermedad se presenta preferentemente durante las estaciones de primavera y otoño. Sus síntomas aparecen como consecuencia del daño ocasionado en el cuello y raíz de la planta y estos son la progresiva decoloración de las hojas y la pérdida de muchas de ellas hasta llegar a la muerte de algunas ramas. En casos de ataques extremos, la planta se llega a morir.

Armillaria mellea. Hongo que causa la pudrición de las raíces en muchas especies de plantas y entre ellas la de los madroños. La mejor manera de evitar su ataque es con prevención, por ejemplo no regar en exceso y evitar su plantación en aquellos suelos donde haya muchos restos vegetales en descomposición.

Septoria unedonis. También llamada mancha negra del madroño, es un hongo muy común en esta planta. También es cierto que aunque afea su estética no suele comprometer su viabilidad.

La Septoria unedonis afecta a las hojas, manifestándose en forma de manchas oscuras con el margen rojizo que se van extendiendo llegando en ocasiones, a originar la caída de la hoja afectada. Estas manchas pueden llegar a unirse unas con otras, conformando zonas más grandes en la hoja afectada.

Las consecuencias de esta enfermedad, además de reducir notablemente su aspecto ornamental, disminuyen el vigor de la planta en general y como consecuencia la producción de frutos.

Con respecto a esta enfermedad debemos saber que se encuentra distribuida prácticamente por todas aquellas áreas donde el Arbutus unedo posee su hábitat natural. De ahí que en algunos casos sea interesante plantearse su tratamiento preventivo. Si es así, es importante saber que sus condiciones adecuadas para aparecer es cuando las temperaturas alcancen los 20ºC. Estas temperaturas se alcanzan desde principios de primavera a mediados de otoño con facilidad. Otro método de protección es evitar posibles reinfestaciones y para ello es conveniente retirar las hojas caídas al suelo.